Capítulo Uno

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-Si no puedes quedarte, llévame contigo...
Fue más una súplica que una propuesta.
La chica lo daba todo hasta en el último momento.Sasuke río para sí. Y ese afecto despertó una calidez una especie de paz interior en su interior. ¿Cómo Sakura podía seguir queriendole? ¿Cómo podía amar tanta tristeza, tanto odio? <tanta oscuridad...> meditó Sasuke.
Debía negarse, protegerla. ¿Qué le esperaba al lado de Orochimaru? Él necesitaba sus enseñanzas. Necesitaba ganar poder para acabar con Itachi. Y además, estaba solo. No tenía nada que perder. Pero Sakura tenía familia y a Naruto. Y Orochimaru no la necesitaba, nada aseguraría su protección a su lado. Así que debía rechazar su oferta pero eso conllevaría el no volver a verla nunca más. Y no se sentía seguro de aceptar esa consecuencia.
-¿Lo harías?-se oyó decir asombrado-¿Traicionarías a la hoja por mí?.
Sakura amplió los ojos ante el significado de la pregunta.
-Si para obtener tu venganza necesitas traicionar a la villa, lo entendería. Y estaría dispuesta a marcharme contigo, Sasuke. ¡Lo haría! Yo...Haría cualquier cosa por ti....
-Deberías ser menos egoísta y más desinteresada-dijo Sasuke-¿Acaso has olvidado las lecciones de la academia? Un ninja nunca debe mostrar sus sentimientos, sin importarlas circunstancias. Los sentimientos son una debilidad que nublan el juicio y debilitan el sentido del deber. Tu deber es servir a la hoja. Y el mío es vengar a mi familia.
Sakura agachó el rostro con tristeza.
-Kakashi nos advirtió de que los nijutsus están prohibidos usarlos para provecho personal, deseo o diversión.
-No es un deseo personal.-replicó Sasuke con aspereza-Es mi misión. Para la que llevo preparándome desde los seis años. La misión por la que he estado entrenando todo este tiempo.
-Entonces te olvidas de una regla-Sakura sonrió brevemente-Un ninja nunca debe olvidar que sus amigos están detrás.
Aquello dejó sin respuesta a Sasuke.
-En la Hoja estarás a salvo-dijo tras un rato de silencio-Si vienes conmigo, no podré garantizar tu protección.
-Eso es decisión mía-dijo Sakura- Ese riesgo me corresponde a mí.
Sasuke meditó aquello último.
-Me esperan a media noche.-dijo-Dentro de unos quince minutos. Aún hay tiempo... si quieres venir conmigo.-Sakura abrió los ojos en una expresión de sorpresa al oír aquello-Vuelve a casa y coge lo que necesites. Te esperaré a la salida de la aldea. Si tardas, me iré sin ti.
-¡No te arrepentirás, Sasuke!.

Sakura echó a correr a su casa sin perder tiempo

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Sakura echó a correr a su casa sin perder tiempo. Cuando llegó, saludó a sus padres como si nada y fingió irse a dormir. Apremió a preparar la maleta y optó por coger la de repuesto, la de las misiones, lista para usarse una misión imprevista <será una misión más> pensó <solo que esta vez, la misión es solo de ida...> eso la entristeció. Y pareció comprender el significado de su decisión. Huir de la villa de la Hoja para no volver. Dejar atrás a su familia, a sus amigos, a su sensei y a su vida anterior. Dejar su hogar para siempre. Pero lo que le había dicho a Sasuke era verdad; sin él, la villa de la Hoja solo era una aldea, un simple escenario. La sensación de hogar se la daba Sasuke. Y no estaba dispuesta a perderlo.
No quería preocupar a sus padres, así que antes de irse, les dejó una nota diciéndoles que se marchaba y asegurándoles que lo hacía feliz. La dejó sobre la cama y salió por la ventana.

