capitulo 3

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jane que te sucedió en el rostro. - corrió mi tía a mi lado al ver el golpe, comenzó a revisarme las heridas como buena médica, jhon se acercó a milo haciéndole una pregunta silenciosa, me miro y luego le sonrió.

no es nada, sabes que jane tiene dos pies izquierdos. - respondió milo al ver que yo no lo hacía.
solo me resbalé y golpeé mi cabeza con el pestillo de la puerta. -  respondí soltando un disimulo Gisel me miro sin creerme, sabía que a ella no la podia engañar, sin embargo, no dijo nada y solo sonrió a los vecinos.

bueno esto es una fiesta. - comento jhon rompiendo la tension en el ambiente. - en el comedor hay ponche con unos gramos de alcohol y más arriba en la repisa hay una botella de wiski.

Voy a subir. - le dije a mi tía mientras saludaba levemente con la cabeza a los invitados en mayoría chismosos que solo venían a criticar o a revisar como era nuestra vida.

baje luego de unos minutos, me había cambiado mi ropa por una más comoda.

jane - la voz inconfundible de Genesis resonó por la sala. -  feliz cumpleaños mija. - dijo tendiéndome un pequeño regalo. 

gracias, Genesis. -  sonreí levemente al ver el colgante de plata con un dije parecido a una moneda, pero con un simbolo extraño, era especie de un ojo con un ámbar en el centro.

no es nada mija, no se te olvide que todavía me debes una visita. - mostro sus dientes en una sonrisa pícara. - no me digas que le tienes miedo a lo que pueda ver en tu futuro.

sonreí y le di un pequeño abrazo, de entre todos era la unica que podia llamar amiga sin hipocresía y agradecía mentalmente a mi tía por haberla invitado.

janee...- el grito de milo desde la cocina hizo que volteáramos. - ya van a partir el pastel.

 vamos. - le dige a genesis, pero ella nego con la cabeza.

tú sabes que yo no soy bienvenida por muchos de ahi, señalo hacia el salon donde milo estaba sacando el pudin de la caja

pero...- nego con la cabeza.

nose te olvide irme a visitar, tal vez podamos hacer algo con la perra que te hizo eso. - toco mi chichón y me giño un ojo.

Mire la espalda de Genesis mientras se dirijia hacia la puerta, no era la primera vez que me proponía leerme las cartas o hacerme hechizos o como ella lo decía limpiezas, era una especie de chaman, pero todos en el barrio la conocían como una bruja; la bruja de la última casa;  una mujer solitaria, llena de misterio... había aparecido de la nada hacía algunos años, no sabía cuál había sido su pasado, pero se  veía que llevaba una carga enorme en sus hombros y trataba de pasar lo más desapercibida posible, cosa que es casi imposible, pues aunque se cubriera con sus ropas anchas y despavoridas  se le notaba que tenía buenas curvas,  su cabello rojo como el fuego  ardiente y sus piel trigueña solo hacía que resaltara y más de uno volteará a verla.

fiera. - me llamo jhon desde la puerta del salon ya pasado un poco de copas. - ven que te estamos esperando para partir el pudin.

ya voy. - dije mientras sacaba el collar y lo colocaba en mi cuello 

la noche fue agotadora los vecinos se fueron una vez se terminó de repartir el pudin y cantar una que otras cancion de cumpleaños, milo y jhon se quedaron un rato más, donde mi tía termino enojada con jhon que había descubierto donde guardaba el licor de la casa, reservas que ella tenía para los días difíciles en el hospital. 

milo tuvo que cargar a jhon que no podia sostenerse en pie mientras trataba de huir de los manotazos de Gisel que cada vez que podia le daba, con rencor y satisfacción que se le manifestaba en la cara.

el toque de la puerta de mi habitación hizo que abriera mis ojos y me incorporara de la cama.

jane estas despierta. - pregunto mi tía suavemente desde el otro lado de la puerta

si- respondí tratando de que mi voz no sonara ronca 

Gisel entro en mi habitación sosteniendo una caja grande

este regalo es de mi parte. - dijo tendiéndome una pequeña bolsa de regalo, lo abri y saque un vestido negro corto. - y este. - me paso la caja grande- era el regalo que mi hermano y cuñada te hubieran dado si estuvieran aquí.

era un oso de peluche blanco con una foto de mis padres, al lado un vestido azul turquesa largo con unos zapatos a juego más abajo una navaja con un diseño unico, senti como se humedecían mis ojos y una lagrima tras otras empezaba a caer, senti el abrazo de mi tía me acurruque en sus brazos, ella sabía que llorar me hacía bien, termino llorando conmigo consolandonos mutuamente.









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