Decepciones y tragedias... ¿Quién no las ha experimentado en la vida?
Emily, una joven que enfrenta la vida con una sonrisa, a pesar de que las decepciones y tragedias la siguen a donde quiera que vaya.
La pérdida de su madre y el odio de su padre s...
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Emily
Mi mente estaba super nublada, lo único que me importaba en estos momentos era devolvérsela, y devolvérsela a lo grande. En aquel instante no podía pensar en otra cosa que no fuera Connor divirtiendose en su fiesta mientras que yo... seguía parada sonriendo a mi nuevo tío.
Cada día no sé qué se le entra a Connor pero se le ocurren las mejores ideas para salir de cualquier momento, incluido este, dejarme aquí con su padre no era de lo mejor, él me dijo que lo esperara un momento y al menos tenía un par de minutos para pensar en qué decirle porque al idiota de Connor no se le ocurrió otra idea de decirle.
En mi mente solo se me ocurría una palabra: Venganza... y una muy dulce venganza.
De esa forma me sentiría satisfecha, me sentiría alegre, me sentiría menos utilizada en sus planes, menos estresada y, sobre todo, no estaría a su merced porque cada vez que digo o hago algo, él siempre se ocupa de mi alejándome de todo. Y no es que quisiera estar con él pero era una mejor opción a que quedarse en esta gran casa hasta que todas las personas decidan irse e irme a dormir.
Respiré hondo y tranquilizé mi mente en cuanto a vi al tío acercarse nuevamente, lo mejor era agradecerle por todo porque jamás creí que me trataran como princesa sabiendo que no soy nada en ellos, aunque tengo curiosidad de saber porque hacen esto por mi.
—¿Qué querías decirme Em?— preguntó en cuanto me vio. Aun seguía procesando cada palabra hasta que se me ocurrió algo.
—Solo quería agradecerle por dejarme quedar aquí, esto es algo que jamás iba a pensar que lo haría por mi—
—No hay de qué agradecer Em, eres muy importante para nosotros en especial de Helen y hablando de Helen... ella me dijo que no te aceptaron...— lo último solo me lo susurró para que nadie más lo escuchara. Ahora sí, quería salir corriendo o que me tragara la tierra, no puedo describir lo tan avergonzada qué estoy por no entrar al...
—Así que hablé con la institución y me dijeron que hubo un error y te mandaron la corrección equivocada—
—¿Entonces?—
—¡Entraste!, ¡te aceptaron!— exclamó pero en tono suave. ¡Así que entré! Después de una tarde triste al menos valió la pena la charla con Connor.
—Gracias— hablé y él asintió con su sonrisa de siempre despidiéndose de mi.
Lo próximo era cambiarme de ropa, subí a mi habitación sin que nadie se dé cuenta porque en estos momentos debía de estar socializando con los demás pero ya he socializado bastante en las cuatro horas qué pasaron.
No podía ir a aquellas carreras con un vestido de gala y tacones de diez y seis centímetros así que por eso me desvestí rápidamente así que decidí ponerme un short, ya sé, últimamente me he puesto muchos shorts pero es que en estas temporadas están de moda a pesar de que tengo muchísimos por usar, este short es de un azul oscuro y lo combiné con una blusa sin manga de cuello v de un amarillo clarito y con un poco de encaje por la espalda, al final me puse unas sandalias negras.
