Prólogo

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—Hasta cuando voy a seguir sufriendo—lloraba en silencio en mi habitación desolada—Y se que debo confiar en ti pero es difícil, ya me han lastimado mucho

Abrazaba las almohadas de mi cama mientras dejaba que mis lágrimas cayeran en estás. Aguantando el dolor que llevaba en el pecho me desahogaba, pero me sentía más ahogada

Tenía muchas dudas y no de una sola cosa sino de varias y todo venía en una sola dirección. Al terminar todo, de llorar, de cuestionar, de hablar me quedé dormida como de costumbre después de largas lágrimas

Que debo hacer para que me escuche. Porque siento que ya no lo hace, siento que está muy ocupado para atender mis tontas peticiones y lamentos que no sirven para nada

Hola hola
¿Que tal?
Está Historia llamada suelto espero y les guste mucho. Si has llegado hasta aquí Lee la historia hasta el final. Creeme que te va a dar una gran enseñanza y espero que la termines de leer. Gracias por todo

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