Nacimiento Del Clan Araiki

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Capitulo 15--   El Caos Del Combate

"Ahora que terminó la interrupción, el segundo partido puede comenzar. Es entre Nara Shikamaru de Konohagakure no Sato y Sabaku no Temari de Sunagakure no Sato. ¡Empieza!"

Shikamaru se puso a la defensiva casi de inmediato cuando Temari agitó su abanico. La furiosa ráfaga de viento levantó arena, arrancó trozos de árboles y abrió grandes agujeros en la pared de la arena. Naruto silbó suavemente en voz baja. Ese fue un ataque impresionante para un gennin. Cuando el polvo se calmó, Shikamaru no estaba por ningún lado. Los Araikis pudieron localizarlo, captando su firma de chakra en los arbustos cerca del borde de la arena y muy lejos del ataque de Temari. Sin embargo, Temari no pareció tener tanta suerte en ese sentido. Se conformó con quedarse quieta, con el abanico extendido a su lado. Estaba esperando pacientemente a que Shikamaru se revelara.

Desafortunadamente para Shikamaru, no pudo quedarse quieto para siempre. Los oídos de Temari captaron el crujido de los arbustos cuando comenzó a moverse. Temari se giró para mirarlo, levantando su abanico mientras lo hacía. Shikamaru se vio obligado a huir de nuevo, abandonando el área antes de que los arbustos en los que había estado se redujeran a hojas trituradas y astillas de madera. Atravesó algunos sellos mientras se movía, preparando su Kagemane no Jutsu. Un zarcillo de su sombra salió disparado cuando aterrizó, extendiéndose hacia Temari. Se vio obligada a saltar hacia atrás, moviéndose de un lado a otro para evitar el zarcillo de sombra que la perseguía.

Sin embargo, la sombra era más rápida que ella y con una sensación de hundimiento se dio cuenta de que estaba a punto de atraparla. Entonces el zarcillo se detuvo repentinamente, aparentemente incapaz de avanzar más. Temari dio una sonrisa triunfante mientras bajaba el borde de su abanico, marcando una línea en la tierra. "Tu sombra no puede llegar más allá de aquí, ¿verdad? Todo lo que tengo que hacer es quedarme detrás de esta línea y no podrás alcanzarme". Shikamaru no respondió, dejando que su sombra regresara hacia él. Temari sonrió, acercando su abanico para darle otro golpe.

Pasaron aproximadamente veinte minutos mientras los dos combatientes se disponían a jugar al gato y al ratón. Shikamaru acechaba alrededor del borde de la arena, haciendo un trabajo admirable al ocultarse dada el área limitada disponible para él. Sin embargo, cada vez que Temari tenía una pista sobre su ubicación, respondía con otro movimiento de su abanico que cortaba otra parte de la arena. Muchos de los civiles estaban empezando a aburrirse de la pelea, que transcurrió sin incidentes, aunque la mayoría de los shinobi estaban bastante interesados. Especialmente impresionantes para ellos fueron las reservas de chakra de Temari. Su Kamataichi tuvo que necesitar bastante chakra para lograrlo, y considerando la cantidad de veces que lo había usado... era impresionante para un gennin, por decir lo menos.

Entonces Shikamaru decidió tomar la iniciativa una vez más. Su sombra se alejó de la pared nuevamente, alcanzando a Temari. Ella se burló levemente; ella todavía estaba detrás de su línea en el suelo por lo que no había manera de que él pudiera atraparla. O eso pensó ella. La sombra alcanzó la línea y siguió adelante, fueron sólo sus reflejos finamente perfeccionados los que impidieron que Temari fuera atrapada. Retrocedió otros tres metros antes de que la sombra se detuviera de nuevo. Ella talló otra línea en el suelo mientras escaneaba la arena, buscando qué había cambiado.

Su respuesta llegó cuando vio el resplandor del sol poniente en sus ojos. Eso fue todo. Ya era tarde por lo que el sol comenzaba a descender más rápidamente hacia el horizonte. Como resultado, las sombras se extendían por todo el estadio. Sin embargo, era sólo la mitad del estadio; las paredes de la otra mitad no producían sombras debido al ángulo del sol. Tendría que quedarse en esa zona. Sin embargo, Temari sabía que tenía que terminar así de rápido, cuanto más se prolongara la pelea, más lejos estaría su alcance.