❝Jeon es la Mafia, pero Kim Taehyung el poder.❞
O donde Jungkook hará lo que sea por ese pequeño de tan alucinantes ojos púrpura.
✨KOOKV/KOOKTAE.
✨DONCELES.
✨CONTENIENDO EXPLÍCITO Y LEGUANGE VULGAR.
✨MENCIÓN DE ARMAS Y SUSTANCIAS ILÍCITAS.
✨ASES...
Dos horas más tarde, el Jet privado aterrizó en la mansión Jeon.
Desde que llegaron, Jungkook se dedicó a maquinar su malvado plan. Éste creaba escenarios tan perturbadores en su cabeza para acabar con la existencia de Park Hyung sik. Namjoon por su parte, aprovechó para escabullirse a la cocina para comer algo.
Jungkook estaba tan ensimismado en su mundo, que no notó cuando el moreno ingresó a su despacho, con una bolsa de papitas en sus manos.
— Mierda, Jungkook. Das miedo cuando sonríes de esa forma. Sí no fueras mi amigo, ya hubiera salido corriendo de aquí— bromeó sacando al mencionado de sus pensamientos.
— No digas estupideces, Nam.— dijo observando con desaprobación al contrario. Éste alzó los hombros sin importancia y prosiguió degustando sus deliciosas papitas— Deja de comer y ve ahora mismo a vigilar al bastardo de Park. Quiero saber absolutamente todo lo que hace.
— ¡Agh! ¿Porque yo? ¿No puedes mandar a Félix? Él es el mejor detective que tienes.— se quejó haciendo un mini berrinche. Jeon le dió una mirada filosa.
— Porqué Félix está trabajando en otro asunto. Además, tú no tienes nada que hacer, ¿oh, sí?— Namjoon negó— Entonces mueve ese trasero, sí quieres una buena paga.
— Me ofendes, Jeon. ¿Crees que solo me interesa el dinero?— cuestionó indignado y Jungkook inmediatamente respondió un rotundo, "sí".
— Me dueles, Jeon.— el moreno se tocó el pecho fingiendo dolencia— Pero tienes toda la razón. Amo el dinero, pero... — se detuvo por unos breves segundos y luego prosiguió— No tengo con quien compartirlo.— una mueca extraña se apoderó de su rostro, mientras Jungkook rodaba los ojos con evidente fastidio.
— Demonios, Kim. No me vayas a salir con tus mierdas del amor. Suficiente tengo con Min, que se la pasa tirando miel junto al enano de Jimin. De solo recordarlo me dió náuseas.— dijo asqueado—Haz lo que te pedí, lo quiero para hoy.
Ésta vez, fue Namjoon el que rodó los ojos. A veces su amigo era demasiado amargado y mandón.
— Esta bien, ahora mismo salgo en busca de ese imbécil.
Sin más que decir, el moreno se retiró a llevar a cabo su misión. Jungkook por su parte, prosiguió investigando por su cuenta.
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Organización Park.
— J-jefe...— un agitado hombre de mediana edad, irrumpió en aquel lujoso casino. Aquel lugar estaba repleto de mujeres semidesnudas y varios hombres bien vestidos, quienes se encontraban fumando, bebiendo y jugando póker.
