Capitulo 1: Skin row//Death row

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Volcadera Bluff, 600 horas, 1D/3M/2M36

Temperatura: frío como el coño de una foca polar.

Se asomaba un nuevo día en Volcadera Bluff, un sol anaranjado se alzaba por el cielo, rompiendo el mar de nubes que plagaban el cielo. Un frío aire se apoderaba de la zona, dejando en el ambiente un olor a tierra húmeda y rocío de mañana.

En una estación de tren, bajando de uno de estos, se encontraba una figura rara entre tanta mascota de caja de cereales y botargas coloridas: un humano, un hombre alto, de edad entre 30 y 35 años, con una gran cicatriz en el lado izquierdo de la cara, la cual crecía hasta la parte posterior de su cabeza, abarcando también su ojo, que estaba nublado, obviamente demostrando la falta de párpados. Aun más raro era que su otro ojo no parecía existir, dejando el lado derecho de su cara sin rasgos notables, a excepción de una pequeña barba de prepuberto, solo un lienzo en blanco.

Este hombre colgaba su bolso largo en su hombro, sujetado por su brazo único, el derecho, el cual llevaba como decoración centenares de marcas, siendo estas una línea vertical tachada. Había ocho en especial, que no eran cicatrices, sino tatuajes, cada uno de un color distinto. En total era como si fuera la cuenta de algo, estando estas marcas tapadas desde la mitad de su bíceps por una chaqueta de uniforme militar, la cual tenía un parche con dos espadas cruzadas en equis, y entre los agujeros que se formaban se encontraban cuatro estrellas y encima de este símbolo una corona.

Este hombre era Anon Y. Mous, el infame "skinnie" de Volcano High que se photoshopeaba con chicas de anime, ahora siendo un hombre adulto, curtido por la guerra y las múltiples vidas que tomó, aliadas y enemigas. Con paso firme, continuó su camino, pensando y pensando, rememorando momentos mejores, respirando el aire de una ciudad caótica antes del despertar de todos, viendo las tiendas y casas cerradas, caminando y caminando, dando vueltas por la ciudad. Verdaderamente, no quería volver a su apartamento, que, aunque teniendo la capacidad, no tenía la fuerza ni el interés para cambiar de casa.

Skin Row, un infierno plagado de orina, vidrios rotos y agujas cargadas de carfe, se volvió menos hostil hacia él luego de las múltiples vidas que tuvo que arrancar con sus propias manos... ajum... propia mano. Ahora él era una perra mala. Aun así, era un lugar bastante molesto de recorrer, así que, haciendo tiempo, aprovechó para continuar con su paseo. Llegó a un parque bastante verde, pequeño pero muy bello. Podía ver cómo incluso parecía que frutos crecían en las plantas y árboles del mismo.

"Esto sí que es nuevo." pensó Anon una vez sentado en una banca, recordando la vez que rompió una banca en la escuela por accidente. Simplemente se dejó absorber por el entorno, "cerró" sus ojos y respiró con tranquilidad. Esto era algo bueno, luego de sobrevivir un infierno como lo fue la contienda de Judeca, era bueno no escuchar disparos o explosiones. Aunque la guerra había terminado hace ya varias semanas, aun no podía borrar de su mente esos sonidos... los gritos... las explosiones... los motores de los aviones y, sobre todo, el recargar su arma. Ese ping que hacía cuando recargaba y la velocidad con la que podía disparar era algo que él amaba de ese rifle, que, aunque viejo, era muy útil, no se quedaba atrás con las armas modernas.

Al terminar de pensar en su "enamorada", volvió a abrir sus ojos, mirando el cielo anaranjado de la mañana, admirando lo bello que era ese cielo que veía. "¿Será que ella... también puede ver este cielo?" se preguntó, pensando en cierta ptero-chica. Luego de este pensamiento, solo se volvió a levantar y tomó sus cosas para seguir su camino. Sabía que era momento de volver, volver a casa, su roñosa y oscura casa.

Anon continuó caminando por la ciudad, tranquilo, lentamente, paso a paso. Caminó por fuera de lo que era un pequeño mini-mercado, al cual entró buscando comprar su alimento para los días por venir. Buscó por cada parte de la tienda, desde los encurtidos a los panes, aprovechando cada oferta que había, una costumbre que se le pegó desde la secundaria. Aun teniendo una buena cantidad de dinero y una manutención jugosa del gobierno, costumbres como estas no se pierden. Luego de llenar un carrito de la compra, pasó a pagar por las cosas.

