Vincenzo Cassano

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Me encontraba en una habitación de un lujoso hotel, no podía creerlo, el punto de haber venido era para sacar el maldito oro ese pero al final nos quedamos ayudando a los inquilinos y a Hong Cha-young para acabar con Babel de una vez por todas, pero esto se salió totalmente de las manos.

Vincenzo y yo llevábamos 5 años juntos nunca pensé que esto acabaría con la traición Vincenzo con Cha-young, ¿y todo para qué? Para poder entrar a un museo, originalmente él y yo nos tomaríamos el lugar de la pareja que iba a tener ese día el museo para ellos solos, pero de un tiempo para acá me empecé a sentir un poco indispuesta y Vincenzo me convenció que me quedara descansando y que él me avisaría por cualquier cosa, claro que para seguir con la mentira Cha-young tomó mi lugar y no tenía problema con ello, yo confiaba en él.

Ese mismo día, más noche, me sentía un poco mejor entonces fui al Buffet para ver como les había ido, pero antes de poder abrir la puerta mi teléfono sonó, era un mensaje de un número desconocido, hubiera deseado jamás abrir ese maldito mensaje, mi corazón se rompió en pedazos al ver esa fotografía.

Era una fotografía donde se observaba a Vincenzo y Cha-young besándose y en la descripción decía 

"Mientras tú te encuentras en reposo querida Angie, el amor de tu vida te esta traicionando".

Mi estado de shock tuvo que durar un tiempo, porque la voz de Vincenzo me hizo reaccionar:

- V: Amor, ¿estás bien?

La rabia pudo conmigo y le di una gran bofetada, el enojo habló por mi:

- A: Te atreves a decirme "amor" luego de que me vieras la cara Cassano? ¿Cuánto tiempo ocultaron esto? ¿Se divirtieron? - agarré mi teléfono y se lo tiré en la cara - espero que sean muy felices - me di la vuelta y sin darle la oportunidad de hablar salí corriendo.

Me dolía recordar eso, suavemente bajé mi mano a mi vientre, vaya momento el enterarme de mi embarazo, un pequeño ser crecía dentro mío.

- A: Estaremos bien mi amor, mami te va a proteger siempre.

Ya no había nada que me detuviera aquí, mañana partiría de Corea, regresaré a Italia y criaré sola a mi pequeño.

Narra Vincenzo

- S.N: Señor Cassano tiene que tranquilizarse! - me decía como si no fuera nada el señor Nam.

- V: Qué me tranquilice? QUÉ ME TRANQUILICE?! ¿ME ESTÁ HABLANDO EN SERIO? EL AMOR DE MI VIDA EN SERIO CREE QUE LA ENGAÑÉ CUANDO EN REALIDAD ESO NUNCA PASÓ! 

Me estaba volviendo loco de la rabia que sentía, ni siquiera me dio la oportunidad de decirle la verdad, que en realidad nunca besé a Cha-young, solo simulábamos un beso, nuestros labios ni siquiera se tocaron gracias a que puse mi pulgar sobre su boca antes de siquiera acercarme a ella. Ni siquiera podía comunicarme con ella porque me aventó su teléfono, cuando vi esa foto no perdí el tiempo y salí corriendo a buscarla, pero llegué tarde ella ya estaba saliendo hacía la autopista, rápidamente fui a mi carro para poder alcanzarla pero mi mala suerte me impidió encontrarla. Merda, necesito encontrarla rápidamente...

Ya había amanecido, ni siquiera sentí la noche, y no me importaba, lo único que me importaba era encontrar a mi reina, explicarle lo que pasó y poder finalmente pedirle que se casara conmigo.

- C: Vincenzo, no hay alguna manera de rastrearla o alguien que pueda saber de ella? - pero que imbécil eres Cassano, ¡su reloj! Hace un tiempo los dos tomamos la decisión de tener un rastreador en nuestros relojes, no por motivos tóxicos, sino por seguridad.

- V: Gracias Cha-young, gracias! - rápidamente agarré mi teléfono y rastreé su reloj, según lo que decía iba camino ¿al aeropuerto? ¿Pensaba irse? Esa mujer no puede irse, no sin mi, a estas alturas no me importaba el oro, me importaba ella. - Lo siento Cha-young, pero debo alcanzar a esa mujer si no quiero perderla para siempre. Si no regreso mandaré a alguien que los ayude.

