un mañana de invierno

CAP 1. "UNA MAÑANA DE INVIERNO"

Todavía recuerdo aquellos hermosos momento que compartí contigo, y que ahora solo son recuerdos que quedarán guardados para siempre. No sé cómo deshacerme de este dolor, te extraño tanto mí vida que daría lo que fuera con tal de tenerte de nuevo a mí lado.

[ Jueves 21 de diciembre - 2023 ]

Me desperté tras sentir una fresca brisa en mis piez descalzos, sentí un escalofrio por todo mí cuerpo. Mí habitación estaba fría, tan fría que tuve que levantarme para darme cuenta que había dejado la ventana de mí habitación abierta toda la noche pero al asomarme por ella pude observar el hermoso paisaje y cielo de una hermosa y fría mañana de invierno.
Hoy comenzaba una de mis estaciones favoritas del año. Una de las estaciones más odiadas por la personas, pero a la vez una de las que más amo, al igual que otoño. El otoño y el invierno me fascinan, y sobre todo salir a caminar en esas épocas.
Salir a la calle y sentir una fresca brisa en mí rostro, sentir una tranquilidad al saber que no mucha gente circula en la mañana por el frío, poder disfrutar del silencio de la calle y las pocas personas que pasean por ella, tomarme mí tiempo para reencontrarme conmigo mismo y sentir la paz como un portal entre mí mente y este mundo.

Eran las 9 am y ya cambiado, salí de mí departamento dejando asegurado puertas y ventanas como de costumbre, me metí al ascensor para luego bajar al primer piso. En la salida del edificio me cruce con la señora Luz, ella es la encargada de asignar las habitaciones a los huéspedes, siempre que tengo tiempo nos quedamos conversando solo un rato, y con decir solo un rato me refiero a dos horas, la verdad aún no entiendo por qué a los ancianos les gusta charlar tanto, a la señora Luz la veo como mí abuela, es una anciana tan sabía y cada vez que necesito hablar con alguien sobre mis problemas, voy a ella ya que ella sabe muy bien sobre cómo aconsejar a las personas.

- christian!, buen día.

-buen día señora Luz!

- vas a salir con este frío?

- claro!, usted sabe cómo soy, me encanta este clima.

- está bien Chris, con cuidado.

- hasta luego señora Luz.

Salí del edificio y solo caminé. Seguí caminando sin rumbo alguno y solo deje que mis pies me llevarán a dónde ellos quisieran, termine llegando a un parque, y justo ví una banca solitaria frente a una pequeña laguna la cual también estaba vacía, al parecer ni los patos aguantarían este frío. Me senté y mí mirada se perdió en el hermoso paisaje de árboles secos y el agua de la laguna apenas congelandose; respire profundo y guarde silencio, un silencio que para mí decía mucho, un silencio en el que mí cuerpo y mente descansaban; en ese momento solo cerré los ojos y sentí que mí cuerpo flotaba, y los murmullos de unas pocas personas que estaban a unos metros de mí solo desaparecieron y lo único que mis oídos captaban era el sonido de los pájaros, el sonido del viento y el sonido de las ramas secas quebrandose de los árboles.

- disculpe..

Una cálida y dulce voz me saco de mí mundo, de mí burbuja, de mis pensamientos.
Abrí los ojos lentamente para luego encontrarme con el hermoso rostro de una chica, tal vez uno o dos años menor que yo.
No sé que me pasó en ese momento pero mí cuerpo se paralizó por un instante, no reaccionaba, solo me quedé observando la belleza de la joven.

- disculpe las molestias, pero quería entregarle esto.

Estiró sus manos acercando a mí una hoja de papel, al mirar en ella había un dibujo, un dibujo que me resultaba familiar; un dibujo de mí, un retrato...

- estudio en la carrera de artes, y estamos trabajando con los retratos. Te ví y me gustó tu estilo, no pude evitar no dibujarte.

- wow! Está muy bien hecho, me sorprende lo que los artistas pueden llegar a hacer.