Fue atendido por una chica verde, no muy distinta de los humanos o de los dinos, pero esta tenía un par de mandíbulas, lo que parecían unas antenas de libélula y unas alas insectoides transparentes. Esta chica era una meganeura. Sus ojos se encontraban cansados, con unas grandes bolsas bajo sus ojos, lo cual adornaba su esbelta figura, con atributos pocos notables, pero una cara que se notaba que era linda. Era un poco pequeña de estatura.

"¿Mala noche de sueño?" preguntó Anon, poniendo sus cosas en el mostrador.

"Si es que hubiera noches de sueño," respondió la chica con una voz cansada. "El viejo de mi jefe me forzó a quedarme a trabajar la noche anterior y la anterior a esa," dijo, mientras escaneaba los objetos.

"Vaya, eso debería ser explotación. A lo mejor podrías demandarlo y sacarle unos miles de encima." dijo Anon, poniendo lo último de los víveres.

"No money dude, por algo trabajo en este agujero de mierda." dijo la chica mientras escribía algunas cosas en la caja registradora virtual. "El total es de 349 dólares y 20 centavos." dijo para pasar el lector de tarjetas. Anon pasó su tarjeta, colocó el PIN y aceptó la transacción. "Lo que tiene ser, bueno, ya sabes, pobre y eso."

"Yeah, pasé lo mismo cuando llegué a Volcadera, una mierda total." dijo Anon guardando su tarjeta en su billetera.

"¿También eres de fuera de Volcadera? Bueno, tuve que suponerlo, no muchos skinnies por aquí que no sean drogadictos." dijo con voz calma con un toque de curiosidad.

"Sí... bueno, cuando te persiguen un montón de dino-adolescentes para burlarse y joderte, escapar es la opción más fácil." dijo poniendo un billete de 100 dólares en el mostrador junto con una tarjeta de presentación. "Por cierto, dejaste tu tarjeta de la biblioteca de la secundaria en la silla de por ahí."

"Mierda, casi se me olvida de nuevo." dijo la chica para guardarla, luego miró el mostrador con confusión. "Ehm, ya pagaste, lo sabes, ¿no? ¿Y esta tarje..." dijo la chica mirando a la tarjeta de presentación.

(Anon Y. Mous, Co-fundador de la organización "Tiny Tina's Homes and Care for Endangered Kids and Teens")

"Propina." es lo único que dijo Anon, cargando sus bolsas. "Y la organización se puede encargar de darte asilo en uno de los tantos apartamentos y semanalmente te llevarán comida. Quizás te den un bono si dices que vienes de mi parte, señorita Charlotte." dijo para irse. Por suerte, su casa se encontraba relativamente cerca, y las bolsas no pesaban mucho, solo eran un poco molestas por lo voluminosas que eran.

Sin mirar atrás, siguió con su camino hasta llegar a su locación prevista: Skin Row, la death row de Volcadera Bluff. No tan malo como Little Trodon, pero igualmente un horrible lugar en el cual estar. Caminando entre los callejones y esquivando a cada vagabundo y drogadicto que se encontraba por el camino, logró llegar a su apartamento, el pequeño lugar en el que vivió durante su estadía en Volcano High. Aún había cosas de ese tiempo. Al menos se pudo quedar con este lugar cuando el dueño le ofreció comprarlo poco a poco durante estos años. Dejando las cosas encima de la mesa, Anon procedió a lanzarse a la cama. Llevaba un tiempo cansado desde que tuvo que volar desde Sodoma hacia Volcadera, sin poder dormir, por culpa de infantes gritones, mujeres de mediana edad con un corte chistoso jodiendo a los azafatos y, por último, su estrés postraumático. Aprovechó de tomar las pastillas que le sobraban para dormir un rato. Al final, con la falta de un deber de proveer dinero para sí mismo, puede hacer lo que siempre quiso: ver sus animes raros de nicho y shitpostear sus insultos especistas irónicos para joder a los idiotas woke y los cristalitos, como él les llamaba. Sí, aun después de varios años, las malas mañas no se quitan, quiera él o no.

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Notas finales: bueno, espero que haya sido del disfrute de ustedes, sé que fue poco emocionante por decirlo así este capítulo, pero es porque quiero tomarlo con calma, a lo mejor mi narración fue muy rápida y esas cosas. bueno, como siempre, estaré agradecido de toda crítica que me hagan y aun más de concejos que me den, aun no estoy seguro si quiero hacer que anon obtenga una "redencion" y una segunda oportunidad con fang como en muchos otros fics... nah, muy cliche, van a haber muchos oc y muchas mas cosas a seguir, soooo... no esperen que lo vaya a hacer volver con fang... peeeeeroooooo si quedaran en buenos terminos

Y si, arregle cosas menores a las cosas menore, pense que se veria mas ameno.

-Yeth.

Snoot game: La force.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora