Capitulo 2 <El diario>

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Ya estaba en mi habitación la cual era agradable no podía negarlo. Tenía una vista increíble al lado. La verdad pensaba en quedarme aquí toda la tarde y luego hacerle una tostada a la tía si me aburría mucho. Pero mis planes cambiaron

—Safiro—dijo la tía en las escaleras de mi habitación y si, está no tiene puerta Pero también era una habitación aislada del resto de las otras habitaciones—Ten—dijo entregándole una libreta y un bolígrafo—Pensaras que es raro Pero quiero que escribas lo que quieras aquí. Además que tú madre me dijo que te gusta componer canciones

—Chismosa—dije en un suspiro y mire a la tía—Si, lo hago—dije

—Bueno toma esto como un regalo—dijo la tía sonriendo

—Gracias—dije y coloqué la libreta en la mesita de noche luego de que la tía me la diera

Me acosté en la cama mirando mi celular mientras la tía me moraba y eso me incómodo

—Pasa algo?—dije

—Bueno—dijo ella—Me gustaría que fueras a un lugar si no es molestia

Enserio me va a mandar a llevar algo

—Que?—dije un poco molesta

—No es nada malo tranquila—dijo ella calmada y la mire—Ves aquel lago de haya?

Mire al balcón y pues era obvio así que asentí de mala gana

—Quiero que vallas haya a y si puedes esperar unos segundos para poder limpiar bien tu habitación—dijo la tía—se que está limpia Pero hace días que no se ha tocado y no tuve tanto tiempo para alistarla

—Bien—dije levantándome de la cama—pero no puedo esperar abajo—dije

—Si eso quieres—dijo la tía—pero lo decía para que no te aburrirás

—Bueno en ese caso ire—dije y tome el cuaderno que me dió y salí de la casa sin decir mucho más

Camine y mire para ambos lados para poder cruzar la calle. Al llegar al lago había un muelle claro está y también sona verde cosa que era agradable para poder hacer algo. Me senté en ese lugar y mire el cuaderno. Claro que estaba dedicado y tenía un versiculo bíblico

—Aburrido—rode los ojos y pase la hoja la cual estaba en blanco claro—Creo que si voy a tomar esto lo voy a disfrutar—sonrei

Tome el bolígrafo y comencé a escribir como si fuera un diario

"Querido diario:
Okey esto parece de niña nerd mmmm.... Ya se
Querido plan de escape:
Ahora suena peor—rei por eso— aver qué tal este
Vacaciones aburridas
Haaa tampoco es para tanto. Si, lo es"

Aún no sabía que ponerle. Mire al lago para pensar bien en que hacer, hasta que se me alumbró el bombillo

"Diario vacacional:
Creo que está mejor. Aunque pues que puedo decir si voy a estar en casa de la tía necesito hacer algo divertido—escribia en la libreta—Bueno hasta ahora nada ha sido interesante, solo comer dulces y limpieza de cuarto que claro yo me dispuse a venir a ver un lago y porque la tía lo quiso.... Mis padres ahora deben estar rumbo a Europa para la boda y yo aquí aburrida, aunque pensándolo bien Deimon me dijo que me daba tres días para salir de aqui. Así que vamos a rebajar la apuesta del pequeño cómplice. En menos de dos días voy a salir disparada de aquí, lo siento por la tía Pero quiero ir a esa fiesta...
Tal vez le inunde la casa...Ha no creo, luego me sentiré mal porque no tiene agua para bañarse
Oh quizás haga una fiesta sin que ella se entere. Podría funcionar bebidas, bailes, baboso. Ha lo olvidaba no conozco a nadie aquí...Que fastidio
Mmmm...a lo mejor si finjo que estoy enferma. Ah mis padres no van a venir y aquí debe aver hospital
A lo mejor si trato de hacerle pensar que soy una psicópata...Ha no quiero que me lleven a un manicomio. Pero podría funcionar"

No me di cuenta de que estaba tan metida en el plan maestro de salir de casa de la tía que alguien toco mi hombro lo que me hizo sobresaltar y cerrar rápidamente el diario

—Lo siento—dijo un chico de cabello oscuro y corte de calabaza, ojos afilados color café, labios pequeños y rosa, tes palida—Eres Safiro?

—Si—dije yo

—Tu tía me mandó a buscarte—dijo este—Ya es tarde

Mire a mi al rededor y es verdad tonto estaba inundada en los planes para llegarme de aquí que no me di cuenta

—Vamos—me extendió la mano para ayudarme a pararme Pero lo hice sola

Comencé a caminar y este también a mi lado

—Soy Abran—dijo este y lo mire

—Si que bien—dije sarcástica

Este entendió a la primera y no hablo más. Llegué a casa de la tía y estaba dispuesta a entrar a mi habitación y que este loco se fuera y ni una ni la otra. La tía me llamo a la mesa a comer y al chico también lo invito este al principio se negó Pero mi tía insistio. Me sente en la mesa fastidiada y el tío ayudaba a la tía con la cosina, obviamente el joven también y pues si me sentía como un pez fuera del agua. Mi familia nunca teníamos cenas familiares, siempre los criados eran quien me llevaban la comida al cuarto y si se preguntan si, mi familia es rica a diferencia de mi tía que es humilde Pero vive bastante bien. Luego que todo estuvo en la mesa antes de que tocara la comida la tía reso por los alimentos y yo rode los hombros. Pero se me encendió el bombillo y sonreí

Después de que se dijera el "Amén" me comí la comida como un animal literalmente, lo hice lo más rápido posible y claro el esposo de mi tía y el chico me vieron sorprendidos la tía no se inmutaba ni un segundo. Al terminar subí los pies a la mesa y luego de tomar agua hice el herupto más grande de mi vida. Claramente el esposo de mi tía se cabrio

—Podías por favor tener algo de modales—dijo este—Estas en una casa que no es tuya y con unos visitantes

Mis ojos se abrieron rápidamente

—Jose—dijo mi tía y al instante este supo que hizo mal y si dijo algo mal

Me levanté de la mesa y lo mire muy molesta

—Es verdad está no es mi casa—dije con obvia molestia—Tampoco me interesa, si hubiera sido por mi ni siquiera estaría aquí, y gracias por recordarme que siempre mi familia termina abandonando me en lugares donde no quiero. Hubiera preferido quedarme sola en casa que con gente que no me desea

—Safiro—dijo la tía

—No Calla—dije con rapidez—No necesito su caridad y menos de su compasión es más si no quieren al huracán en su casa no lo provoquen

Estaba dispuesta a irme pero como me encanta el drama y la maldad tome mi plato y lo lance al suelo y todos me vieron. Luego subí a mi habitación como una diva toda empoderada. Me senté frente al escritorio donde casualmente había un espejo y me mire. Una lágrima resbaló por mi mejilla pero rápidamente la limpie

—Cuente lo que cuente no estaré ni un segundo más aquí—dije y tome la libreta que me regaló la tía y escribi esa frase en letra bien grande

Continuara...

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