"Entre Lienzos y Contratos"

Prólogo: El Umbral de las Maravillas

Alicia en el país de las maravillas siempre fue mi historia favorita de la infancia. Crecer en una pequeña ciudad en el medio de ninguna parte, me sumergí en las maravillas de la imaginación para escapar de la realidad a menudo desoladora. "Curioso y más curioso", como decía el gato de Cheshire. La historia de Alicia me recordaba que la vida estaba llena de sorpresas, incluso las más extraordinarias, y que a veces, para navegar por este desconcertante laberinto del mundo, debemos desafiar las expectativas y seguir el conejo blanco sin temor.

Mi propio viaje a través del espejo empezó mucho después, en un lugar mucho menos mágico. En la concurrida jungla de concreto de Nueva York, donde las luces brillantes del arte y el destello frío del dinero se entremezclan, creando un paisaje embriagador de posibilidades y peligros. Mi nombre es Sophia Brown, y esta es mi historia.

Descubrí que en Nueva York, el mundo del arte era como el país de las maravillas de Alicia, un lugar donde lo imposible florece y las reglas lógicas parecen desvanecerse. Mi taller en el SoHo era mi madriguera de conejo, un santuario de creatividad donde mis pinceles bailaban en sincronía con mis pensamientos más salvajes, y mis lienzos atrapaban el latido de mi corazón. Pero la imperdonable realidad golpeaba tan fuerte como el destierro de la Reina Roja. El arte, mi amante apasionado y cruel, me rechazaba tan a menudo como me acogía.

Fue en medio de ese torbellino de esperanzas y desilusiones donde lo conocí a él, Ethan Miller. Sus ojos centelleantes parecían reflejar las luces de la ciudad misma, y su sonrisa pícara derramaba un desafío silencioso. Yo, la artista atormentada, y él, el príncipe malcriado con un pasado oscuro. Nuestros caminos se cruzaron como corrientes de dos ríos que chocan, y de repente, me encontré envuelta en una poderosa conexión que desafiaba todo lo que había conocido.

La ciudad de Nueva York se convirtió en nuestro país de las maravillas, un lugar donde las mariposas de la pasión bailaban con el aullido de los lobos financieros, y el amor y el arte luchaban por florecer en un terreno inhóspito. Este fue el comienzo de un viaje que me llevó a los confines de mis propios límites, desafiando los grilletes de mi pasado y enfrentando los secretos ocultos amordazados entre los rascacielos. Y así, en la encrucijada de mi propia historia, me adentré en este torbellino de emociones, con la esperanza de encontrar redención a través del lienzo y los contratos.