Querida Jennie.
Sé que es un poco tarde para devolverte esta carta pero tu familia se había negado a decirme a donde te fuiste, desde el momento que leí la carta muchas cosas pasaron por mi mente y la más importante es el hecho de que no creo vivir sin ti.
Tu familia se ha negado a revelar el sitio en donde yaces pero hare lo imposible para que esta carta te llegue, así tarde días, meses, años o siglos pero lo que está en esta carta dirá muchas cosas que ansían ser dichas.
Seguro con ellas se puedan escribir nuevas historias de los libros que te gustan, esos de amor y desamor, pero aunque mi sangre corra en ríos esto debe llegar a tus manos.
Fui la peor persona que cruzo en tu camino, antes que nada sé que fui la peor mujer que ha tocado tu vida, pero he tenido mis razones y aunque quiero justificarme, seria de cobardes hacerlo así que simplemente espero entiendas lo que cada palabra sale de mi corazón.
Cuando esto ha llegado sé que tu vuelo ha salido, quizás sea el mismo avión al cual le señale a mi hermana que abría campo por encima de nuestro cielo, pedimos un deseo como siempre hacíamos y justo tu carta toco mis manos.
Leerla ha sido un dilema porque tu nombre estaba escrito en ella, tenía miedo de que algo te hubiera pasado pero aun así me atreví a revelar el gran se secreto que ella traía, mis lágrimas estaban cayendo a medida que cada palabra entraba, si tan solo hubieras tenido un poco de valentía las cosas serían distintas en este momento.
Quizás no estuviera llorando en el suelo de mi casa, ni tú en un vuelo viendo las alturas, quizás para ni verme más a mí.
Te lo justifico fui una persona miserable que no supo valorarte, verte correr a cada hora del día era sin dudas mi mejor momento, o jugar a la muñecas cuando lo detestaba, pero a medida que paso el tiempo esos pasatiempos pasaron de moda y ciertas cosas taparon mi vida.
Cuando me di cuenta que las chicas debían enamorarse de los chicos, todo me pareció confuso aunque muchas veces quise admitir algo inevitable me di la vuelta y seguí mirando a donde no debía.
Admito cada relación que tuve termino por una sola razón y claramente no fui yo, me sentía extraña en cada beso y en cada abrazo pero debía separar ciertos sentimientos que seguro serian mi muerte.
Créeme que me arrepiento no saber que fui la causante de tus risas, ni de tus llantos aunque me hubieran gustado que eso no pesara en mi conciencia a estas alturas, y contigo en el aire.
Realmente lo siento, mi corazón te pide perdón por ser un ser tan miserable, por romper las promesas y sobre todo tu corazón, por no ser la causante de que tus ojos tuvieran ese brillo adorable sino de lágrimas resbalando.
Aunque lo estoy pidiendo sé que no lo merezco, debo confesar que has sido la chica más preciosa que se cruzó en mi camino y creo ante mi dolor la llegue a destruir, quisiera verte a la cara una vez más y decirte cuando añoro tus brazos y esas anécdotas del día, que aunque no quiera dañaba.
Siempre pensé que seriamos inseparables pero poco a poco logre que eso ya no exista.
Mis lágrimas deben teñirse de sangre pero antes que todo, siento lo mismo que tú, las innumerables salidas siempre eran para olvidarte y para cambiarte y debo admitir nunca llegue acostarme con ningún chico, porque ninguno tenía tu brillo, entonces dañe todo con la llegaba de aquella discoteca cuando te deje sola por ir con un imbécil que hice más de mi lista de conquista, dejarte a un lado.
Y aunque ahora sé lo que sentías, reflejabas una linda sonrisa que me hacía saber que todo estaría bien, recuerdo esas palabras de mi madre cuando me dijo "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" siempre lo vi como un vago consejo que nunca pondría en práctica, porque siempre pensé que nadie se iría.
