Liam:
Nueva vida. Nuevo comienzo. Nueva esperanza.
Eso pensaba mientras lograba ver a las personas pasar con velocidad con maletines en la mano. Muchos corriendo creyendo que su vuelo se iría sin él; otros simplemente iban con toda la calma del mundo hacia el lugar de abordaje; mientras que otros, como mi madre y yo, nos encontrábamos sentado enfrenté de nuestra puerta de abordaje esperando que nos informe cuando podemos tomar el vuelo hacia el lugar anhelado.
Dejo caer mi cabeza hacia atrás pasándome la mano por el rostro, llevamos horas esperando que nos informe que ya podemos abordar, pero nada que lo hacen, es más, ya me estoy comenzando a hartarme de estar aquí, en este asiento tan incómodo.
—Liam, para —gruñe mi madre poniendo una mano en mi pie, el cual no dejaba de moverse de arriba hacia abajo, desesperado.
Algo usual en mí.
—Disculpa —trago saliva, relamiendo mis labios. No podía mentir, diciendo que los nervios de montarme a un avión ya habían desaparecido, era una cruel mentira, todavía seguían ahí, como la primera vez que me monte a uno.
El miedo es algo que no puedo evitar, es más, tener miedo no es malo, solo hace que te fortalezcas más. Si viviéramos en un lugar sin miedo y temores, la vida fuera más aburrida. El miedo es algo que siempre nos acompañará, aunque no queramos, siempre estará ahí, siendo parte de nosotros, acompañándonos.
—Es que me es inevitable no sentirme nervioso, más por la sencilla razón de irme a vivir a otro sitio, el cual no recuerdo absolutamente nada.
Observo como ella hace una mueca con sus labios, su mano se extiende agarrando la mía y dándole un suave apretón. Respiro hondamente mirándola con una diminuta sonrisa; amo eso de ella, que a pesar de todo lo que ha sucedido, siempre ha tratado de mantenerme tranquilo y con una sonrisa en los momentos que más necesito.
Ella ha sido un gran apoyo en el poco transcurso de mi vida.
—Acuérdate algo Liam: dar un paso a lo desconocido teniendo miedo, no te hace menos, no te hace un debilucho, lo contrario, te hace una persona fuerte, una persona preparada para los obstáculos de la vida.
» No dejes que los malos comentarios y las miradas de pena te atormenten, en cambio, lucha con ellas, muestrales que estás listo para lo que se avecina.
Escucho atentamente las palabras de mi madre, un sentimiento inexplicable me inunda el pecho mientras asiento con la cabeza sin decir alguna sola palabra. Ella me sonríe de medio lado antes de agarrar un periódico que había encima del maletín de mano y lo abre para comenzar a leerlo.
Dejo que mi mente se invada de pensamiento, en eso se me viene uno a la mente, que no puedo evitar soltarlo.
—Pero mamá, si vivimos con miedo, muchas de cosas que haríamos habitualmente desaparecieran, ante el temor de hacerlas.
Ella levanta la mirada del periódico y me mira, analizando mis palabras, una sonrisa danza en sus labios cuando deja el periódico a un lado.
—Es verdad, pero si vivimos sin miedo, ni siquiera existiera un cuarto de la mitad de humanos que hay en el mundo. Mira imagínatelo así, ¿qué pasa cuando te tiras sin mirar por la calle?, o ¿qué pasaría si te tiras de un acantilado solo porque no tienes miedo y quieres demostrárselo a los demás? —pregunta, analizándome con la mirada. Mis ojos la miran sin responder, mordiendo el interior de mi mejilla. No es que no lo sepa, solo que no sé si son las respuestas que ella quiere, por eso mejor la dejo que ella misma responda.
—Si cruzas la calle sin mirar, te atropellarían; si te tiras de un acantilado tienes dos opciones, si llevas protección puede que sobrevivas, pero si vas sin protección, fallecerías —responde ella misma, subiendo los pies a una silla y cruzándolos, quedando en posición de indio—. Por si todavía sigues sin entender, las cosas que te acabo de mencionar las harías sin tener ninguna pisca de temor, es más, estarías tan seguro que nada pasaría, que el destino puede jugarte una mala pasada y terminarías muerto. No digo que vivas con miedo, porque como dijiste si vivimos con miedo, la mayoría de las cosas no la haríamos, es más, ni siquiera estuviéramos aquí, a nada de abordar un avión hacia otro país, estaríamos con temor de lo que pasaría, pero si vivimos sin miedo estaríamos tan confiados que nada pasaría que la verdad ni te pondrías a pensar que sería la última vez que verías a esa persona que tanto amas.
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Una Razón Para Existir
RomanceUna razón para existir: Liam es un joven que se dirige junto a su madre a un pueblo desconocido con el fin de olvidarse de la nostalgia del pasado. Lo que no sabe es que el pasado puede encontrarte y hacer desastres, quitando algo valioso que duele.