Payaso de tienda

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Te voy a contar una historia de cuando trabajaba en una tienda de cosas olvidadas, hace tiempo que me fuí pero yo no voy olvidar el amigo que hice ahí. En aquel lugar había un pequeño payaso, su cara era rara y divertida, me hacía reír cada vez que lo veía. Es tierno.

"Dentro de él puedes poner tu alcohol" decía el vendedor pero al final nadie lo compraba porque él en su forma extraña de cristal, en sus chapitas y en sus años de existir alguien lo dejó caer... tenía una grieta en su corazón colorado. Una vez solo por curiosidad, por un querer, lo levanté para verlo brillar a contraluz.

Ahora imagina las refracciones de un fuego artificial, calorcito de verdad. Uno que arde y que duele tanto que cauteriza y sella las grietas que ahora reflejan un solecito colorado, anaranjado y dorado. Justo como él yo tengo el corazón hecho pedazos.

Justo como él deja que te duelan las grietas, que te brillen tanto que a los pulmones les falte el aire, deja que queme, deja que sea divertido (realmente no lo es, pero al menos es bonito)

Sal de tu cabeza, sé valiente. Siente.

Observa los granitos de luz que se reflejan en ti, en tu piel, en la pared.

Siente unos segundos solo para ti.


Chelle.

Alma en el marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora