32.

137 15 9
                                    

Yunjin entró a la habitación de Minjeong luego de haber estado el suficientemente tiempo fuera para que sus amigas estuvieran satisfechas. Había más personas de las que esperaba, pero por supuesto estaban allí por Kim y no por ella, pero aún así la saludaron como si hubieran sido mejores amigos de toda la vida. Aquello le había molestado bastante, pero no le tomó mucha importancia en aquel momento.

Ahora, horas después de que la fiesta haya comenzado, se sentía cansada y lo único que quería era desconectarse un rato del mundo y que nadie le dirigiera la palabra, y es por eso que estaba allí. Al cerrar la puerta despacio, el fuerte sonido de la música se silenció un poco, no tanto como le hubiera gustado pero sí lo suficiente para descansar por un tiempo. Se quedó un rato quieta hasta que la habitación dejó de dar vueltas.

Yunjin no era de tomar, pero aquel día había hecho una excepción por lo especial que era aquella ocasión y terminó probando cervezas y tragos que sus amigas se hacían.

Caminó hacia la cama y tomó asiento en el borde de este, cerrando sus ojos y quitándose los asientos, preparado para dejarse caer completamente en esta cuando escuchó un ruido, alarmándola al instante.

Volvió a ponerse los lentes y a duras penas se paró, pensó en fijarse por debajo de la cama pero no estaba segura que el ruido viniera de ahí, ni mucho menos podría agacharse para fijarse y luego volver a levantar su cuerpo, por lo que simplemente caminó hacia el pequeño balcón que su amiga tenía en su habitación. Movió un poco la cortina y luego abrió la puerta corrediza, justo en aquel momento, el rostro de Sakura apareció en su campo de vista, haciéndole pegar un salto.

—La puta madre, Sakura, ¿qué haces acá? —Preguntó llevando una de sus manos a su corazón el cual latía con fuerza y no sabía si era por aquel reciente susto o por lo bonita que Miyawaki se veía aquella noche.

La sonrisa en el rostro de la japonesa nunca se desvaneció.

—Kazuha me dijo que me quedara en la cama, creo que tenía miedo que saltara por aquí, pero allí adentro me aburrí y además necesitaba tomar algo de aire.

No había que ser muy inteligente para notar el estado de ebriedad que se cargaba la mayor. Yunjin sabía que Kkura no tomaba, porque se lo había dicho cuando hablaban por twitter, así que se preguntaba bastante curiosa y preocupada sobre cuál había sido el motivo de que aquella noche lo hiciera. Pero estaba segura que su motivo no debía ser el mismo al suyo, ¿no?

—¿Cómo estás pasando esa noche? ¡Oh! Por cierto, ¡feliz cumpleaños! —Dijo con una gran sonrisa en sus labios y se acercó para abrazarla, dejando a Yunjin demasiado atontada para reaccionar.

—Yo... Bien, y gracias. —Fue lo único que pudo decir. Sakura se quedó por al menos dos minutos abrazándola antes de separarse, Yunjin al final terminó correspondiendo aquella muestra puesto que sabía que probablemente sería la última vez que sentiría el calor de su cuerpo.

Continuaron hablando por un par de minutos, en realidad Sakura era quien hablaba y Huh la escuchaba y respondía con monosílabos cada vez que hacía una pregunta. No podía pensar con claridad para formular una respuesta coherente, no teniendo más alcohol en sangre de lo que estaba acostumbrada y su corazón latiendo como loco cada que Kkura la miraba con una sonrisa.

—La noche está muy bonita, ¿no crees, Yun? —Sakura habló, apoyándose en el barandal del balcón.

—Sí, lo está.

—Me gusta ver las estrellas y la luna a veces, cuando no me quedo dormida porque suelo dormir muy temprano. —Una sonrisa pequeña se formó en los labios de la pelinaranja, que se borró antes que pudiera terminar de formarse mientras observaba cómo el cuerpo de Sakura inconsciente y lentamente se inclinaba sobre el balcón.

Al momento, Yunjin la tomó de los brazos y la hizo hacia atrás, en un torpe movimiento por parte suya y sobre todo de Miyawaki quien no tenía todo el control de su cuerpo en aquel momento, terminó acorralada entre el barandal de un costado y el cuerpo de Sakura.

Al igual que con lo sucedido con aquel inesperado abrazo, Yunjin se quedó completamente quieta ante aquella situación, y Sakura también lo hizo sólo que la chica no despegaba la vista de sus labios. Yunjin aún mantenía el agarre en la japonesa y no supo en qué momento Sakura había colocado las manos en sus caderas, pero recién pudo sentirlas cuando Miyawaki apretó esta zona acercándose un poco más a ella.

—Yo... —La de lentes intentó que de sus labios saliera alguna excusa barata para escapar de aquella situación pero parecía que cada parte de su cuerpo había dejado de responderle y sólo podía concentrarse en la forma en que los ojos de Sakura la miraban.

Acercó su rostro aún más hasta que sus narices se tocaron y le dio un lento y tierno beso esquimal al frotar estas. Yunjin tuvo miedo de que la contraria se diera cuenta de lo rápido que latía su corazón.

—Siento... —Sakura comenzó a hablar, —siento que ya te conozco, que ya hemos hablado antes del miércoles, y eso está volviéndome loca.

Yunjin no supo qué responder, creía que había estado disimulando bastante bien, haciendo que su actitud fuera más fría de lo que en realidad era, más fría de la que le había mostrado a Sakura, pero parece que aquello no había sido suficiente. Kkura siguió con aquel beso esquimal, haciendo que la poca fuerza que le quedaba abandonara su cuerpo como si el viento se la llevara. Y justo cuando abrió la boca para intentar formular una respuesta a lo que dijo, sintió los labios de Sakura estamparse contra los suyos.

El primer contacto fue algo bruto, pero luego el beso comenzó a ser bastante lento y suave. Fue luego de unos segundos que Yunjin le correspondió y es que ¿cómo no podría hacerlo si los labios de Kkura parecían algodón de azúcar y había estado tiempo soñando con eso?

No tardó en abrazarse más a su cuerpo, sabiendo que en cuanto se acordara de este momento sería capaz de tirarse del edificio más cercano a su casa, pero ya tendría tiempo de arrepentirse luego, así que sólo siguió besándola bajo la luz de luna iluminándolas y con sus amigas probablemente buscándola por haber desaparecido. ¿Pero qué más daba? Poco le importaba cuando en ese momento se encontraba besando a Miyawaki Sakura. Pasaron algunos minutos, los cuales Yunjin sintió como una eternidad, besándose manteniendo siempre aquel ritmo lento e incluso tierno y abrazadas protegiéndose del frío viento de la madrugada cuando tocaron la puerta de la habitación.

Se separaron al momento pero sólo para observar por la puerta del balcón, al no ver a nadie entrar, no perdieron más tiempo y volvieron a besarse sin pensarlo mucho, y aquel mágico momento terminó cuando una voz las interrumpió.

—¿Kkura? ¿dónde estás? —Era la voz de Kazuha, quien ya se encontraba dentro del cuarto.

La nombrada volvió a mirar a Yunjin con una sonrisa divertida y dejó una caricia en su mejilla seguido de un casto piquito sobre sus labios antes de separarse justo en el momento en que Kazuha corrió la cortina del balcón y apareció en su campo de vista.

𝖬𝗒 𝗅𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝗆𝗂𝗌𝗍𝖺𝗄𝖾 ♥︎!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora