𝐵𝑎𝑛𝑑𝑖𝑡 |EN EDICIÓN|

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 1: 𝐵𝑎𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜

- Billy, mírame...todos vimos lo que sucedió - la mujer pelirroja estaba haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas de impotencia pese a la macabra escena que acababa de ocurrir en el saloon.

"Nadie va a creerle"

Pensó el muchacho para sus adentros mientras se alejaba a rastras de aquel cuerpo que yacía inherte. Una densa capa de líquido carmesí comenzaba a teñir los tablones de madera. Haciéndose cada vez más y más grande.

Para cuando el sheriff llegara ya no habría más que hacer. salvo llamar a los hombres de Joe, los de la funeraria,para que dieran sepultura a aquel pobre malnacido.

- lo siento... No quería matarlo,en verdad que no quería- Billy dió un último vistazo por encima de su hombro,para despedir con una sonrisa llena de amargura, a la pobre pelirroja que había conocido durante su estadía en Silver city.

Alice.

Es que acaso comenzaba a sentir aprecio por la muchacha a causa de los favores que le hacía.

Comida...y compañía de vez en cuando.

O era algo más?

"Alice" se repetía a medida que avanzaba cojeando por el estrecho camino de terracería. Comprendió que tenía que darse prisa en coger el caballo o de otra forma, sería hombre muerto.

No. No lo sería. Se había librado de tretas peores que aquella.

Mientras ensillaba el caballo,listo para abandonar aquel pueblo que lo había acogido por meses, escuchó los pasos lentos,pero aún firmes del viejo.

¡Ah,el viejo!

Seguro venía a sermonearlo otra vez...

"Puede que sea la última" pensó fugazmente.

- ¿Dime que no has matado a alguien muchacho? - carraspeó con su voz quebrada a causa del "vicio" como el hombre le llamaba.

Años de consumir cigarrillos y beber alcohol barato comenzaban a pasarle factura a medida que el anciano se aproximaba al final de sus días.

-No quise hacerlo...no fue mi intención Moss, él me atacó primero. Yo sólo me defendí.

-hum, defenderte... Sí,eso ya lo he oído antes. Sabes que no podrás volver aquí ¿o no muchacho?

Billy, volvió la vista al hombre a sus espaldas. Sus ojos estaban cristalinos por las lágrimas contenidas.

-ya no hay nada más que esta tierra pueda ofrecerte,hijo. toma tu caballo y no vuelvas.

-Moss no voy a dejarte.- replicó el hombre con una profunda nostalgia en la voz. Iba a extrañar al viejo.

-Anda, estaré bien. Te recomiendo que vayas en la dirección opuesta. Por tu bien, hay menos turbulencia por aquellos lares- el viejo hizo amago por ayudarlo a subir al caballo. Luego,con una sonrisa cansada,dio una calada profunda a su cigarro y palmeó las ancas del caballo para que este saliera.

Billy vio a Moss volverse más y más pequeño por la distancia. a medida que avanzaba, el viento fresco le golpeaba la cara,como queriendo espabilarlo. Como asegurándose de que estuviera despierto y alerta,por si lo seguían.

Sabía a dónde ir.

Pero no sabía cuanto tiempo permanecería allí.

(...)

Chihuahua, México.

- Un día de estos, vas a venirte a vivir conmigo- exclamó con vehemencia el hombre moreno dando un largo trago al vasito jaibolero que contenía whisky.- ¡y ni tú, ni tu padre, ni nadie en este maldito pueblo va a impedirlo!- el hombre miró fijamente a Teresa que hizo un mohín con la nariz a causa del olor a alcohol y algo rancio que expedía ese hombre.