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En la tranquilidad de su dormitorio en la U.A., Izuku Midoriya estaba por concluir la cautivadora lectura del libro que su compañera, Yaoyorozu Momo, le prestó.
Al llegar al final, una mezcla de satisfacción y melancolía se apoderó de él.
Izuku:
- Este libro ha sido increíble - murmuró en voz alta mientras cerraba las tapas con cuidado.
Sintiendo la responsabilidad de devolverlo, se puso de pie con el libro entre sus manos. Mientras que era ajeno al caos que se gestaba afuera, Izuku se encaminó hacia el dormitorio de Yaoyorozu.
Mientras tanto, en la ciudad de Musutafu, las llamas danzaban en el cielo mientras Endeavor luchaba contra otro villano genérico.
Endeavor:
- ¿De dónde salen estos rufianes? - Dijo Endeavor, con leve enfado.
Los destellos ardientes iluminaban su encarnizado enfrentamiento, creando un espectáculo de choques descomunales entre el héroe y su adversario.
De manera astuta, el villano, moviéndose con agilidad, aprovechó un descuido de Endeavor y lo arrojó con una fuerza desmedida contra una torre de electricidad, y en un parpadeo, la ciudad quedó sumida en una oscuridad total.
Villano:
- Parece que el viejo Endeavor está algo oxidado - Río con malicia.
Las luces parpadeantes de los edificios y calles se extinguieron. La ciudad, antes activa, quedó envuelta en un silencio roto.
Por otro lado, en los dormitorios de la UA, el peliverde caminaba por los pasillos con el libro en mano. Su intención era simple: devolver el libro y retirarse a su habitación, fácil no?
Al encontrar la puerta de Momo, tocó suavemente y, sin respuesta, decidió entrar para dejar el libro en su escritorio.
Pero, justo cuando Izuku cruzaba la puerta, la luz se apagó y la puerta se cerró tras él, activando el sistema de seguridad de emergencia de la UA.
Izuku:
- Tiene que ser una broma, no me puede estár pasando esto, justo ahora.
Izuku se encontró atrapado en la oscuridad del cuarto de Momo.
Cauteloso, exploró la habitación en busca de una solución cuando, por no poder ver nada, tropezó con un objeto desconocido.
El desliz leve lo hizo tambalear hacia atrás, impactando contra el librero de Momo. Un movimiento brusco y, como respuesta a su choque, lo que parecía ser un libro, se deslizó y cayó al suelo.
Izuku:
- ¿Que fue eso? Sonó como si algo se hubiera caído.
Inclinándose para recogerlo, tuvo la fortuna de que la luz regresara en ese preciso instante. No obstante, la alegría fue efímera al darse cuenta de que el sistema de seguridad seguía activado, manteniendo la habitación bloqueada.
