𝑴𝒊 𝒑𝒓𝒊́𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒎𝒆𝒔𝒕𝒊𝒛𝒐 𝑰𝑰 [[ 𝖲𝖾𝗏𝖾𝗋𝗎𝗌 𝖲𝗇𝖺𝗉𝖾 ]]

- Cap. 16 -

Era un día fresco y soleado en la estación de trenes de King's Cross cuando me despedí de mis dos pequeños, Alastor y Eileen, antes de abordar el Expreso de Hogwarts. Remus, como siempre el tío cariñoso y confiable, estaba a cargo de cuidarlos mientras yo cumplía con mi deber en el castillo. Les di un último abrazo, sintiendo cómo se aferraban a mi pantalón con sus pequeñas manos llenas de afecto y cariño.

— Volveré pronto — les prometí, besándolos en la frente antes de alejarme hacia el tren.

Los mellizos sonrieron con sus ojos brillantes y, al mirar hacia atrás mientras me alejaba, pude ver a Remus agacharse para hablarles en voz baja, seguramente contándoles alguna historia mágica para hacer que el tiempo pasara más rápido.

Tomé aire y mire la pared que ahora tenía que atravesar, era como viajar años atrás, cuando la cruce. Pude sentir otra presencia, pero no me asusté, fue acogedor de hecho. Por un segundo, sentí como si James estuviera allí conmigo, como si lo hubiéramos atravesado juntos.

El viaje en el Expreso de Hogwarts fue un paseo nostálgico a través de los recuerdos de mi propia época estudiantil. Al llegar a la estación, recordé las emociones que sentí al pisar por primera vez el suelo de Hogwarts. Ahora, me dirigía al castillo para asumir un nuevo rol, algo que ni en mis sueños más locos habría imaginado.

El castillo como siempre, dando de las más hermosas vistas junto al atardecer, con los rayos de sol escondiéndose detrás de semejante estructura. No importa cuando ni desde dónde, Hogwarts es una obra maestra.

Al llegar al castillo, Dumbledore me recibió con una sonrisa amistosa y me llevó a su despacho. La conversación fue breve pero significativa, ya ambos sabíamos para que estábamos allí pocas horas antes de comenzar las clases.

— Serás la guardiana del castillo... pero a medio tiempo, sabes que hacer, aquí serás Snape o Moody en su defecto, con lo estricto que es Severus no estará contento de que se enteren sobre que tú y él tienen una conexión, pero eso lo veremos después — dijo Dumbledore con su mirada sabia y comprensiva. — Necesitamos a alguien en quien confiar para cuidar de los nuevos estudiantes y velar por la seguridad del castillo, con Harry aquí, necesitamos de alguien como tú en los alrededores, quiero que te asegures esta noche que lleguen bien al castillo, luego veremos bien tus horarios 

Asentí con determinación, sabiendo que este era mi deber. Ya lo habíamos hablado antes, en realidad no me puedo entrometer en nada, solo evitar que las cosas pasen a algo peor y/o que involucre al resto de alumnos. 

— Puedes contar conmigo, Albus.

La noche empezaba a caer y eso significaba que los alumnos no estaban muy lejos, pase a saludar rápidamente a mi amigo, Hagrid y lo acompañé hasta la estación de Hogsmeade. 

El sonido del tren nos avisó que estaban llegando, me metí entre los arboles y cuidé a los alumnos desde la distancia todo el camino . Pude ver como una cabellera roja acompañaba a Harry, teniendo en cuenta las generaciones de Weasley, debía de ser Ron, quién tiene la misma edad que Harry.

Vi toda la ceremonia de selección, rememorando la emoción que sentí yo el día que me tocó estar allí y los hermosos momentos que me trajo el castillo. Más emoción me generó ver que mi sobrino, continuó nuestro legado, siendo un Gryffindor más. 

Vi el nerviosismo de Harry cuando le tocó subir, Minerva le puso el sombrero y este se tomó su tiempo. Conociendo el pasado de Harry, las probabilidades de estar en Slytherin son grandes, pero si tiene la misma determinación que tuve yo, demostrará la valentía suficiente para que el sombrero lo envíe a Gryffindor. Así fue.

— ¡¡Gryffindor!! — exclamó el sombrero y así como con todos sus seleccionados, los Gryffindor saltaron y vitorearon de emoción 

Aunque estoy casada y tengo dos hijos con un Slytherin, agradecí que Harry no quedara en esa casa o las cosas serían muy difíciles para nosotros. Más para mi.