Parte cuatro

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No cabía duda la felicidad de Kihyun al mirar a Yoongi reír con JungKook. Ambos estaban en la cocina, tratando de cocinar el estofado. La receta de su abuela. Trataban porque más bien jugaban entre sí, bromeando y jugando como adolescentes enamorados. El alboroto era demasiado fuerte que el bullicio se escuchaba hasta la sala, dónde el y Namjoon, se aseguraban de colocar los demás platillos en la mesa.

Era difícil concentrase, así que siendo perdedor del piedra, papel o tijera, tuvo que ir a supervisar a la pareja.

Y ahí estaba, recargado en la puerta de la cocina, mirando a ambos con diversión. Ninguno se dió cuenta de su presencia, estaban demasiado sumergidos uno al otro.

Todo pasó en cámara lenta, Yoongi terminó resbalando con el aceite qué accidentalmente había tirado JungKook. Pero no, no pasó a mayores porque JungKook lo había sujetado rápidamente de la cintura y atrapandolo hacia su cuerpo. Como la escena de una película romántica barata.

Y oh, estaban mirándose, en silencio. Kihyun juraba ver corazones alrededor de ellos y ese tonito abrumador para tal escena. Ok, talvez debería dejar de ver tantas K-dramas.

Sus rostros empezaron a acercarse, sus labios a separarse y la respiración acelerarse, apunto de besarse, pero... no quería verlos comerse la boca, no gracias. Ya había sido testigo de muchas.

Hizo un carraspeó y aplaudió entrando y acercándose a ellos con burla — ¡Hey... ¿Cómo van, chicos?!.

Ellos se separaron rápidamente y lo miraron sonrojados. Claro, sin mencionar la mirada asesina de JungKook. Kihyun ya era inmune.

Yoongi se aclaró la garganta — Yo diría que excelente.

JungKook asintió en acuerdo pero no dejaba de fulminarlo con la mirada.

— Veremos — Kihyun se acercó a la olla. Solo estaba la carne cocida — Tienen dos horas aquí y solo tienen esto. ¿Que diablos hicieron?.

Yoongi se sonrojó sintiéndose avergonzado. Si, había venido con la idea de preparar un excelente estofado y JungKook, su ayudante, lo había distraído demasiado. Demasiado bien para su gusto.

Pues habían pasados largos minutos besándose cómo adolescentes enamorados. También platicaban y jugaban, la comida había pasado a segundo plano.

—¿Qué tal una pizza? — Murmuró Yoongi. JungKook sonrió ladino, Kihyun negó lamentablemente.

Al final terminaron ordenando pizza. Los cuatro estaban sentados, comiendo y platicando como grandes amigos.

— ¿Cómo va la empresa? — Kihyun preguntó cuando la mesa cayó en un silencio mortal.

Namjoon sonrió orgulloso — Excelente. Ya tenemos a los nuevos trainees listos para su debut.

— Si. Una pareja se unió a la empresa para ayudarnos — Explicó JungKook acariciando la mano de Yoongi con cariño — Un bailarín profesional y un instructor de canto.

Kihyun asintió sonriente — He oído que son excelentes chicos. Kim Taehyung y Jung Hoseok. Han estado en varios concursos y empresas. Son un dúo increíble.

—¿Tu como sabes de eso? — Namjoon preguntó con una mueca.

— Los sigo en sus redes sociales, obviamente — Kihyun se sonrojó. Namjoon lo miraba fijamente.

Yoongi rodó los ojos, mirando con sospecha a esos dos.

— Pues ellos serán mis suplentes por un tiempo — JungKook sonrió y miró a Yoongi con su ligero abultado vientre. Estaba feliz y emocionado por este gran cambio — No podré  ayudar a los trainees pero se que ellos harán un buen trabajo.

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