La noche caía sobre el frío y oscuro bosque, donde las sombras cobraban vida y los árboles susurraban historias olvidadas. En medio de aquel laberinto de vegetación, dos jóvenes, Kronno y Jack, se encontraban atrapados sin saber lo que les esperaba.
Kronno, un chico de espíritu aventurero y amante de los desafíos, siempre buscaba emociones fuertes. Junto a él, se encontraba su mejor amigo, Jack, un chico más reservado pero igualmente curioso. Juntos, habían decidido explorar aquel bosque con una reputación siniestra, donde las leyendas hablaban de un ser maligno que acechaba en lo más profundo: el temible Wendigo.
Lo que comenzó como una simple expedición en busca de adrenalina pronto se transformó en una pesadilla. Los chicos se adentraron cada vez más en el bosque, sintiendo cómo la oscuridad y el silencio envolvían sus almas. Sus risas y charlas despreocupadas se fueron apagando a medida que el ambiente se volvía más opresivo.
De repente, un escalofrío recorrió sus cuerpos cuando escucharon un ruido extraño desde la maleza cercana. Una sombra se movía furtivamente entre los árboles, siendo testigo silencioso de su presencia. El viento soplaba de manera inusual, como si murmurara advertencias que solo ellos podían escuchar.
Sin encontrar una salida clara y con la sensación de que estaban siendo observados, Kronno y Jack avanzaban con cautela. Cada paso los adentraba más en la telaraña mortal del bosque, sin saber que el Wendigo acechaba en las sombras, esperando su momento para saciar su sed de sangre y venganza.
A medida que la noche se hacía más oscura, los chicos se adentraban en lo desconocido, enfrentándose a su propia valentía y los secretos que el bosque guardaba celosamente. La lucha por sobrevivir se convertiría en su única esperanza mientras Kronno y Jack se adentraban en una batalla épica contra el mal ancestral del Wendigo.
Enfrentados a la desesperación y a su propio miedo, los dos amigos se verían obligados a desentrañar los secretos del Wendigo y encontrar una forma de liberarse de su influjo maligno. No solo lucharían por sus vidas, sino también por la salvación de una antigua maldición y por la posibilidad de escapar de las sombras interminables del bosque donde el Wendigo reinaba supremo.
