Los susurros del pueblo

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Era casi el atardecer cuando mí mami me pidió que la acompañe al pueblo a comprar.
Ella había hablado conmigo respeto a mi amigo el señor Tengu, me había dicho que podía ir a verlo de vez en cuando pero no todo los días.

Cuando llegamos al pueblo mí mamá paraba de vez en cuando en los puestos para comprar cosas, mire un puesto que tenía cometas de muchos colores.
Los miraba con emoción cuando escuché un susurro detras de mi.

Esa es la niña, ni siquiera su padre la quiere, se la dieron a una criada para que la cuide lejos de su vista - dijo una voz que reconocí como la de una mujer.

Baje la cabeza triste, mi mami me había dicho que mi papi se había ido al cielo porque estaba muy enfermo, no podía creer lo que decían esas mujeres.

Caminé molesta hasta otro puesto, un puesto de pinturas, había muchos colores y papeles, libros, pergaminos, tinta y pinceles.
Nunca había visto cosas tan increíbles en mi vida, lo quiero, lo quiero, lo quiero.

Busque a mi mami con la mirada hasta que la ví, corrí hacía ella y tire de su kimono.

Mami! Mami! Mami! - la llamé, quería esas cosas para dibujar y pintar.

Que pasa cariño? - me preguntó después de pagar a la señora de la verdulería.

Hay una tienda con cosas para pintar y dibujar por allá! - le dije señalando en la dirección del puesto - yo quiero!!

Cariño, hay que comprar cosas mas importantes, como comida y ropa nueva - me dijo ella e hice un puchero.

Per yo quiero pintar mami! - me queje.

Ya dije que no yuzuru - me regaño - no podemos darnos el lujo de gastar ese dinero en cosas para dibujar.

Me crucé de brazos molesta y caminé al puesto de nuevo mirando las cosas con anhelo.

Casi a la noche cuando mí mami cocinaba la cena, salí silenciosamente de la casa y corri al bosque, iba a quejarme con el señor Tengu, el si me hacía caso, no como mi mami.

Cuando llegué al lugar donde nos encontrábamos con el señor Tengu lo llamé en un susurro.

Señor Tengu - lo llamé mirando alrededor.

Lo llamé por un rato hasta que me cansé y me sente en una raíz, el señor Tengu no estaba y el bosque estaba volviendo oscuro.
Mis ojos se llenaron de lágrima, yo quería esas cosas para pintar, mi mami había sido mala por no querer comparamelas y el señor Tengu no estaba para consolarme.
Me hice bolita y lloré entre mis rodillas hasta que escuché los arbustos moverse.
Levanté la mirada y mire el arbusto.

Señor Tengu? - susurre y no recibí respuesta.
Me levanté lentamente limpiando mis lágrimas, me acerque al arbusto pero antes de llegar un monje de cabello blanco con unas vendas en los ojos salió de ellos.

A quien buscar pequeña? - me preguntó acercándose peligrosamente.

Este monje me daba mala espina, me hacía sentir incomoda no como el señor Tengu.

A un zorrito....es mi amigo - le susurré jugando con mis dedos.

El se quedó quieto como si pensará, volteó la cabeza a la derecha "mirando" a lo profundo del bosque.

Vuelve a tu casa nena, es muy tarde para que estes afuera - me dijo serio mientras caminaba en la dirección que "veía"

Pero como ve con eso en los ojos? - le pregunté algo confundida.

Vete a tu casa! - me ordenó y un viento algo fuerte sopló de lo profundo del bosque.

Maldición - dijo el hombre entre dientes y cuando pestañe estaba bajo su brazo, sobre un arbol.

Que alto!! Nunca estuve tan alto! - dije emocionada.

No es momento para celebrar pequeña, esa cosa ya me sintió así que estamos en problemas - dijo mirando al bosque.

Que cosa? - pregunté confundida mirandolo.

Un árbol voló en nuestra dirección y el hombre salto lejos evitando el impacto.

Ese arbol voló! - dije impresionada - genial!! Otra vez!

El hombre apretó los dientes fruztrado y una silueta se elevó en los árboles haciendolos crugir.
Analicé esa silueta y sonreí.

Señor tengu!! Si vino!!

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2023 ⏰

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