Becky se estaba vistiendo rápidamente. Su alfa estaba por llegar en cualquier momento.
Sabía que a Freen no le gustaba esperar mucho, aunque esta le había dicho que podía esperar todo lo que ella quisiera.
Después de unos quince minutos, escuchó la puerta de su departamento ser tocada. Se colocó rápidamente su bálsamo de sabor fresa que tanto le gustaba.
- Freen. - saludó una vez abrió la puerta y se acercó a darle un beso.
- Becbec, ¿estás lista para irnos? - preguntó una vez se separaron y vio como Becky asintió rápidamente.
Dirigiéndose al ascensor, como no había nadie más en el lugar, Becky escondió su cabeza en el pecho de Freen y esta la abrazó mientras acariciaba los cabellos castaños de su omega.
- ¿Freen, hoy puedes quedarte a dormir conmigo?- preguntó con un puchero.
Freen pensó un poco y asintió. - Sí, solo vamos a pasar por unas cosas a mi departamento y nos venimos al tuyo-contestó mientras salían del ascensor. - Por cierto, ¿trajiste los parches?
Becky se paró en seco y volteó a ver a Freen con una sonrisa apenada y negó.
- No... tendré que regresar. - dijo avergonzada.
- Bec, vamos, sube al carro, pasé a comprar antes de llegar, puesto que me habías dicho ayer que ya solo te quedaban pocos. - comentó simplemente Freen.
A Becky le brillaron sus ojos color café, su alfa siempre se preocupaba por ella, por eso era su lugar seguro, desde que le contó que su omega se había desarrollado antes de tiempo Freen siempre la cuidó y acompañó en cada una de sus citas con su doctora.
No entendía por qué se burlaban de su alfa o le decían cosas, esas personas no la conocían, solo hablaban por hablar.
Les debería importar una mierda si su alfa no era como los demás, que ella fuera cariñosa no significaba que no fuera alfa.
A Freen no le importaba lo que dijeran de ella, pero sabía que a su omega sí. Ya había hablado de eso con ella pero sabía que era un poco necia.
Freen no era como los típicos alfas, posesivos, a ella le gustaba demostrar su cariño a las personas que quería, sin importar que alguien más lo viera.
Armstrong sabía que a su novia no le importaba como vistiera, ya que una vez le dijo que era decisión de ella, que era ella quien usaba la ropa y la que se tenía que sentir cómoda con ella.
Ese día la omega lloró mucho, ya que sus padres siempre la criticaron por usar ropa ajustada a su cuerpo.
Esa vez Freen consoló a su omega hasta que se quedó dormida.
Una vez llegaron a la universidad se dirigieron a la biblioteca, ya que tenían que ir a dejar unos libros.
[...]
Ya había llegado el final de las clases, la pelinegra se encontraba esperando a Becky en la entrada de la universidad, ya que la antes mencionada salía un poco más tarde ese día.
Estaba tranquila jugando un juego que había descargado hace un tiempo, que no se dio cuenta que alguien se encontraba atrás de ella. Hasta que le dieron un golpe en su cabeza y volteó a ver quien había sido el que la golpeó, y se dio cuenta que era un amigo de Becky, Non.
- Freen, ¿ya vas a dejar a Becky o no? - preguntó siendo directo.
Freen soltó un suspiro y siguió jugando con su celular.
- Oh, como siempre ignorando a la gente, no sé por qué Becky sigue contigo. - comentó viendo directamente a Freen.
La alfa nunca le había dicho a Becky que su "amigo" le decía cosas. No era por su orgullo ni nada por el estilo, era por que no quería que Becky cerrara su círculo social por ella.
Bueno si decimos otras cosas a ella le importaba una mierda lo que dijeran de ella, pero sabía que a Becky no.
Sintió unos brazos en su cuello y un beso en su cachete.
- Vámonos, Freen. - dijo Becky sin ver a Non.
Hoy sería un día muy largo tal vez.
Todos los créditos a taeewan
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Tierna alfa / Freenbecky
RomanceBecky es una omega que cuida mucho de su alfa, ya que sabe que ella es un poco sensible. Su alfa es cariñosa, le gusta que le den mimos y también que Becky le de su leche. Había muchos rumores sobre que esa relación no funcionaba o que terminarían e...