Un deseo de navidad [Terminada]

VIII

Una vez que terminamos de jugar Kara y su madre fueron por la cena, me levanté para ayudarlas pero prefirieron que me quedara con las niñas, y con Alex, Susan y mi madre por lo menos no me sentía fuera de lugar

—y ¿a que te dedicas Lena?

Levante mi mirada para notar que quien me había preguntado era el chico moreno, creo que su nombre era James, él tenía los brazos abiertos por todo el respaldo del sofá y una botella de cerveza en las manos, su hermana le lanzó una mirada amenazante a la que él prefirió ignorar

—soy CEO de L-Corp una empresa farmacéutica y tecnológica

—¿y donde conociste a Kara?

Sentí una horrenda sensación de querer tomar a Alura y a Lori para escondernos en el cuarto de Kara hasta que por lo menos ese hombre se fuera, de reojo podía ver a mi madre tensa y estudiando al hombre junto a ella

—nuestras hijas estudian en la misma escuela, son las mejores amigas

—si bueno Alura es brillante pero le hace falta una figura paterna

Esta vez fue la pequeña que miraba al hombre como si fueran a salirle rayos por los ojos, en definitiva será mejor estar alerta por cualquier cosa que este hombre diga

—¿Lori tiene papá?

—oh no, ella fue hecha con la combinación de ADN tanto mía como de Kara

—yo podría ser un buen padre para ella

—James!

—yo no necesito un padre

Lori que hasta ese momento había estado en el suelo se levantó y le dio una patada en sus bajos lo que generó que Kara que acercara de forma rápida y tomara a Lori por los hombros, mientras yo evitaba que Alura hiciera lo mismo

—cariño ¿qué sucede?

—el hombre calvo le ofreció a mami ser mi padre

Kara levantó la mirada molesta a su amigo, aparta a Lori quien se encamina hacia donde yo me encontraba con Alura en el suelo y la abrazó

—ya tuve suficiente James, no todas las mujeres están interesadas en los hombres; si después de lo que pasó con el padre de Alura te dije que no volvería a salir con un hombre hablaba muy enserio, Lena es mi novia por lo tanto Lori es MI hija

—es una tontería y un desperdicio de una buena mujer

—señor Olsen sino quiere que muchas mujeres aquí presentes se lo agarren a golpes yo le recomendaría que se fuera en este momento

Mi madre habló de forma calmada pero fría, se bebió de un trago su wisky mientras en efecto James salía del departamento de Kara maldiciendo y gritando obsenidades a lo que claramente Kara y yo cubrimos los oídos de las niñas. Eliza anunció que estaba todo listo para la cena así que a pesar de ese amargo momento lo pasamos mejor desde que se fue con Kelly disculpándose por la escena que había hecho su hermano a lo que le restamos importancia ya nadie lo soportaba; por lo visto no solo a Kara y a mí nos había pedido ser pareja al parecer a Lucy e Imra también incluso a la difunta esposa de Winn. Vaya amigo.

Las cuatro niñas terminaron comiendo juntas en la mesa de centro mientras todos los demás comíamos en la mesa principal, aprendí más Kara con relación a su niñez gracias a mi suegra y ella supo de la mía gracias a mi querida madre. Al terminar de comer pasamos más horas de juegos anécdotas y risas hasta que finalmente llegó la media noche y las niñas ya querían abrir los regalos.
Cuando Alex ve la llave levanta una ceja en mi dirección
—estoy segura que al llegar viste la moto afuera, es tu regalo

—y tú eres la mejor cuñada de todas

—Alex es la única que tienes

—eso lo hace aún mejor

Alura abrió el suyo y se sorprendió al ver un collar con las letras L,K,A y L; el de Lori solo tenía dos L pero una vez que Kara y Alura se unieron a nosotras le conseguí los demás dijes. Cuando Lori abrí el suyo era un pequeño collar con un pequeño diamante azul que a la vez era torna sol con él verde igual al que Alura suele llevar. Quien diría que Kara y yo pensamos de la misma forma lo que llevó a que nos besáramos con sonrisas enormes.
Cuando cada quien abrió el suyo llamaron a la puerta lo cual fue extraño ya que no esperábamos a nadie, Kara se levantó para saber quien estaba al otro lado

—¿qué haces aquí?

—Alura! Llego papá!

Un hombre entró apartando a Kara para ver a la niña que terminó por esconderse entre mis brazos mientras Kara y yo intercambiamos miradas completamente confundidas sin saber que es lo que ese hombre quería.