Priest | Hyunin

Unica parte

ADVERTENCIAS: se habla de diosito y esas cosas, tipo alusiones homofobicas, pensamientos híper religiosos, sexo en una iglesia y Hyunjin vestido de padre🥺🥺

Mayores de edad. Jeongin 18 y Hyunjin 21.

Si no te gusta, no leas✨ no es mi intención ofender a nadie con este tema, es mera ficción.
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El primer pensamiento de Jeongin es de asombro, ¿tan grande es la vocación de un padre que trabaja incluso a medianoche? Es la primera vez que entra a una iglesia de noche. Pero últimamente, parece necesitar mucho más seguido la orientación de Dios.

Ha cometido muchos errores y pecados inimaginables. Y estos, lo acechan en medio de sueños pecaminosos.

Su madre asegura que a sido corrompido por el diablo desde que decidió no seguir el sacerdocio. Pero su vocación no está ahí. Ama a Dios pero quiere mucho más en su vida. Quizás su madre tenga razón al creerlo un pecador.

Últimamente sus deseos se han salido de ruta y le hacen avergonzar y tener temor a Dios.

La mayoría de sus amigos le afirman que ya pasará, que son parte de ser adolescente pero Jeongin no puede creer esto y siente miedo de ser una aberración.

Porque sus pensamientos son... impuros. Y merecen el mayor de los castigos.

Sus padres preferirían matarlo antes de comprender lo que sucede en su corazón.

Y él está lo suficientemente abochornado por no poder evitarlo.

Ya ha rezado suficientes padre nuestros, ave marias, creos y a rogado perdón de rodillas pero no ha bastado.

Su mente continúa llevándolo al mismo punto y provocando accidentes a su pene. Está sucio, es una persona sin honra y merece ser castigado, lo sabe. Aquellos con esta desviación solo merecen arder en las llamas del infierno.

Quizás el sacerdocio pueda ser su salvación.

Dios es misericordioso y si dedica su vida a él tal vez pueda ser perdonado.

Se limpió las lágrimas y se obligó a entrar a la iglesia no sin antes hacerse la cruz e inclinarse en respeto. Su intención era rezar un poco y obtener protección para que su mente no se desviara al pecado pero en cuanto ingresó al lugar descubrió que no estaría solo.

Dentro yacía un hombre de traje. Estaba al fondo a la derecha. Y miraba al frente murmurando palabras para sí mismo. Solo al observarlo a detalle descubrió que se trataba de un sacerdote. Le sorprendió lo joven que lucía pero también era consciente de que muchos de ellos solían dedicarse desde niños hasta llegar a la edad apta, así que, lo dejó pasar. Seguramente era un seminarista nuevo.

La iglesia es un refugio para aquellos que lo necesitan en cualquier aspecto.

Y él lo necesitaba desesperadamente.

Titubeando se acercó hasta el padre y como ya era costumbre se sentó a su lado. Tan enfocado en sí mismo que no notó la tensión en el cuerpo del contrario ni la forma en que apestaba a alcohol. —Se que es tarde pero necesito hacer una confesión sobre algo que me ha estado atormentado y que no me permite conciliar el sueño en las noches. También es algo que he estado ocultando en mis últimas confesiones pero creo que estoy listo para decirlo, padre.

Hyunjin se paralizó aún un poco borracho por todo el alcohol. Miro al bonito chico que se sentó a su lado a pocos centímetros de distancia. Y la tentación fue enorme, más cuando le llegó el suave aroma a vainilla y lilas.

Sus ojos evitaban hacer contacto. Mientras apretaba sus manos juntas y se veía tan arrepentido y torpe. Inexperto.

Aclaro su garganta.