CowGirl

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-Jennie recoge tus cosas que nos mudamos- escuche la voz de mi padre desde la salón de nuestra casa.

-¿Por qué?- fue lo único que logró responder bajando las escaleras.

Jennie era una muchacha muy hermosa ante los ojos de cualquiera, pero no solo era belleza exterior era un complemento de su personalidad, era impresionante, cada persona que la conocía obtenía una sonrisa de parte de ella que les alegraba el día.

Ella tenía 19 años, desde sus diez había perdido a su madre y desde entonces había sido criada por su padre, un hombre que fue aprendiendo poco a poco a como criar a una señorita, ella siempre lo ayudaba y desde el momento en que quedaron solos, fueron ellos contra el mundo, su padre innumerables veces le había dicho que tener a una pareja era precioso pero ella se negaba ya que no había conocido a ninguna persona que la hiciera sentir enamorada, y es por ello que prefería pasar la tarde comiendo helado o en un parque con su padre que con cualquier persona arrogante del cual ella no tiene interés.

Su padre desde siempre, se puede decir que supo las preferencias de su hija y al ser su única hija siempre ansió la felicidad de ella, lo que lo llevo a presentarle desde chicos hasta chicas pero su hermosa princesa no conseguía enamorarse de nadie, a pesar de todo, él iba colocándose mayor y no quería tenerla encadenada a él, lo que el mismo no sabía es que ella estaba abierta a posibilidad del amor y cuando lo encontrara se aferraría a él, solo que hoy no era el caso.

-He comprado una casa las afueras de la ciudad- dijo el hombre cerrando el periódico mientras veía a su hija sentarse a su lado.

-¿Parte?- pregunto la morena peinándolo un poco.

-No sé realmente pero es muy bonito- contesto con una sonrisa ganándose que su hija negara en desaprobación de no saber el lugar, se acercó y dejo un delicado beso en la mejilla de ella –Cualquier persona seria afortunada de tenerte mi bebé- acoto su padre dejándole un beso en su sien.

-Si pero no me pasa- contesto con una risita dejándole un beso en la sien de él.

**

La mansión en donde ellos Vivian fue vendida en un abrir y cerrar de ojos, era una de las casas más hermosas así que no fue problema por el cual ahora estaban de camino a su nuevo hogar.

La morena iba mirando hacia la ventana viendo el paisaje desaparecer y el nuevo aparecer ante sus ojos, sin lugar a dudas le agrada que se hayan mudado, se había graduado muy joven gracias a su padre, y es por ello que  podía realizar lo que deseaba, pero antes de hacer cualquier cosa siempre amo el hecho de ser ama de casa, era un sueño que siempre había deseado cumplir y ninguna persona podía rellenar ese aspecto, el aspecto de tener una preciosa familia unida y por siempre.

-¿En qué piensas?- pregunta el hombre robusto en el lado del conductor, había decido el mismo manejar hacia su nuevo hogar y así compartir el viaje junto a su hija, viajes que ambos disfrutaban al máximo.

-En lo precioso que es el paisaje- comentó Jennie riendo causando la risa de su padre. –Extraño a mamá- vuelve a decir la morena causando un suspiro largo de su padre.

-Y yo cariño- fue su respuesta para luego la morena sacar un sándwich y darle un mordisco embarrándose con salsa acto seguido que imito su padre.

Y allí estaban ellos dos, de camino a su nuevo hogar con su cara manchada de salsa y riendo a carcajadas, una linda familia de dos.


*

Risas y más risas reinaban hasta que estacionaron, sin lugar a dudas su padre no le había mentido, era un sitio precioso, se veía que el espacio era inmenso y se veía que el jardín delantero era increíble, ya quería encargarse un poco de esas flores, fue el pensamiento que le paso a la morena luego de bajarse del auto.

One Shots. (Jenlisa) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora