prólogo

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La noche era tormentosa penso el hombre mientras veia y escuchaba la sinfonia de descargas electricas,que se manifestaban con un resplandor salvaje y estruendos ensordecedores; iluminando tenuemente la oscuridad de la carretera; adornada de un salvaje bosque que se estendia y se perdia en kilometros de las zonas urbanas.

Papa, mi mamá está en el cielo. - Se escuchó la voz de una niña de 6 años en la parte de atrás del auto
Si, mamá está en el cielo. - respondió el hombre con voz raspoza, mirando levemente por el retrovisor a su hija.

Y cuando vuelve. Pregunto con la inocencia de cualquier niño que no conocía lo que implicaba la muerte.
Tu mamá estaba muy cansada y va a tomar unas vacaciones largas. - Respondió mientras se secaba la cara con la manga de su camisa tratando que la pequeña no viera sus lágrimas

Papa. -Dijo la niña con voz triste- mi mamá se fue porque yo no me portó bien... cuando la llames puedes decirle que yo me voy a portar bien. -Hablo bajito con la carita arrugada por el llanto, esas palabras fueron el detonante para que el dolor que sentía el hombre saliera a cántaros por sus ojos, y como si el cielo sintiera la tristeza que lo rodeaba; las primeras gotas frías comenzaron a caer una a una chocando con el parabrisas del carro.

Cariño... Comenzó a decir, pero no termino la frase cuando piso el freno, haciendo que el carro derrapara y girará, cayendo de cabeza al lado de la carretera.

La sombra de un hombre grande de casi dos metros de altura se incorporó con toda la tranquilidad del mundo, vio el auto que se aproximaba, no se movió del lugar donde estaba y espero pacientemente, observo como el vehículo freno evitando chocar con el árbol que estaba en mitad del camino, pero no contaba que se volcará, se felicitó por haber escogido un buen dia , salio de su escondite y se acercó lentamente al auto, había dos personas en el maltrecho carro, un hombre y una niña los dos vestidos de negros, ajenos a lo que estaba pasando.

Miro al hombre en el auto que abria lentamente los ojos tratando de orientarse, aturdido por el choque, se conmovio por ver con que desesperacion miraba hacia el asiento de atras, como suspiraba de alivio al ver que la niña traia puesto el cinturon de segurida y solo tenia unas cuantas magulladuras en la piel, observo el momento exacto que sus ojos se encontraron, y una gran sorrisa se estendio en su rostro, no estaba en su planes encontar estos lindos juguetes.

In Te DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora