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El profesor Jeon aquella mañana se encontraba agotado. El día anterior le habia costado dormir y no paraba de bostezar en la clase.

Le pareció extraño no ver a su alumna más peculiar en el salón, sin embargo, comenzó sin mas preambulos.

Minutos después de comenzada la clase, una Lisa con el cabello alborotado, ahora pelirojo y más corto de lo normal, apareció en escena caminando callada y tranquila hasta su asiento.

--¿Quién le dió permiso para entrar señorita Manoban?

Lisa se sorprendió al oír su apellido en boca de su profesor.

--No fue mi intención señor Jeon.

--Debo pedirte que te levantes y vayas al salón de castigo. No acepto alumnos fuera de mi horario de comienzo.

Lisa lo vió y por unos instantes quiso matarlo. Sin embargo cambió la mirada en seguida sonriendo falsamente.

--Encantada.

Tomó su mochila y salió a pasos torpes por la puerta. Jungkook notó al instante al mirar su espalda que tenía rasguños rojos en las partes descubiertas. Se alarmó al instante.

La clase terminó y Jungkook muy a su pesar quedó preocupado por su alumna. Decidió que en su descanso en vez de almorzar podría pasar a verla en el salón de detención.

Se detuvo frente a la puerta indeciso de si entrar o no. Fue entonces cuando la vió: su mirada estaba sumergida en unos garabatos de su hoja mientras se mordia el labio arrancandose la piel insistentemente. Su mirada estaba vacía, nostálgica.

--¿Profesor Jungkook? ¿Qué hace aquí?

Jungkook se alarmó al instante. La profesora a cargo de detención se acerco a el de forma emocionada. De pronto la mirada de Lisa fue a él también, sorprendida de verlo. Jungkook le sonrío a la profesora.

--Profesora Lee, buen día. ¿Qué tal todo?

--Dime Ji-eun ¡por favor!

Jungkook se sentía incómodo al tomarse tal confianza.

--¿Qué lo trae por aquí?

--Oh, sólo...

De pronto no sabía que decir.

--Vino a buscarme porque teme perderme de vista ¿No?

Lisa de pronto se metió en la conversación ajena de forma descarada. Jieun sonrió de forma falsa, mientras que Jungkook no sabía en donde meterse.

Lisa se incorporó de golpe y de pronto la mirada perdida y quizás triste de antes había desaparecido por completo dejando a una Lisa superficial en la que demostraba que nada le importaba. Sonrió en grande, confiada.

--Mi castigo ya terminó. ¿Puedo irme profesora?

--Si. Recuerda pensar lo que hablamos y reflexionamos en la clase para la próxima vez que te vea.

Jieun sonrió con veneno, mientras Lisa sonreía en grande.

--¿Quién dijo que volveré a verla?--bromeó de forma sarcástica Lisa dejandola con las palabras en la boca.

Jungkook instantáneamente hizo una reverencia ante su compañera disculpandose por las molestias. Y como pudo, se libró de aquella profesora que no hacía más que incomodarlo.

Cuando creyó que su día no podía ir peor, al pasar por la puerta de salida de la escuela, se encontró con Lisa.

--¡Hola profesor!

Jungkook pegó un salto del susto.

--No debería estar aquí, Señorita Manoban.

--Dime Lisa. ¿Te puedo decir Jungkook fuera de clases?

--¿Como sabes mi nombre?

--Las niñas de mi clase no dejan de hablar de ti.

--Pues no deberías tomarte esa confianza.

Lisa sonrió.

--Tienes razón. Profesor Jeon suena mejor.

Estas últimas palabras las dijo sutilmente en casi un susurro.

Jungkook sintió un escalofrío.

Al mirarla, notó que su cabello salvaje estaba recogido en una coleta alta y de su camisa caian dos pechos redondos con dos pezones rosados.

Estaba sin corpiño.

Jungkook se sintió un pervertido, sin siquiera serlo realmente.

De pronto no podía hacer más que mirarla a los ojos. Si bajaba, sentía que sería su perdición.

Lisa bromeó con algo que fue ajeno al cerebro del mayor y lo tomó del brazo asegurandose que sus pechos tuvieran contacto con su brazo.

Rozó sus pezones duros que sobresalían por encima de esa tela sobre los brazos fuertes de Jungkook. Este último dejó de respirar por un segundo, ¿De verdad estaba sintiendo que se le paraba?

--Lisa, eh... señorita Lisa. Debes volver a la clase, te veo mañana y haz la tarea por favor.

La sostuvo por los hombros tratando de marcar distancia. Desde su lugar vió con mejor ángulo sus pezones sin ser consciente y se avergonzó y excitó en partes iguales.

--Si quiere esto--Lisa se tocó sutilmente con las manos sus pezones erectos--venga por ellos, profesor.

Jungkook abrió los ojos sorprendido. Lisa sonrió coquetamente relamiendose sus labios.

Oppa • liskookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora