Cachorro.
Era un lindo cachorro café algo mayor que le saludaba con emoción como si le conociera de años.
─ Hola, ¿eres el compañero de YoonGi? me dijo que vendrías ─ asintió y ella me dejo pasar a la casa, donde dejo los tenis en el recibidor como era costumbre en su cultura.
Cuando levanto la mirada y se adentró un poco más en la casa, un aire de calidez lo invadió, era algo que no había sentido en mucho tiempo, era extraño, pero agradable, deseaba que algún día su casa fuera de esa manera.
Poco segundos de haber entrado YoonGi bajo las escaleras, tenía unos shorts de tela suelta y una camisa sin mangas blancas. Le pidió que le siguiera, llegando a la habitación que supuso que era suya, ya que tenía algunos posters de artistas americanos, electrónica y de mas, junto a un escritorio donde se encontraban todos los libros que usaban.
Él le indico que se pusiera en el suelo ya que le había traído una mesa pequeña para que trabajara en ella su parte del trabajo.
Trabajaron en silencio en un principio, era incómodo por lo que YoonGi decidió hablar para romperlo.
—¿Tienes alguna banda favorita? —su vista fue hacia a él al preguntar.
Tardo unos segundos dudando en contestar, pero lo hizo.
—Me gusta The Rose.
—La música de ellos es buena, tienen muy buenos vocales, pero algunas de sus letras son melancólicas— dijo dejando de verlo al notar que solo iba a estar enfocado en sus escritos— por eso no los escucho mucho—añadió.
No dijo nada al respecto de ello ya que tenía razón, la conversación termino allí al no saber de qué más hablar. Siguió escribiendo hasta que llegó la mamá de YoonGi con una bandeja en sus manos junto a un perrito que a pesar de su edad andaba muy contento y que fue directo hacia él.
Jugo con él dándole algunas acaricias.
Era divertido, deseaba también uno para que le hiciera compañía.
—¿Cómo van con su tarea chicos?—cuestiono la mujer mayor dejando la bandeja que tenía en sus manos en el escritorio de su hijo.
—Vamos bien mamá, pero como es mucha información creo que vamos a tener que seguir juntándonos—informo tomando una de las galletas que estaba en la bandeja.
—Por mi no hay problema. Sabes que tus amigos pueden venir cuando quieras—contesto dejando un pequeño plato de galletas en la mesa de JiMin—estaré abajo, llamen si necesitan algo.
—Claro ma.
La señora se fue de la habitación dejándole al cachorro con ellos, esté solo se la pasaba jugando con JiMin haciendo que sonriera y sacará una corta risa cuando le lamió la cara.
—Normalmente cuando llega alguien extraño a la casa siempre les gruñe o les ladra, pero curiosamente tu le agradaste muy rápido— hablo al ver que su perrito pasaba encima de JiMin e iba a bajo de la cama para buscar algún juguete, lo que saco fue un hueso de juguete que le gustaba mucho usar para lanzar y buscar— tienes que lanzárselo y el lo buscará—explico notando lo confundido que estaba al tener ahora el hueso en sus manos.
—Uh, ¿Así? — lo tiró algo suave hacia una esquina ya que no quería romper nada, el cachorro fue de inmediato dónde estaba el juguete quedándose unos segundos mordiéndolo para ir donde JiMin, quién volvió a lanzar el hueso.
—Sí. Holly ven aquí bonito—llamo al perro que estaba muy contento y fue a gusto dónde su dueño, levantó sus patitas mirándole esperando una acaricia que le fue dada. — ¿Tienes algún perro? —cuestiono buscando alguna respuesta a su duda, como si tener o no un perro haría que el suyo fuera más amigable.
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Worn
FanfictionNo todas las personas viven una buena infancia llena de alegria, felicidad y llena de amor por sus padres, en donde son consentidos en todo lo que quieren. Para Jimin no tuvo una infancia así, solo tuvo una en donde sufrio mucho, en donde derramo ta...