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—¡Felix! ¡Bebé, traje comida! —Dijo Changbin entrando a la casa.— Uff, había mucho tráfico y una señora se peleo con su hija..— Soltó una risilla. —Baja a comer bonito, no quiero que te quedes sin comer otra vez...
Changbin seguía hablando mientras caminaba a su habitación compartida, sin obtener respuesta de su novio.
—Ándale bonito..— Se adentro al cuarto, sin señal de Felix. —¿Felix?— Pregunto al aire mientras buscaba a su novio con la mirada, hasta que se dio cuenta de que la puerta del baño estaba cerrada.
Se acercó y tocó, sin respuesta alguna.
—¿Amor? ¿Estás ahí?— Espero unos segundos y no escucho ningún ruido, por lo que entro.
Se adentró al baño con un escalofrío recorriendo su columna, sentía un mal presentimiento, su respiración se hizo pesada y algo recortada... sentía una vibra pesada, algo queriendo advertirle de algo, con miedo, dejo de ver el suelo y vio la esquina del baño.
Y ahí lo vio... con los ojos cerrados, sin respiración y la boca entreabierta, se notaba que había llorado, la navaja estaba tirada a su lado, sus muñecas manchadas de su propia sangre... pero por alguna razón... se veía tan tranquilo... se podría jurar que solo estaba dormido...
Changbin sintió sus rodillas fallar, su mandíbula tembló y sus ojos se cristalizaron, un grito ahogado salió del fondo de su garganta.
—¡Felix! ¡No, no, no!— Inmediatamente se acercó a él y lo tomó en sus brazos. —No bonito, no... estoy aquí, estoy aquí. Todo está bien, aguanta, no me dejes. ¡No me dejes!
Sus manos temblorosas sacaron su teléfono de su bolsillo y marcó al número de emergencia.
—¡Por favor despierta! ¡Despierta! No es divertido... no lo es... ¡despierta!
Changbin rogó mientras abrazaba a Félix y tocaba con delicadeza sus muñecas sangrientas.
—¡Una ambulancia! ¡Por favor, una ambulancia!— Grito acariciando el pelo rubio del pecoso ya frío...
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Changbin junto con los padres de Felix y los suyos estaban esperando al doctor, en cuanto lo vieron salir con una mueca de tristeza Changbin se acercó y al instante supo lo diría.
—¡No! ¡No, no, no!— Tomó al doctor del cuello de la camisa entre lágrimas. —No por favor...— Pegó su cabeza al pecho del doctor.
Sus padres lo despegaron y él al instante lloro en el cuello de su madre mientras el doctor le daba el informe a los padres del recién fallecido..
La madre de Changbin se acercó a la madre de Felix cuando la señora cayó de rodillas casi desmayándose.
—¡Mi hijo!— La madre en pena soltó un grito desgarrador mientras Changbin tomaba su cabello con desesperación y lloraba sin parar.
Y fue así, que un 30 de abril Felix se marchó... dejando atrás a todos y a todo. Fue así, que un 30 de abril Felix ya no lucho mas... acabando con todo. Fue así, que ese maldito 30 de abril Changbin se quedó sin el amor de su vida... quedándose solo.
El amor duele... de todas las formas posibles, Changbin lo confirmo cuando Felix decidió dejarlo en este cruel mundo.
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