Johan, quien buscaba un regalo para su novia, llamada "Quenie", cae profundamente enamorado a primera vista del dependiente de una florería.
¡CRÉDITOS DE LA HISTORIA A: strawdyy!
Evan, se consideraba así mismo, como alguien mentalmente estable, el cual había salido de un pozo profundo y oscuro, logrando equilibrar su vida.
Actualmente estaba en medio de su emprendimiento, lo que logró abrir un negocio muy bonito, ya que le empezó a ver un interés a las flores lo cual le interesó bastante.
El a medida que avanzaba en su pequeña florería, observó todo el tipo de clientes que puedes tener, él tenía clientes ávidos, constantes, nunca se quedaba sin dinero lo cual le gustaba mucho su trabajo, ya que, aparte de tener un sustento económico para mantenerse y satisfacer ciertas necesidades que tenía como persona, también podía compartir su cierta admiración y aprecio a las bellas flores.
Tenía una vida ordenada y equilibrada; hasta que llegó él.
Cuando lo observó detenidamente al entrar y se acercó, su primer pensamiento fue "Cliente difícil" pues la cara del piel morena era una inexpresiva y seria, parecía ser de esos enojones y reservados. Pero se equivocó completamente, él solo era tímido y le costaba confiar un poco.
Llegó aparentemente con poca paciencia, sin saber que elegir de las tantas opciones que le sugirió Evan. Tenía un aura, que la verdad no sabría como definir.
Luego cuando este aún no hablaba, Evan empezó a preguntarse a sí mismo sobre si el chico seria un posible asaltante.
Le pidió flores.
Le pidió flores, para su novia. ...
"No te acerques, aléjate," se dijo él mismo, "tiene novia" . Evan se podría considerar muchas cosas, ya sea algo torpe, divertido e infantil, cualquier cosa podría ser, pero entre todas ella no estaba el término baja novios. Tampoco es que tuviera la confianza para hacer que un chico heterosexual, realmente guapo con una novia bonita-sería raro para él que este chico atractivo no saliera con una chica igual de atractiva.- se interesara en él.
Pero ese chico de piel morena llegó con tal belleza y sus ojos, que lo miraban con tanta atención que simplemente sentía que su estómago se revolvía. Quería tanto coquetearle, darle alguna rosa de su parte y hasta hablarle o pedirle su número; pero, tenía novia.
Es un sentimiento horrible es que sentía, pero pensó que era pasajero. Él lo superaría, después de todo es común un poco de él que le llamaran la atención algunos chicos, ya que era bisexual, encima se enteró de que era pansexual, pero bue, que desperdicio.
Y luego de aquel día, Johan siguió yendo, con muchas ganas de "regalarle flores a su dichosa novia", y Evan sentía que quería morirse cada día, pues en todos los días que venía, le hacía un hermoso arreglo al amor de su vida, para que se lo dé a alguien más.
Evan sabía que Johan no estaba disponible y que, lo único que podía recibir de él era un amistad. Pero Evan se sentía egoísta, ya que quería más que una simple amistad de "buenos amigos" y se sentía horrible, pues sabía perfectamente que no era lo correcto.
Con todo esto, volvíamos de nuevo al inicio, ya que por más que Evan no quería enamorarse de él, le era imposible cuando veía que Johan le sonreía o lo ayudaba en alguna que otra cosa, además que a veces él le entregaba pequeños obsequios, lo cual hacía ilusionarlo mucho más.
Así que pues, Evan no podía evitar emocionarse cuando veía a Johan pasar las puertas de su florería.
Quenie, la verdad no se quién seas, pero..
"Lo siento, me gusta tu hombre."
A veces desearía que Johan dejara de hablarle, y dejara de mandarle alguno que otro regalo, ya que cuando pensaba en este último, sus rostro se tornaba de un rojo carmesí no tan notable al igual que su estómago se revolvía a mil.
Así lo enamoró.
Johan le robó el corazón así, con detalles pequeños y mucha atención. El problema ahora sería como enfrentar esos sentimientos.
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