32° Libro: 1984
A veces te amenazan de algo... algo que no puedes soportar, que ni siquiera puedes imaginarte sin temblar.
El ambiente era embriagador, ¿cuánto hacía que no fuera a una fiesta? Ha pasado un tiempo desde que no había asistido a una, ¿y qué mejor que un viernes por la noche como ese para asistir?
Su amigo Taemin lo había invitado y Yoongi no tenía planeado asistir, pero no tenía algo mejor que hacer, se había alistado temprano para poder salir a aquella fiesta.
Min estaba disfrutando de las canciones a todo volumen, mientras veía las pocas luces que habían en aquel lugar, iluminando apenas el rostro de los presentes allí, no había duda de que era una gran fiesta, el olor a alcohol inundaba el lugar, además de que varios tenían en sus manos y comisuras de sus labios algún cigarrillo.
Los olores eran distintos, desde el típico tabaco, hasta la menta y olores dulzones de sandia provenientes de cigarros eléctricos, Yoongi estaba consciente de que eran muy conocidos entre sus amigos, pero a él no le gustaban, pensaba que eran unas tonterías, ya que si pensaban drogarse que fuera en serio.
Salió al patio que se encontraba en la parte de atrás de la casa, necesitaba algo de aire fresco, pues el calor del lugar, más el olor a las adicciones lo habían inundado demasiado pronto y no le agradaban en lo más mínimo, a pesar de que se sentía a gusto allí, podía sentir un ligero vació, Min sabía que posiblemente sería porque no estaban sus amigos a su lado.
Respiro el aire en cuanto ya estuvo alejado un poco de la casa, al exhalar el aire percibió un ligero olor a pino y pasto recién podado.
— ¡Hey, Yoongi! —
El nombrado giró sobre sus talones para mirar de quien se trataba. No le sorprendió en lo más mínimo al encontrarse con su amigo Taemin, tenía en su mano derecha un cigarrillo y expulsó algo del humo, sabía que seguramente sería uno de menta, a Taemin le encantaba fumar siempre cigarrillos de menta.
— ¿Te diviertes? —
—Sí, aunque es algo pesado el ambiente— respondió mirando el cielo, apenas y había estrellas. —Pero es una gran fiesta—
—Lo sé— le dio una calada a su cigarrillo. —Jaebum está vez si se lució—
Taemin expulsó el humo en cada palabra que pronuncio y Yoongi veía el humo salir de sus labios. A veces aún tenía una pequeña necesidad de fumar, aunque sea un cigarrillo, era como un ligero pellizco, quería hacerlo, quería ir y comprar una cajetilla y pasarse una tarde disfrutando del humo.
— ¿Gustas? — preguntó ofreciéndole un cigarrillo.
—No— respondió. —Lo he dejado—
Su amigo enarcó una ceja al escuchar eso, sonrió mientras le daba otra calada al cigarrillo de menta.
— ¿Tú? ¿Dejarlo? Yoon, no lo creo, para unos es fácil, pero llevas... tres o cuatro años sin soltar una cajetilla de cigarros, ¿cuántos fumabas? —
—Tres o cuatro al día—
— ¿Ves a lo que me refiero? Ya es muy difícil que pases un día sin querer probarlos. ¿Por qué lo dejaste? —
Suspiró y en su mente paso el recuerdo de la cajetilla de cigarros que le había dejado a Namjoon en aquella habitación pintada de blanco.
—Le hice una promesa a un amigo, le dije que dejaría de fumar—
— ¿Qué amigo? —
—Namjoon— el otro sonrió y negó con la cabeza, sabía del accidente que le había pasado a aquel chico de piel morena.
— ¿Kim Namjoon? — no pudiendo creer lo que había escuchado. —No hagas promesas a muertos—
Yoongi apretó los puños en cuanto escuchó el comentario de su amigo Taemin, no podía creer que había dicho tales palabras.
—Él no está muerto, despertará—
— ¿Y sí eso no ocurre? Min, tienes que aprender, es mejor hacerles promesas a personas vivas, ellas pueden verte y apreciar lo que haces—
Iba a contestar, pero no quería meterse en una discusión con su amigo, tampoco debía quedarse callado, de eso estaba muy consciente.
—Vivo o muerto siempre apreciaran lo que haces, no es necesario que te lo digan con palabras, mi promesa la cumpliré, aunque no satisfaga a nadie, al menos estaré bien— comenzó a caminar de nueva cuenta hacia la casa.
— ¿No que te había asfixiado el ambiente? —
—No voy de regreso a la fiesta, me largo de aquí—
Sin esperar respuesta de Taemin, salió de la fiesta y de la casa.
—Nam— Yoongi entró a la habitación ciento veintisiete.
Era temprano, pensó que podía ver a Seokjin allí leyéndole a Namjoon, pero no lo encontró en la habitación, supuso que estaría apenas levantándose para llegar y leer a su bello durmiente.
—Parece que Jin no ha llegado, bueno eso me da tiempo para venir a verte—
Min tenía algo en su mano izquierda, lograba cubrir aquella nueva caja de cigarrillos casi por completo con su mano cerrada en un puño, evitando aplastar la caja, que aún estaba sellada.
—Ayer... fui a una fiesta a la cual me invito Taemin. Me fui casi de inmediato, creo que no dure más de tres horas allí adentro, le conté sobre la promesa que te había hecho, dijo que era una tontería, que no debería hacerle promesas a la gente muerta, pero no estás muerto, lo sé porque solo estás dormido, solo falta que despiertes y vuelvas a sonreír y tal vez te vuelva a decir esto y tu dirás "no le hagas caso a un idiota como Taemin"... sí, posiblemente es lo que dirías—
Se acercó a Namjoon y colocó la caja de cigarrillos en la palma de la mano derecha del moreno, luego con cuidado cerro los dedos para formar un puño, para que así la agarrará.
—Tengo otra promesa, pero quiero hacerla está vez más contigo, prometo cada que sienta ganas de fumar darte una caja de cigarrillos y tú, me darás un paquete de esos dulces llamados salvavidas, creo que es una buena manera de que me recuerdes que es a ti y solamente a ti a quien hice una promesa que debo cumplir—
Detrás de la puerta un chico sonreía mientras escuchaba aquellas palabras de parte de su amigo, Seokjin había pasado por un café ya que tenía algo de frío y al ver que Yoongi estaba en la habitación del moreno, decidió escuchar.
"Jin, ni la persona más débil ni la más fuerte es capaz de romper promesas, porque sabe que se estaría decepcionando no solo a la persona a quien se la hizo, sino que también así mismo"
Seokjin después leería un poco del libro "1984" de George Orwell, para Namjoon.
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Mi Bello Durmiente¡! ↬ NamJin
FanfictionKim SeokJin lee un nuevo libro cada semana para NamJoon, el chico de la habitación 127, el chico en coma. ੈ✩‧₊ Sнιρρ Nαмנιη Nαмנσση тσρ ;; Sєσкנιη вσттσм ੈ✩‧₊ Géηєяσ Rσмαηcє, dяαмα, αηgѕт. ੈ...