 La dejó sobre la cama y salió por la ventana

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Apenas tardó cinco minutos. Sasuke la esperaba a la salida de la aldea, con ambas manos en los bolsillos y su mochila a la espalda. Cuando Sakura llegó, le dedicó una mirada triste.
-¿Lista?.
Sakura asintió con una sonrisa.
-Vamonos.
Dejaron la aldea en mitad de la noche. Al abandonar los muros, Sakura dio una última mirada instintiva a su villa.
Sasuke encaminó la marcha hacia el bosque de Hueso Húmedo. Los cuatro del sonido le esperaban allí. Al llegar al lugar, vio las cuatro sombras subidas a la copa de un árbol.
-Justo a tiempo-comentó una voz.
Sasuke alzó la vista y vio como uno de ellos, de pelo y labios grises y con lo que parecía ser una especie de gemelo siamés acoplado a su espalda el cual no hacía acto de presencia. Saltó y bajó hasta ellos. Tenía el pelo gris y lacio con un flequillo que le cubría los ojos. Llevaba los labios pintados en una mezcla de turquesa y marrón que le dotaba una apariencia más femenina y al igual, que sus tres compañeros, vestía una túnica marrón con grandes pulseras negras, un pantalón negro ceñido y enormes cuerdas moradas atadas a la cintura igual que Orochimaru.
-Aquí estas-dijo a Sasuke-pero en cuanto Sakura asomó tras él, el shinobi se alarmó-¿Eh? ¡¿Qué es esto?! ¡¿Quién es ella?!.
-Viene con nosotros-se limitó a explicar Sasuke. Pero el shinobi del sonido los miraba tenso y adquirió una postura defensiva.
-¡¿Intentas jugarnosla, chico?!.
Sasuke rió.
-De haberlo hecho, habría avisado a los anbu, a los guardias y hasta al propio hokage para que se presentaran aquí y os apresaran-dijo despreocupado, con las manos aún en los bolsillos. Entonces, se produjo un gruñido. Y el shinobi de seis brazos saltó junto al del pelo grisáceo. A diferencia de su compañero, era de piel oscura, con el pelo negro y los ojos del mismo color. Vestía un top negro sin mangas y pantalones cortos cubiertos por la misma túnica marrón y el mismo cinturón morado atado a la cintura. Llevaba el protector frontal en la frente con el símbolo del Sonido grabado.
-Tú no estás en condiciones de decidir, chico.
-Sí que lo estoy-dijo Sasuke-Soy el último miembro del clan Uchiha. El último poseedor del sharingan. Y sé que Orochimaru me quiere. Él me necesita más de lo que yo a él. Así que, las condiciones de que marche a su lado las pongo yo.
El shinobi de pelo gris apretó los puños.
-Mocoso insolente...
Sasuke lo miró desafiante.
-Si no os gusta, marcháos. Volved con Orochimaru y hacedle ver lo poco que valéis como ninjas.
-Está bien-dijo la chica de pelo rojo quien también saltó hasta ellos. Llevaba un sombrero negro atado a los lados y la misma vestimenta que sus compañeros-Si quieres traerte compañía, de acuerdo.
El shinobi de pelo gris la miró enfadado.
-¡¿Qué dices, Tayuya?!.
La chica le acercó el rostro a su oreja.
-La misión es llevarnos a Sasuke, Sakon-susurró-Si quiere llevarla con nosotros, allá él. A nosotros no nos incumbe. Una vez lleguemos a la guarida, el señor Orochimaru decidirá que hacer con ella.
Sakon asintió muy a su pesar. Sasuke le miró y arqueó una ceja.
-¿Tenemos trato?.
Sakura aguardaba tras él con el rostro tenso y las manos a la altura de su kunai en caso de tener que usarla. Sakon la miró con expresión recelosa.
-Está bien-dijo con aspereza-Marchémonos de aquí.-se dirigió hacia ambos genins y les dio una maliciosa sonrisa-Despedios de vuestra aldea, chicos.

-se dirigió hacia ambos genins y les dio una maliciosa sonrisa-Despedios de vuestra aldea, chicos

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