Situación desesperante

CAP 7- Pacto conflictivo

Después de pasar el día entero jugando y correteando con los niños del pueblo los pequeños inuyasha's y sesshomaru decidieron que era hora de marcharse, los infantes iban correteando alrededor del mayor, saltando y haciendo algún que otro chillido de felicidad.

En cuanto al mayor, este parecía bastante serio y pensativo, tenía un muy mal presentimiento, uno que no le permitía relajarse ni por un segundo.
Jaken, siempre leal a su amo estaba caminando a su lado mientras las tres pequeñas ratas (como el los llamaba) molestaban y corrían alrededor del dragón de dos cabezas.

El pequeño demonio miro a su amo, se le veía pensativo y en constante estado de alerta, eso le preocupaba, que su amo abandonará su actitud calmada era algo........ Un tanto inquietante.

J: amo bonito, se encuentra bien? - pregunto, un tanto inquieto y preocupado, no solo por la situación sino por su señor principalmente.

No recibió respuesta alguna del daiyokai, pero llevaba suficiente tiempo con el como para saber que no se encontraba del todo bien, si bien sesshomaru solía ser bastante callado, su estado de ánimo se podía medianamente deducir por las pocas emociones que mostraba a veces.

El pequeño demonio verde suspiro mirando a todos lados un tanto inquieto, el bosque en el que estaban por algún motivo se sentía sorprendentemente extraño y lúgubre, bueno, mucho más de lo usual.

Era obvio que sesshomaru sabía que debían salir de ahí lo más rápido posible, en sí, lo que sea que hubiera en ese lugar no era peligroso en lo más mínimo para el, pero no podía decir lo mismo de los niños que lo acompañaban, si tenía que luchar contra lo que fuese, y eso fuese una gran multitud, obviamente su principal objetivo sería ir por los niños, al ser más débiles, eran la presa más fácil, motivo por el que prefería salir de ahí cuanto antes o dejar a los pequeños en un lugar seguro mientras el luchaba, estando más tranquilo de que no les pasaría nada, podría acabar rápidamente con lo que fuera que quisiera atacar, pero conociéndolos esa no era una opción, pues era 100% probable que los infantes lo seguirían en caso de que hubiese una pelea.
Era mejor prevenir, a que salieran lastimados.

Por desgracia, pero como internamente sabía que sucedería los niños se cansaron y les dio hambre, así que tuvieron que detenerse a descansar y buscar comida, el mayor seguía con ese mal presentimiento de que algo sucedería en cualquier momento, no podía dejar a los niños solos, pero tampoco podía dejar que se murieran de hambre, así que, Jaken acompañado de Ah Un fue el encargado de ir y buscar comida para los niños.

Los infantes, al estar tan cansados de tanta actividad física se tiraron alrededor del mayor y no tardaron ni cinco minutos en caer dormidos,
El demonio mayor, sentado recostado contra un gran árbol, cuidando a los niños, miraba atentamente hacia cualquier sitio, esa molesta sensación de alerta persistía y se hacía más grande con el paso de los minutos.
La luz de la luna era tapada por las oscuras nubes, la frialdad abundaba en el ambiente.

Jaken se estaba tardando demasiado, no era raro que el duendecillo verde se tardará un poco, pero, ya habían pasado alrededor de 30 minutos y no escuchaba ninguno de los lloriqueos o quejas típicos del demonio verde, algo definitivamente no estaba bien.

Agudizó un poco sus sentidos tratando de localizar algún sonido o aroma de lo que fuese, con su mano derecha sobre la empuñadura de su espada, estuvo en esa posición de alerta unos cuantos minutos hasta que empezó a divisar como una espesa y pesada niebla empezó a cubrir todos sus alrededores, frunció un poco el ceño mientras olisqueaba la extraña niebla, no era veneno, pero se sentía bastante pesada, sentía como se colaba en sus pulmones y adormeciá sus sentidos, unos minutos después la niebla se había vuelto el doble de pesada y espesa, su vista estaba un tanto borrosa y sus sentidos entumecidos, dirigido su mareada visión hacia los infantes,
Seguían igual, la potente bruma no parecía afectarles, siguió luchando contra la inconsciencia por otros pocos minutos hasta finalmente caer desmayado.