Talking to a dead

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—¡MING-XIONG! ¡MING-XIONG! LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO ¡SOMOS LOS QUE PECARON! SOMOS LOS QUE ESTAMOS EQUIVOCADOS. ¡ES MI CULPA!  MI HERMANO SOLO HIZO LO QUE HIZO POR MI. MI HERMANO SE HA VUELTO LOCO, ¡ESTA LOCO NO PUEDES VER! YO... TÚ... TÚ...

Quería rogar por misericordia, pero las súplicas no abandonaban sus labios, no podía hacer más que disculparse, su cuerpo y su mente eran inútiles bajo ese estado de desesperación. En ese momente, de él dependía la vida de su hermano y la siguiente decisión de Ming Yi, que por un segundo pensó que se había calmado, pareció recordar algo y lentamente le dijo en medio de único momento de silencio que tuvieron desde que está situación comenzó.

—Has llamado a la persona equivocada.

Después de aquello la cabeza de su hermano abandono su cuerpo siendo que He Xuan la arrancó violentamente.

Grito, grito y ¡Gritó hasta sentir su garganta desgarrarse!

El grupo de locos a su alrededor hizo escandalo una vez más, riendo ruidosamente y corriendo de un lugar a otro, aplaudiendo y girando, regocijados en la alegría de pasar por encima del cadáver de su hermano.

El medallón de longevidad soltó un último grito en su cuello y solo se detuvo cuando Shi QingXuan dejó de gritar.

—¿Tienes algo más que quieras decir?

—...Quiero morir

—Sigue soñando.

He Xuan se acerco a él pero Shi QingXuan perdió la conciencia antes de que pasara cualquier cosa.

No supo cuanto tiempo estuvo desmayado pero cuando despertó la imagen de la cabeza de su hermano en las manos de Agua Negra seguía en su mente, la mirada sin vida en sus ojos azules y su expresión de terror al sentir como en un segundo su vida fue arrebatada.

Aunque al final de todo, Shi Wudu sólo estaba pagando el precio de sus pecados.

Ni siquiera los dioses podían escapar del destino.

Con un dolor de cabeza casi insoportable y las náuseas empezando a hacer efecto miro a su alrededor por primera vez desde que recuperó la conciencia, el cuerpo de su hermano seguía donde Ming Yi lo había dejado, la sangre en el suelo se había derramado tanto que aún cuando el cuerpo de su hermano no estaba tan cerca el líquido rojo había llegado a él, en sus túnicas ya no sólo estaba la sangre que había salpicado cuando Ming Yi arrancó la cabeza de Shi Wudu si no que ahora también estaba toda la sangre que perdió el cuerpo desde que fue despojado de su cabeza.

Shi QingXuan no se dio cuenta que había empezado a llorar nuevamente, en silencio las lágrimas cayeron de sus ojos; busco con la mirada a Ming Yi por la habitación pero ya no estaba, ahora solo quedaba él junto a el cadáver de su hermano, sin embargo, eso no duro mucho, después de unos minutos escuchó varios pasos y voces fuera de la habitación, por un momento se asustó pensado que sería Ming Yi o su grupo de locos, que una vez después de acabar con su hermano ahora irían por él, pero en realidad cuando las puertas fueron abiertas se encontró con varios oficiales celestiales que venían por su rescate.

Todos gritaron su nombre al verlo con vida e inmediatamente rompieron las cadenas que lo mantenían prisionero. Sin fuerzas se levantó, no respondió ni una de las tantas preguntas que le hicieron, solo quería salir de ahí y volver a su palacio para descansar, los oficiales le ayudaron a caminar para salir del salón, sin embargo, Shi QingXuan miró una última vez hacia atrás, al lugar donde estaba el cuerpo sin vida de su hermano, pero lo que no esperaba ver era a Pei Ming arrodillado junto al cuerpo de su hermano.

En el rostro del General se notaba la sorpresa y a su vez la tristeza, ambas emociones bien disimuladas pero con la atención suficiente eran notables.

—Shui-shixiong... Has estado orgulloso toda tu vida, pero terminaste así. Ni siquiera se si tus ojos están cerrados. En verdad, cuanto más alto subes más fuerte caes. La vida está llena de sorpresas y uno no puede escapar de lo que venga. Incluso cuando un mortal se convierte en dios, no tenemos la suerte de evitar el destino al final.

Noches de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora