Las partes perdidas de la historia por AlexandraSuominen

10-12

noviembre de 1953

Harry estaba distraído, había estado mirando el mismo párrafo durante la última hora sin leer una sola palabra.

Su trabajo iba bien —trabajaba tres horas de 6 a 9 de la tarde cinco días a la semana más cualquier turno extra que pudiera pedir mientras le pagaban un galeón por hora, lo que Orion dijo que era un buen salario para un primer trabajo— pero no tenía mucho que hacer. Había elegido hacer todos los turnos después de cenar pero parecía que no entraba mucha gente a esas horas, por lo que Marta le había dicho que aprovechara el tiempo libre para estudiar o leer. Por lo general, le dirían que se concentrara en el trabajo, pero él trabajaba en una biblioteca, por lo que ella le había dicho que estaba bien siempre y cuando tratara bien a los clientes y fuera respetuoso incluso si lo interrumpían, lo cual él pensaba que era una petición normal. Estaba trabajando, después de todo, era su responsabilidad. Aún así, tomó en serio sus palabras y comenzó a incorporar sus estudios para tener algo que hacer.

Los únicos alrededor eran unos cuantos jóvenes estudiando y una pareja que había comprado algunos libros y luego se había sentado a tomar algo. Estaba tranquilo, todos los libros ya habían sido catalogados para el día y, excepto algunas personas que llegaron tarde para regresar o alquilar un libro, había tenido tiempo de perderse en sus pensamientos.

Aparentemente, Orión no había podido encontrar nada que lo ayudara con su problema de cicatriz, o incluso algún tipo de mención que hiciera referencia a cómo la Magia Negra podría haber entrado en su cuerpo si no se hubiera lanzado Magia Negra a su alrededor. Había terminado cediendo y contándole a Orión sobre esa noche, aunque en realidad no sabía si la maldición asesina era Magia Negra, pero si seguramente lo fuera, ¿Dumbledore no habría permitido que el profesor Moody la lanzara en clase? Claro, no había sido contra ellos, pero estar tan cerca no debía estar permitido si era tan dañino.

"¿Orión?"

"¿Si, qué necesitas?"

"Los Imperdonables, ¿son Magia Negra?" Preguntó. Habían estado estudiando defensa, por lo que pensó que era un buen momento para iniciar la conversación. Orión frunció el ceño. "Es solo que se emitió mucho el día que murieron mis padres, así que tal vez..."

"La Magia Negra se describe como magia que fue creada, y luego utilizada, contra el orden natural de la Magia Natural, como la magia infernal o la magia demoníaca. Los Imperdonables son tres de las peores Maldiciones que se encuentran en las Artes Oscuras, pero con lo que interfieren es el alma. Cuando controlas completamente a otra persona, o la torturas, puede que no sea bueno, pero no va en contra de las reglas de la magia. Si usas la maldición asesina, prácticamente estás borrando un alma, haciendo desaparecer el magia del que matas y borrarlo de la existencia, pero va con el flujo de la vida, todo lo que está vivo debe morir, por lo que no se considera un Arte Negro". Dijo, serio. "Por supuesto, se les llama los Imperdonables en un intento por parte del ministerio de darles el mismo estatus que la Magia Negra debido a sus efectos, pero no conlleva el mismo riesgo que la Magia Negra".

"Pero si se les da el mismo estatus, ¿qué los hace diferentes?"

"¿Alguna vez has oído a alguien hablar de los Imperdonables?" El asintió. "¿Y la Magia Negra, aparte de nosotros?"

Frunció el ceño, pero se dio cuenta de que ni siquiera sabía que existía una cuarta categoría de magia hasta que Orión la mencionó después de despertarse el día de su cita médica. Sacudió la cabeza.