Hola, es difícil expresarse por aquí eh!, no sé cómo comenzar.. podría hacerlo contandoles mis problemas, pero no los quiero agobiar.
Podría empezar contandoles que tengo 16 años, soy sagitario,vivo en un pueblo alejado de la gran ciudad que de por sí es muy horrible.
Desde pequeña sufrí burlas de parte de mis compañeros, siempre fui la niña gorda de la sala, y aunque tuviera "lindo rostro " nada de esto me servía ya que no podía detener los insultos.Cada día me sentía basura, inútil, fea, o como mis compañeros me llamaban "la niña bolo".
Es raro saben?.. siempre fui una excelente compañera y amiga, siempre ayudando al otro, pero nunca recibí un miserable gesto de amabilidad, siempre ir al colegio me resultaba un poco preocupante ya que cada día aumentaban los insultos. ¿Cómo poder darle fin a esto ?, y es que cada vez que me decian "la chica bolo" me sentía muy mal, y por más que mi única amiga del colegio me trataba de subir el animo, nunca sus esfuerzos tuvieron resultados, y eso me dolia más..
Desde el día 1 en esta vida sentí que era diferente, y pues sí, era la niña más deprimida, gorda, y callada de la escuela. Para mis padres esto no era normal pero nunca les llamo mucho la atención, siempre creían que era un proceso de la "ADOLECENCIA", aunque aveces si sentía que era algo normal en cualquier ser humano de mi edad (7 años), ay padres, nunca logran ver el sufrimiento de un hijo hasta que este toma una gran desición..
La mía? ..la mía a los 10 años fue recurrir a la bulimia, claro, lo sé, no es lo más valiente ni lo más sano, pero no sentía que tenía otra solución...
Mis amigos de la infancia me aconsejaban para que dejara este abito, y aunque intentara de mil formas, siempre terminaba poniendo mis dedos en mi garganta, con la ilusión estúpida de que podía adelgazar...
Así estuve un par de meses, hasta que un día caí al hospital, ya saben, bajas defensas, no me alimentaba bien y lo que comía lo vomitaba. Estuve internada 4 meses en la clínica, muy controlada, las enfermeras me miraban cuando almorzaba para comprobar que esa asquerosa comida entraba por mi boca, los doctores me chequeaban a cada hora, era estresante, veía mi estomago tan grande, piernas llenas de grasas, cara redonda y un autoestima de mierda que cada día me carcomía por dentro, y yo, yo no podía hacer nada.
ESTÁS LEYENDO
Diario de una chica desesperada.
Novela Juvenilhablando día a día sobre mis grandes problemas.