El secreto

Cap 4

Sé que me tardé mucho, pero no pueden culparme. Les subí nuevas historias y un capítulo de "Obsesión" de casi 9000 palabras. Además, tenía algo de pereza. Pero ya no importa, aquí está su capítulo. Espero que lo disfruten.

(Esto fue escrito cuando estaba haciendo el capítulo 10 de "Obsesión")

Nos encontramos al día siguiente de los sucesos del capítulo anterior. Vemos a Kendo aún despierta porque no podía dormir. ¿Y por qué no podía?

Kendo: ¿Qué pasa si Aquino no lo logra? Morirá por mi culpa...

Kendo estaba con la cara entre sus piernas, soltando algunas lágrimas, hasta que escuchó un ruido que venía desde el centro de la base. Con miedo, tomó su arma y salió de su casa, caminando lentamente hacia donde se escuchó el ruido.

Al llegar, vio a una persona, pero como era de noche no podía verlo bien. Así que solo dijo:

Kendo: ¿Quién anda ahí?

La persona se quedó quieta y respondió:

???: Tranquila, Kendo. Soy yo.

Kendo reconoció la voz de inmediato y dijo:

Kendo: Aquino, ¿eres tú?

Aquino: Te lo prometí. Te dije que volvería.

Kendo lo abrazó llorando.

Kendo: Perdón, por mi culpa tuviste que hacer mi reto y podrías haber sido eliminado.

Aquino: Tranquila, no es tu culpa.

Kendo: Pero...

Aquino: Estoy aquí, ¿ves? Así que no tienes la culpa. Además, yo quise tomar ese reto por ti. ¿Me puedes soltar? Tengo algunas heridas.

Kendo: Ah, sí, perdón.

Dijo soltándolo.

Aquino: Gracias. Por cierto, ¿no tendrás algunas vendas por ahí?

Kendo: Tengo algunas en casa. Si quieres, te las traigo.

Aquino: Te lo agradecería mucho.

Kendo fue a su casa y, segundos después, regresó con unas vendas y se las dio a Aquino.

Kendo: Ten.

Dijo entregándole las vendas.

Aquino las tomó, se quitó su chamarra y luego su camisa, dejando ver su cuerpo más o menos trabajado, y comenzó a vendarse donde tenía heridas. Cinco minutos después, ya había terminado y se volvió a poner su ropa.

Kendo: ¿Ya acabaste?

Aquino: Sí. Bueno, vamos a dormir, que tengo sueño.

Kendo: Ok.

Dijo, siguiendo a Aquino para que ambos se acostaran en la cama a dormir.

Al día siguiente

Vemos a todo el equipo en el centro de su base, menos a Aquino y Kendo, que seguían dormidos.

Mictia: Chicos, ¿han visto a Aquino?

El resto del team: No.

Mictia: ¿Ustedes creen que no lo logró?

Duxo: No puede ser cierto, ¿verdad? Aquino no moriría aún.

Locochon: Lamentablemente, creo que lo perdimos.

Todo el equipo estaba triste, pero Duxo recordó lo que le dijo Aquino, así que rápidamente se recompuso.

Duxo: Chicos, levanten la cabeza. No podemos estar tristes por Aquino. A él no le gustaría eso.