La Socia de Papá. (G¡P)

CAP. 3

Abril Garza

Llevaba un mes trabajando con Samantha y mi padre. El primer día pareció ser mucho mejor de lo que me esperaba todo el siguiente mes, porque el ambiente laboral estaba lleno de estrés, caras malhumoradas, sonrisas sarcásticas y regaños.

Regaños

Me equivoque dos veces con cosas casi insignificantes y la señora Rivera me regaño de una forma que pondría a cualquiera a temblar ¿A mí? Bueno a mi no me puso a temblar precisamente.

No sabia que tan enfermo era, pero que me gritara más bien encendió mi calentura, porque no podía evitar preguntarme una cosa:

¿Qué pasaría si Samantha desatará toda es tensión y enojo conmigo, pero en la cama?

Me disculpe y ella pareció notar cuan afectada estaba pero como es una muerda solo me gruñó "deja de mirarme así y resuelvelo" acto seguido me señaló la puerta con su dedo.

Maldita bastarda

Ahora era mi día libre. Sábado por la noche y estaba saliendo de una fiesta. No había tomado casi nada, solo porque quería estar cuerda para la noche. Había salido con Isaac, un chico de la preparatoria con el que tenía una maravillosa relación amigos-con derechos. Estuvimos coqueteando y lanzándonos sonrisitas todo el rato en el bar hasta que me dijo que nos fuéramos.

Estábamos juntos en un callejón con la tensión a nuestro alrededor y las rositas de estúpidos activando nuestros sistemas.

- No es divertido cuando sólo bromeas - Le dije, mirando su perfil, Isaac se aproximo a mí, puso su mano en mi barbilla y me acercó hasta que sus labios casi rozaron los míos. Jadee de anticipación y el sonrío de lado.

- Tu crees que te invite a mi casa solo para bromear? - pregunto, y de acercó más, pero no me beso, me chupinazols labios de forma tentadora.

- ¿Crees aje puedes coquetear conmigo y esperar que no haga nada al respecto? - me empujó hasta que mi espalda pego contra la perdió del callejón.

- Entonces has algo ahora - me impulse hacia su frente hasta que sus labios encontraron los míos y en ese momento el pareció perder el control. Empezó a meter sus manos por mis piernas, acariciando mi piel sensible y llena de expectación.

Sus besos pasaron a mi cuello y mis manos a su espalda. - Muéstrame lo que tienes - gemí, en su oído. - Vamos a casa. - Dámelo aquí - dije deseos. - Por favor... no puedo esperar...

El pareció prenderse muchísimo ante esto. Sus besos pasaron al camino entre mis senos y arquee la espalda.

Empuñe su cabello mientras me besaba y gemi suavesito. Definitivamente lo íbamos a hacer ahí. Estaba llena de adrenalina, de extinción, deseosa y completamente enloquecida.

Sus manos intentaron jalar mi vestido hacia abajo y cuando estaba a punto de hacerlo levante la vista. Para encontrarme con un auto estacionado justo al frente del callejón.

- Isaac, Isaac - lo frene palmeándole la espalda. Ambos vimos el auto y cuando yo al fin enfoque mi visión vi que era un BMW negro, pero no cualquiera. Era su BMW negro.

Carajo

Una figura alta y oscura emergió del auto y entonces lo supe, era Samantha.

MIERDA

- ¡Qué mierda haces Abril! - gruñó su voz.

Solté a Isaac como si ne hubiera quemado y él se alejo de mí. El muy cobarde se puso detrás de mí cuando vio el enorme cuerpo de Samantha caminar con decisión hacia dónde estábamos.