Y ahora tú ya no estas, recuerdo esas noches en las que te observaba dormir plácidamente en tu cama, sus labios entreabiertos y tu cabello achocolatado esparcido por el rostro y la almohada, siempre ansié besar tus labios, pero tenía miedo de lo que eso causaría.
Y ahora por mi cobardía te he perdido, cuando me entere de tu nuevo pretendiente, jure quitarlo de encima pero cuando te lo comente y escuche de aceptación sabía que contigo no tenía otra salida, así que antes de salir lastimada te presente a mi nueva conquista, una que sin lugar a dudas nunca serias tú.
Hasta ahora te confieso que quise matar a eso hombre cuando me entere que te toco pero al no sentir que te importaba simplemente asentí en agradecimiento en lo que ocurrió, ahora agradezco saber que nadie te ha tocado y por lo visto tampoco yo lo hare.
Miro al cielo y mi pregunto quién fue peor, tu por no decirlo o yo por alejarte, y aunque quisiera echarte la culpa por mis errores, soy una persona que debe admitir que todo fue culpa mía.
Tenerte lejos y no verte, no tocarte, ni contarte historias de amor que leía en los periódicos, quizás esos momentos ya no existan, porque tú ya no existes.
Las novelas de amor se las puede llevar el mar porque mi vida se fue contigo.
Mi corazón te llama, pero tú ya no contestas por mis estúpidas acciones, y ahora ya no te tengo.
¿Qué debo hacer para no sentir lo que siento?
¿Qué debo hacer para dejar de amarte?
Sin dudas, ni reproches fui una maldita estúpida que deje que se escurriera por mis dedos lo más hermoso que toco mis manos.
Ahora con la frente al suelo y un mar de lágrimas puedo gritar que amo a alguien que nunca lograra escucharlo.
¿Qué hago Jennie? ¿Qué hago ahora que te perdí?
Porque estoy consciente del hecho de no estar a tu lado.
Quiero que mi corazón deje de latir y mis ojos de ver, para que deseo ver algo más que no sean tus ojos en la madrugada cuando están más claros que de costumbre, para que quiero sentir algo que no es tu tacto.
Me niego a llamarme valiente cuando no lo fui, Si tan solo hubiera luchado, si hubiera mostrado interés, quizás ahora estarías aquí conmigo acariciando tu cabello mientras dejo un beso en tus labios, fui egoísta en tratar de esconder lo que siento cuando te presione incluso a olvidarme.
Y ahora estoy pagando el precio, uno muy caro por mis decisiones, decisiones que siempre apoyaste, ¿Qué querías que pensara? Cuando siempre me decías que si a cualquier cosa, pero que pienso ahora yo de las decisiones que deje en tus manos.
Me obligó a mí misma a creer el simple hecho de si toco a tu puerta ya no estarás y tus padres volverían a decirme en llanto que no regresaras.
Pero te prometo que hare hasta lo último para que sepas que te amo, que amo todo de ti como nunca imaginarias. Haré hasta lo imposible por conseguir tu dirección y darte un beso y demostrarte que tu solo no sentías esto, haré hasta lo imposible para hacerte el amor de mi vida.
Pero tengo miedo de que cuando eso pase tú ya no me ames, ni me extrañes, ni me ansíes, porque entonces eso será mi muerte, será mi castigo, serás mi delirio.
No sé cómo hacer para levantarme de esta devastada noticia, pero por nuestro amor lo hare, no me importa gastar el dinero para encontrarte, de que vale si no estás a mi lado.
Si no puedo admirar tus delicadas curvas debajo de tus sabanas, de que vale si no puedo apreciar el delicioso aroma de su cabello cuando te acostabas en mi pecho mientras dormías, de que vale si mis manos ya no te rozan delicadamente, de que vale si ya no te tengo.
Lamento no ser tan buenas con las palabras, como lo has sido tú.
Cuando recibas esto, te darás cuenta que hice hasta lo imposible para que la obtuvieras y prometo que cuando me veas la tendrás en tus manos, como yo tendré la tuya.
La misma que por años te amara sin ser "Tu mejor amiga".
Con Cariño Lisa Manoban.
