Epílogo

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Razón número uno para sanar:

Ver las situaciones con otra perspectiva.

A Zarine no le gustaba esa carrera, odiaba ese trabajo, el dinero robado nunca lo iba a utilizar y su perro estaba mucho mejor con su hermana.

Arlo era dependiente de Zarine, porque se aferraba a una idea falsa de ella y la idealizaba.

Ambos tenían sus problemas, pero no habían visto sus soluciones, hasta ahora.

Al final Zarine decidió ir despacio, empezó un emprendimiento con la ayuda de sus padres. Una floristería que creció de a poco, que le hizo juntar el dinero suficiente para cuidar ella misma de su perrito y pasarla bien con lo que le gustaba.

Cada flor llevaba una nota diferente, la que le vendió a Arlo decía:

Razón número veintiséis para sanar:

Lo que es bueno se vuelve a iniciar.

Razones para dejar de obsesionarme contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora