Capítulo 7.

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Ji-an no podía concentrase en las compras debido a que su abuela le recordaba las fechorías del villano Seo Ji-an. Esta no era un área que le interesara y solo estaba aquí para cumplir con el pedido de su madre. No había manera de que pudiera poner una cara feliz.

El gerente Cha, el comprador personal que había vennido a ayudar a Ji-an según lo solicitado por su madre, se sentía bastante incómodo debido a esto.

"Parece que hoy no estás muy interesado. No pareces estar de buen humor, como mencionó la señora Yoon. ¿Quieres otra taza de té calmante?"

"Oh no, gracias"

"O tal vez no encontraste nada que te gustara entre los artículos que te mostré?; ¿que al si te recomiendo productos de otras marcas?"

"No, no. Compraré todo lo que trajiste aquí. Solo dame todo"

Ji-an, que había estado sentado distraídamente en el sofá, se preocupó de que el gerente Cha sacara más artículos nuevos. Tenía mucho que hacer hoy y concertar una cita en el hospital era su principal prioridad.

"¿Vas a usar el reloj que mencionaste antes la última vez por separado?"

Dijo el gerente Cha mientras miraba la muñeca vacía de Ji-an. Su mano enguantada sostenía un reloj caro que Seo Ji-an de este mundo había encargado hace algún tiempo.

"No, simplemente lo pondré en la caja y me lo llevaré a casa. ¿Podrías darme un poco de perfume, por favor?"

"Sí, claro"

El "villano Seo Ji-an" disfrutaba de las cosas extravagantes y llamativas. En cuanto a él, era todo lo contrario. Sin duda fue su hermano mayor quien lo trajo aquí y escribió el guión del drama con extraños delirios.

'A nuestra abuela le hizo lo mismo, pero a mi me convierto en un personaje loco. Ese loco'

Ji-an miró la bolsa de marca deportiva colocada entre las lujosas bolsas de compras. En el interior había camisetas y pantalones de punto de colores discretos, una gorra negra y zapatillas blancas, tal como se pidió.

Cuando le informo al comprador personal sobre la marca que le gustaba y le expresó su intención de realizar una compra, los ojos del gerente Cha se abrieron como si hubiera visto un fantasma. Tenía la expresión de alguien que se preguntaba si se acercaba el día del juicio final de este loco y por qué su gusto había cambiado repentinamente de la noche a la mañana.

"Y me pondré estos para ir"

"Sí. Los colocare en el probador junto con el perfume"

No había nada de malo en que los gustos del cliente cambiaran de la noche a la mañana. Siempre y cuando se ciñan al importe total gastado. El gerente Cha sonrió ampliamente mientras cumplía la petición de Ji-an.

Cuando Ji-an salió del probador después de ponerse la ropa, sintió una sensación de alivio. El dolor de cabeza que le había estado molestando desde que entró al vestidor esta mañana finalmente había desaparecido.

Se quitó el ajustado y llamativo traje que se pegaba a su cuerpo y la corbata apretada, reemplazándolos con una sudadera de punto elástico y pantalones deportivos, lo que le dio una nueva sensación de comodidad. Quería deshacerse de su ropa interior colorida y reemplazarla por una sencilla, pero como no había nadie que pudiera verla de inmediato, se contuvo.

"Dame un momento. Solo un...."

El gerente Cha detuvo a Ji-an, que estaba a punto de irse, pensando que todo había terminado. Sacó una bufanda de una bolsa de compras naranja, le quitó con cuidado la etiqueta y la envolvió alrededor del cuello de Ji-an.

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