No escuché su respuesta, si es que lo hizo, porque tomé mis cosas, me fui a mi auto y tomé rumbo al aeropuerto, al llegar me estacioné lo más rápido que pude y corrí hacía dentro, buscando por todas partes a mi reina. 

Maldita sea este aeropuerto era enorme, y de paso yo un gran tarado, vi mi celular y observé que estaba a unos metros de donde mi encontraba, caminé siguiendo el rastro y cuando estuve en el mismo punto que ella la busqué como loco hasta que la localicé, me iba a acercar a ella pero al observarla bien pude ver que se acariciaba el estómago y pareciera que hablaba con alguien, pero, ¿será posible que ella estuviera embarazada? Y de estar ¿se iría sin decirme? Ah no, sobre mi cadáver esa mujer se irá de mi lado y más si dentro suyo crece un hijo nuestro.

- Vuelo con destino a Italia, por favor pasar a su respectiva puerta de salida.

Ella tomó su maleta y cuando estaba por avanzar hice notoria mi presencia.

- V: Planeas ir a alguna parte sin mi? - Noté que se puso tensa y sin girarse solo me respondió:

- A: Pensé que estabas con tu nueva mujer - se notó muchísimo que esas palabras le dolieron decirlas y a mi me dolió el doble escucharlas.

- V: Mi única mujer está parada frente mío. - finalmente se dio la vuelta y sus preciosos ojos chocolate estaban inundados de lágrimas.

- A: Qué quieres Vincenzo? ¿Hacerme más daño? - mis ojos se humedecieron al escucharla decir eso, lastimarla es lo último que quiero en este mundo.

- V: Quiero que me escuches, y si después de eso, quieres irte, aunque me muera por dentro, aunque no pueda vivir sin ti, te dejaré ir y no te volveré a molestar.

Gracias al cielo que accedió a darme la oportunidad de explicarle como sucedió todo, con lujo de detalles, hasta como nos sorprendió a Cha-young y a mi que el evento era una pedida de mano, hasta del supuesto beso que ocasionó todo este problema. Cuando terminé de narrar lo ocurrido se quedó callada un tiempo, cuando quería hablar ella me interrumpió:

- A: Por qué no me lo contaste? - su voz se escuchaba ronca, debido al llanto, acerqué mis manos a sus mejillas para limpiar sus lágrimas y le di un beso en su frente.

- V: Mi amor, anoche cuando llegué estabas profundamente dormida, no quería despertarte, más cuando te haz sentido indispuesta estos días, pero te prometo que iba a contarte todo cuando despertaras, lastimosamente alguien sin buenas intenciones se me adelantó y alteró toda la historia.

- A: Dios, perdóname Vincenzo, yo... yo debí confiar en ti, perdóname - su voz se entre corto por las nuevas lágrimas que estaban saliendo.

- V: No tengo nada que perdonarte mi amor - agarré su rostro y junte nuestros labios en un suave beso.

Nos besamos por unos segundos más y me separé de ella, viéndola a los ojos, metí la mano en mi pantalón sacando una cajita, me arrodillé ante ella y sin duda alguna le dije:

- V: Ahora que me encuentro aquí a tu pies, quiero decirte que sin ti, mi vida no tendría sentido alguno, me encontraba en una oscuridad hasta que llegaste tú a iluminarme, estar contigo se volvió mi vicio más grande, no sabes lo afortunado que me siento al saber que tengo a la chica más hermosa compartiendo su vida conmigo, hoy frente a todos quiero hacerte una pregunta, , Angeline Springs, amor de mi vida, reina de mi corazón, ¿Quieres casarte conmigo y pasar el resto de tu vida a mi lado? - abrí la cajita mostrando un anillo de oro blanco y con un gran diamante adornando el centro.

- A: ¡Si! Mil veces si, acepto ser tu esposa! - aún arrodillado le sonreí y saqué el anillo para entregarlo a su verdadera dueña, la dueña de mi corazón, rápidamente me levanté y la volví a besar, se escuchó aplausos alrededor nuestro, poco a poco nos separamos - tengo algo que decirte.

- V: ¿que pasó mi amor? - ella agarró mi mano y la colocó en su vientre, la miré a los ojos y con una preciosa sonrisa confirmó mi sospecha.

- A: Vamos a ser padres amore mio.







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⏰ Última actualización: Dec 10, 2023 ⏰

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