Tu, Yo... Nosotros

Freno

Era un día donde la nieve pintaba de blanco las calles de esa enorme ciudad, un día donde el aire frío podría sentirse hasta los huesos, un día donde solo las personas en la calle tenían un motivo para estar ahí, fuera del refugio del calor de sus hogares

Aquel hombre corría tratando de llegar lo antes posible a tomar el metro, rezaba para que esté siguiera funcionando con la gran cantidad de nieve que caía del cielo, llegó un momento donde no pudo correr más, pues la nieve se lo impedía, ahí se abrazó a él mismo al sentir aquel viento, al estar en ese parque pudo escuchar una voz, extraño, ¿pues quien estaría cantando en ese clima? ¿en ese parque? en un día donde la cantidad de nieve podría llegar a cubrir parte del pórtico de tu casa

Se olvidó por un momento del frío, y de la blanca nieve que cubría sus zapatos, encontrando a la persona que permanecía sentada en esa banca, como si estuviera en pleno día de primavera…se centró en escuchar parte de esa canción

-Un camino por andar, puentes que cruzar, canciones aún no escritas, lecciones que estudiar…-

Estornudo a causa del frío, aquella persona dejó de escribir en su libreta para voltear a verlo, esos ojos cafés se encontraron, de parte de uno era una mirada apenada y del otro una sonrisa

-Perdón si te interrumpí, solo que me gustó mucho tu voz, creo que podrías triunfar si te lo propusieras- se acercó hasta estar frente a ella, nunca había visto a una mujer tan hermosa, ya teniéndola de frente pudo notar que sus ojos no eran cafés, sino verdes

-¿Lo crees? aunque no soy mucho de estar en grandes escenarios, no sé cómo uno puede pararse frente a tanta gente, yo me quedo como piedra, prefiero la escritura- tenía sus mejillas rojas, a causa del frío, pero también era el sonrojo por tener a ese hombre frente suyo, su primer pensamiento hacia el fue, que era el hombre más atractivo que había visto en su vida

-Bueno eso también es un talento, no todos pueden plasmar en palabras grandes obras, y si cantas como escribes…estoy seguro que tus palabras son música…ah creo que estoy diciendo estupideces - comenzó a reír por el nerviosismo, era raro en el sentirlo, por lo general siempre sabía que decir, despide todo su padre lo educó para ello

-No del todo, te entiendo, soy estudiante de tercer año de la carrera de literatura, pero pienso que no soy buena para ello- se levantó acomodando ese largo cabello oscuro, el viento soplo volviendo a colocar unos cuantos mechones sobre su frente, hasta que cubrió está por completo

-Vamos, alguien como tú debe tener talento de sobra, aparte de...con todo respecto, ser linda, tienes unos ojos muy hermosos- no podía dejar de mirarla, verla sonreír con su cabello alzado por el aire, incluso se olvidó que tenía prisa, en ese momento el tiempo no existía, sabía que no podía dejarla ir

-Gracias, tu no estás tan mal, aunque tienes el pelo revuelto por el viento - alzó su cabello, guardo sus notas en la mochila, le indicaba que tenía que irse

-¿No tienes frío?- comenzó a caminar a su lado, notando que ese abrigo parecía algo gastado

-Estoy acostumbrada, vengo de un lugar donde el frío es parte de la vida diaria ¿te has levantado temprano para preparar tu baño y salir de casa para ducharte en pleno día nevado? - no creía que estuviera caminando a su lado, paro al llegar a ese cruce, pestañeo sin darse cuenta, ahora se encontraba muy nerviosa

No podía ni pensar en vivir de esa manera, y ella lo supo con esa mirada que le lanzó

-Ja ja a la larga te acostumbras, así eran mis mañanas siempre, esto no es nada para mí, soy Alisa - estendio su mano

-Encantado, Alisa, me gusta ese nombre, yo soy Daren- tomo esa mano, miro dónde está y pensó que le gustaba el como se veía envuelta en la suya

Sin darse cuenta esa plática, en aquel parque, se volvió una ida a comer y luego una salida a cenar, fue amor a primera vista, dos personas de mundos diferentes que se habían encontrado en el día y el lugar menos pensado, con ello empezaron a salir, aunque los problemas tenían que surgir a causa del estatus social