INTRODUCCIÓN

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Soy Abril Abdamari Garza Alonso y solo tengo 18 años.

Mi padre es un empresario que se encargó de levantar un enorme imperio junto con su mejor amiga y socia.

Estaba acostumbrado a un estilo de vida controlado. Viviendo en una gran casa solamente con mi padre y el personal de limpieza.

Estudio en una de esas preparatorias para ricos donde todas las chicas son fresas y todos los chicos jugadores de fútbol.

Cuando tenía 7 años mi madre murió en un accidente de auto y los recuerdos que tengo sobre ella son realmente pocos y borrosos, en general los recuerdos de mi infancia son borrosos

Crecí rodeada de gente de la misma posición económica y social, desde que mi madre murió mi padre y yo parecimos volver a nacer.

¿Saben como no deberían dejar una niña a cargo solo de un hombre que no puede ni siquiera con el mismo?, pues yo me quedé con el y me amaba, me cuidaba como nadie más, pero más que ser mi padre era cómplice y amigo. Básicamente los dos hacíamos lo que queríamos, me consentía, me daba todo lo que quería.

El gran problema de mi vida era Samantha Rivera Treviño, una importante mujer de negocios, socia y amiga de mi papá. Y tan devastadoramente perfecta.

Rivera, ¿acaso no suena como de película?

Samantha Rivera Treviño

Una mujer de 28 años, sin hijos, ni esposa, intersexual, tiene una que otra aventura sin importancia, una casa enorme y una figura que pondría a cualquier mujer a sus pies.

Demasiado bueno para ser real.

Era mejor amiga de mi papá desde que iban a la preparatoria, por eso la conocía desde que tenía memoria y siempre la vi como la mejor amiga de mi papá, hasta que pronto no fue así.

Desde que cumplí los 17 y la vi en una fiesta de parrilla en la piscina de mi casa entendí que no me cansaría hasta que obtuviera un poco de ese pastel, definitivamente necesitaba tener a esa mujer en mi cama.

Ella no parecía ni remotamente interesada en mi, más bien me veía como la hija mimada y caprichosa de su mejor amigo. Me ignoraba desde que era niña. Me dedicaba solo miradas frías cuando estábamos en la misma habitación, básicamente era una mosca que ella trataba de matar a toda costa pero no podía porque, ¡sorpresa!, era hija de su socio y mejor amigo.

Tendría que acostumbrarme porque no iba a descansar hasta que lo tuviera. Solo una noche.

Mi padre era un hombre liberal y divertido, que sabía que no tenía como exigirme nada ya que su estilo de vida no era precisamente correcto, lo único que estaba advertido sin pelos en la lengua era que Samantha Rivera era intocable.

Y ERA LO QUE MAS QUERIA TOCAR

Me dijo que no quería que su compañera y amiga de la vida le restregara en la cara que su hija fuera una más del montón.

¿Qué podría pasar si lograba mi objetivo y el lo describiría?

La Socia de Papá. (G¡P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora