El Sol hace un buen tiempo que había empezado a sentir atracción hacia un pequeño cuerpo celeste giratorio que orbitaba alrededor de él.
Este no era para nada regular, ni mucho menos común. Este planeta, a diferencia de los demás, podía y mantenía vida en su superficie rocosa.
Lo que para él esos simples "humanos", como les solía decir, eran sólo una distracción para su pequeño ser, pues este parecía encantado con sus pequeñas criaturas; los protegía y los mantenía vivos, a pesar de los miles de comentarios negativos que producían los demás cuerpos celestes a su alrededor.
No parecía importarle en lo más mínimo lo que pensaran, él era feliz con sus humanos.
¿Qué tenían de especial esos seres tan indefensos e innecesarios?
¿Qué tenían de especial esas criaturas a diferencia de mí?
¿Por qué le interesaban tanto esas pequeñas e insignificantes vidas?
Esas preguntas y más le pasaban por la cabeza a Sol, quien solo podía conformarse con observar a la Tierra de lejos, a diferencia de los "humanos" que podían pasar el tiempo que quisieran, o que se les permitiera, sobre la cabeza de su hermoso cuerpo celeste.
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Aquel día el sistema solar estaba bastante calmado; a diferencia de los demás días que se mantenían, por lo general, en constante bullicio.
Al parecer se habían peleado el día anterior tras haber perdido todos en las cartas contra Júpiter.
-Que estupidez.- dijo Sol para si mismo.
Sin embargo; agradeció a las galaxias que eso hubiera pasado, porque ahora podría ver a su Tierra sin distracciones. Aunque no le serviría mucho.
Poco tiempo después Tierra se alejó de su órbita, dirigiéndose hacia la de Marte.
El Sol, con lo único que se podía limitar, frunció en ceño y lo que restaba del día se lo dedico a hablar con Mercurio; al parecer el único cuerpo celeste que no solía salir de su órbita; y el más cercano.
-Con Tierra y Marte-
—Oye, Marte. Jugamos cartas?—dijo Tierra, quien acababa de llegar desde su órbita.
—Mmh, bien. Pero no ando de humor para tu egocentrismo y narcisismo... Desde que jugamos ayer con Júpiter fue fatal.
'Jamás habría creído que Júpiter podría ser tan egocéntrico. ¡Sólo por ganarnos siete veces en cartas! Ni siquiera fueron hartas.——Pffjaj-digo, si, si. Fueron muy pocas...—comentó Tierra con cierto sarcasmo. —Oye, pero piénsalo así. Piensa que Júpiter por fin puede sacar a la luz su inalcanzable orgullo. Al fin de cuentas Júpiter es bastante tranquilo.—
—Si, bueno, tienes algo de razón. Pero aún así nos llamó "círculos con patas".—dijo Marte con un notorio enojo.
—Oye, Marte, piensa un poco igual. Si tú sabes muy bien que, literalmente, todos los de aquí son "círculos con patas" incluyendolo.
'Probablemente ahora se esté sumergiendo en vergüenza por haber dicho tal estupidez.
'Y bueno, Jugamos?——Dale.—
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—Oye, no jodas, haces trampa. Ya te tengo en la mira.—dijo Marte.
—Sh, mira quien me viene a decir tramposo, el mismísimo Marte... JAJAJA.—rió Tierra..
—Oye, Marte, se que suena un poco raro y tonto lo que voy a decir. Pero, no crees que el Sol nos a estado mirando mucho?—pregunta algo nervioso Tierra.
—Si te soy sincero también lo noté.
'Pero demás que es porque estas fuera de tú órbita.—dijo Marte, sin prestar mucha atención.—Mmh, quizá tengas razón. Aún así vallamonos de aquí.
'Imaginate que nos tira una llamarada solar.—señaló Tierra con risa.—Jaja, bien. Aunque yo no e de preocuparme, si lo hace te apuntará a ti.—respondió Marte.
Veinte minutos después de que se movieran llegó Venus, sin importarle mucho lo que hacían.
—Bu!—gritó Venus quien llegaba por detrás de Tierra.
—AAAH! Mierda. Por la re chucha Venus, hiciste que botara las cartas.—
—JAJAJA! Que bien. No era mi idea, pero sirve para mantenerme conforme.
'Qué hacen aquí? Tan alejados de su órbita.——Nos movimos porque a Tierra le da miedo que Sol le tire una llamarada Solar por estar fuera de su órbita.—declaró Marte.
—JA JA, mira quien viene a tener miedo.—rió Venus.
—Si, bueno es que, a diferencia de los demás, yo sí tengo vida.—dijo Tierra mirando con una cara exitosa a Venus.
—Agh.—se quejó Venus. —Y? Qué juegan?—
—Que mas va a ser...—dijo Tierra con una mirada irónica.
—Mmh, no sé... A los tontos? Jeje.—respondió Venus con la misma ironía que Tierra. Algo que molesto algo a este.
Pronto estuvieron cara a cara con miradas enojadas.
—Si, bueno, que tal si juegas con nosotros?—dijo Marte, intentando romper la tensión que había.
—Bien.—respondió Venus.
-Con Sol-
《Qué desgracia, se alejaron de mí vista. Y ahora no puedo saber dónde están.》 pensaba para si mismo Sol, que estaba en constante preocupación. Aunque; para nada notoria.
《Dónde pueden estar! Capaz estén en la órbita de los gigantes gaseosos. No, muy lejos, Tierra no puede mantenerse tan alejado de su órbita, por sus terrícolas.
'Quizá en el cinturón de asteroides. Sí, demás que están ahí, es lo más lejano que pueden estar. Pero... estaba Marte. A Marte le da miedo el cinturón de Asteroides.
'Mmh, quizá solamente estén cerca. Aunque, y si no están ahí?
'Ay, por que me importa tanto!》—Sol, estás?—dijo Mercurio, sacando a Sol de su trance.
—Ah, sí. Perdón, que me decías?—
—Ugh, has estado así todo el rato que te e estado hablando, Sol.
'No me prestas atención y más encima me haces repetirlo.—dijo Mercurio ya con cierto enojo.—Ajá, sí, perdón Mercurio. Solo que no veo a ninguno de los planetas en su órbita.—dijo Sol.
—Ah, dejalos ser. Son planetas con mentalidad propia al fin de cuentas.—recalcó Mercurio.
—Mh, si. Bueno.—dudó Sol. —Sin embargo; podría complicarlos.
'En especial a Tierra y a sus Humanos (?).—recalcó Sol.—Si, pero Tierra sabe cuidarse bien. No a de estar muy alejado. Sabes también que Tierra no dejaría nunca que algo les pasara a sus Terrícolas.
'En especial ahora, después de lo sucedido con los Dinosaurios...——Si, es verdad. Tienes razón.—
—Ves? No hay nada de que preocuparse.—dijo Mercurio con confianza.
—Si... Ahora, puedes decirme que decías antes? Jeje.—dijo Sol con nervios.
—Ugh, bieeen.—dijo Mercurio con un cansancio notable. —Te decía acerca de Iris.—
—Iris?—preguntó Sol.
Holaa! Este es el primer capítulo y mi primera historia. Ojalá que les guste por el momento. Y sino, pues bueno, gracias al menos por leer el primer capítulo. Adióss
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Donde giran los planetas
RandomEl Sol, una gran estrella ardiente, enfrenta algo con lo que jamás creía tener que convivir... El amor. Este mantiene un sentimiento, desde que lo confirmó, que tendrá que ocultar para que su bello enamorado nunca se entere. Planethumans