Pánico Escenico

13 2 0
                                    

[Cinco]

¿?: ¡Luces!

¿?: ¡Primer acto!

— ¿?: ¡Y estamos al aire!

Aplausos enlatados resuenan a tu alrededor, y una canción tanto pegajosa como irritante te desgarra los oídos debido al volumen.

Tienes los ojos vendados y la boca amordazada. Intentas levantarte y sientes los pesados grilletes en tus muñecas y en tu cuello. Encadenado como un perro. Escuchas los pasos de alguien acercándose a ti y entras en pánico; la cabeza te duele horriblemente y no recuerdas nada ni sabes en dónde estás.

— ¿?: ¡Arriba, arriba dormilón! ¡Es hora del show!

Te quitan la venda bruscamente y te vacían una cubeta de agua con hielo en la cara, para luego llevarte a empujones amenazándote con un cuchillo hacia el borde del escenario. Vagos recuerdos llegan poco a poco, a medida que arrastras las pesadas cadenas y tus ya cansados ojos se acostumbran a la cegadora luz de los reflectores que apuntan a tu cara.

— ¿?: Eso no fue muy amable, Shiky; nuestro invitado especial ya había despertado.

Shiky: Una ducha de agua fría alegra a cualquiera, mi querida Magui. Además, esperaba que nuestro protagonista estrella estuviera en sus cinco sentidos para el primer acto de nuestra obra.

La luz de los reflectores se apartó de tu rostro, permitiéndote ver a quienes estaban hablando de ti. El enojo te invadió al ver que eran nada más y nada menos que las gemelas a las que supuestamente los guardias estaban persiguiendo. Ya no tenían puesta la misma ropa que traían antes. La tal Shiky vestía con un traje de arlequín; mientras que Magui traía puesta la típica ropa de la conductora de algún programa televisivo. Piensas en atacarlas, un mero pensamiento intrusivo ya que poco podías hacer con las manos encadenadas detrás de la espalda.

— Magui: Hablémosle a nuestro invitado de la dinámica para el show de hoy, porque dudo que haya escuchado algo mientras estaba inconsciente.

Una enorme pantalla descendió desde el techo, mostrando una lista con varios nombres, algunos conocidos y otros no tanto. Entre ellos, estaba el tuyo, resaltado con rojo.

— Magui: ¡Felicidades! Fuiste el afortunado ganador del sorteo y serás quien protagonice la dinámica de hoy. Te estarás preguntando, ¿cuál dinámica? Pues es bastante simple... ¡Dréi! Abre el telón del fondo para que tanto nuestro invitado y público vean lo que hemos preparado hoy.

Una tercera chica idéntica a las gemelas aparece vestida con la ropa de un director de cine genérico. ¿Fue ella quien capturó a tu maestra, a Billy y a Annie? El telón se abre, respondiendo a tu pregunta.

¡¡¡¡...!!!!

Tus piernas flaquean al ver con horror a varios de tus compañeros en diversos dispositivos de tortura. Buscas con la mirada a Billy, a Annie o a tu maestra, pero no hay ni rastro de ellos entre toda esa demostración de maldad.

Las cadenas se tensan.

Dréi: La escena es simple. ¿Ves esa trituradora industrial debajo del escenario? Cada minuto, un metro de tus preciosas cadenas será enrollada de modo que en tres minutos caigas dentro de ella y te conviertas en un hermoso montón de carne molida, la cual donaremos a caridad.

Shiky: Pero la tragedia es lo que le da el alma al drama, así que si quieres salvar tu vida, debes sobrevivir al menos por 6 minutos. ¿Y cómo harás para alargar esos 3 minutos lo suficiente como para evitar tu muerte? He ahí la tragedia.

Los límites de la corduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora