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Siempre había preferido sentir los golpes de algún extraño o que lo insultase porque sabe que le da igual, podría incluso defenderse devolverle los golpes o las palabras dejándolo derrotado, pero, ¿cómo lo haces si viene por parte de tu propio padre?, ¿cómo logras hacer que nada de lo que te diga llegue hacer más heridas de lo que ya a hecho?, ¿cómo?

Todos tienen a Agust como un alfa que no le lastima ni la más mínima cosa, que no tiene sentimientos. Todo eso se acaba cuando esta en el mismo lugar con su padre, aquel hombre que desde pequeño a hecho que se sienta tan insignificante y le recuerda tantas veces que puede que siempre su favorito es Yoongi. A perdido la cuenta de las veces que a hecho hasta lo imposible para poder tener un "estoy orgulloso de ti, hijo" de su padre pero lo único que obtiene son palabras desagradables que le queman por dentro. Y hay algo realmente gracioso en todo esto, quiere sentir odio hacia a él o hacer que su lado explosivo se libere para poder demostrarle que es mucho mejor que su hermano gemelo pero no, se siente tan pequeño e indefenso que de repente se convierte en un cachorro y lo único que quiere es llorar y llorar hasta que el dolor se vaya de una maldita vez.

Los jodidos recuerdos siempre llegan cuando pisa esa casa, la manera en la que una vez logro llorar por las palabras hirientes que le dijo cuando fracaso en uno de sus exámenes cuando era tan solo un cachorro de ocho años y a su hermano lo felicitaron y lo llevaron a comer por haber sido el número uno en la clase, esa vez lo castigaron por reprobar y por haber llorado dejándolo encerrado en su habitación, esa noche odio tanto a Yoongi que desde ese momento lo tomó como un enemigo y una competencia para hacerle ver que es mucho mejor, pero cada vez que se es forzaba era como un tropiezo en donde ni siquiera su madre hacía algo para que su padre parara. Esta noche logró que todos esos traumas llegaran como un balde de agua helada al verlo ahí parado con una expresión neutra, sus brazos hacia atrás y el pecho ligeramente levantado al igual que su mentón mostrando ese poder y mandató, Agust sentía una ligera ansiedad verlo de esa manera, sabía bien que la persona que podría derrotar en un segundo era su padre. En cambio su madre se apresuró abrazarlo y darle un ligero beso en la frente, ella siempre le decía que tanto como Yoongi y él eran su orgullo, le daba el amor y el apoyo que su padre no le daba, pero algo que se ponía a discutir entre él mismo del porqué le importaba más el hecho de que su padre se lo dijera que su propia madre lo haga, no lo sabía bien, lo único que quería era el amor y la aceptación de Dawon.

—Mi amor, estoy feliz de verte de nuevo— exclamó su madre abrazándolo con fuerza, Agust sonríe a medias y le devuelve el abrazo.

—También lo estoy, madre.

Esa voz de mando y dura que usa siempre se desvanece, esta vulnerable e indefenso. Dawon mira de arriba abajo a Agust sin decir ninguna palabra, el alfa menor hace una reverencia ante él y este sigue sin decir ninguna palabra.

—B-buenas noches, padre— su voz tiembla.

No sabe porque ahora quiere llorar, hay un dolor en su pecho que es tan distinto que el que experimentó cuando Hoseok terminó con él. Dawon solamente corta la vuelta y se dirige al comedor, su madre se acerca a él tomándolo del brazo.

—No le tomes importancia, ¿sí?— sonríe—, hice tu cena favorita y también fresas con crema como tanto te gusta.

Llevándolo al comedor y sentándose para poder degustar todo lo que su madre preparó para él, estando completamente en silencio era tanto que se estaba volviendo tan incomodo que lo único que quería era salir de ahí. Minutos después su madre lo rompió preguntándole como le iba en su carrera y sobre su futuro y cada una de esas preguntas él las contestaba de manera muy corta, hasta que su padre habló por primera vez en toda la cena.

Gemelos Min | Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora