VII. Dos almas, un deseo

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Camino por la ciudad pensando en ti con normalidad en una noche fascinante, así como tus ojos radiantes, con la lluvia rozando mi piel de la misma manera que lo hacían tus dedos como pincel, una obra de arte y música en un instante. Nos convertimos en una melodía perfecta, en vibras de una luna llena en noches de oscuridad completa. Suficientes fueron tus dulces besos para crear en mí una adicción, una fijación que parece sacada de la ficción. Entre susurros y suspiros, conocimos lo desconocido. El reencuentro que nuestras almas desean esta ocasión. La canción nombra a una mujer con dulzura, y al mirarme, tus ojos muestran confusión pero noto esa ligera sonrisa que me lleva a la locura de un vaivén de deseo de atención. Una conexión que trasciende más allá de lo físico, como si nuestras almas estuvieran entrelazadas en una danza eterna al igual que las notas que resuenan en una guitarra, como la belleza de la naturaleza, como las flores que florecen una y otra vez, como la risa contagiosa de un niño, como el sentimiento de paz al ver un amanecer o un atardecer, como el sentimiento que genera ver una noche estrellada y una luna resplandecer, como el aroma y el sabor reconfortante de un capuchino. Finalmente mirándonos a los ojos con diversión sabemos que ya no son necesarias las palabras en un reencuentro esperado luego de mucho tiempo deseando nuestra unión. Y así como el gato que deambula con elegancia, nuestra historia es una composición que perdura en la distancia. 

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Yerayy

•Otra vez nueve palabras y un escrito, en este realmente me demore no supe que escribir y hasta medio año después logre terminarlo, espero voten y me apoyen si les gusta lo que leen

Se despide yerayy 

El latido de las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora