Capítulo nueve [epílogo]

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Chanyeol miraba su reloj de pulsera mientras caminaba a pasos apurados por los pasillos del establecimiento.

Baekhyun definitivamente lo mataría por estar llegando tarde, pero él no tuvo la culpa, la reunión se había alargado un tiempo más y de camino al jardín de infantes, se encontró con un choque desviándose un poco de su camino.

Con su respiración agitada, el hombre alto entró al salón lleno de personas, soltando un suspiro de alivio cuando vio que una mujer estaba en el escenario hablando y presentando el siguiente acto.

Mirando por encima busco a su esposo, pero no lo encontró, pero sí vio a Junmyeon y Jongin parados contra la pared y se acercó hacia ellos cuidadosamente para no interrumpir a la persona hablando todavía.

— Hey chicos, — los saludó poniéndose a un lado y dándoles una sonrisa.

Ambos hombres se giraron a verlo e hicieron un movimiento de cabeza para saludarlo.

— ¿Y Baekhyun?

— Allí. — Jongin apuntó hacia un lugar.

Chanyeol giró su cabeza y se encontró a su esposo sentado en la punta de la fila, mientras veía concentrado hacia el escenario. En sus brazos sostenía a Sohee, la pequeña de tres meses, durmiendo plácidamente y vio que a su lado estaba Minki, su hijo de ocho años y más allá estaban sus padres sentados.

Luego de que Baekhyun volviera aquella vez hace más de nueve años, decidieron comenzar de nuevo y tomarse las cosas con calma, tratando de superar lo ocurrido. El menor también estaba más concentrado de pasar casi todo el tiempo en su forma de oso y Chanyeol contento con eso decidió buscar una casa con un jardín más grande para que su pareja disfrutara todo lo que se había perdido durante años de haber estado reprimido.

Sorpresa fue para todos que seis meses después de la vuelta de Baekhyun, el menor se sintiera mal de repente y Chanyeol preocupado lo llevara a la clínica donde trabaja Jongin, para que los resultados fueran dados con un — Felicidades, van a ser padres— , dejando a los dos perplejos con la noticia y luego el llanto viniendo de ambos.

Jongin que había estado esperando afuera porque estaba preocupado por Baekhyun, entró debido a los llantos y se encontró a la doctora de turno, tratando de calmarlos. Cuando preguntó qué pasaba, no tardó en unirse a sus amigos y llorar también.

Sehun justo ese día lo había tenido libre, pero por cosas del destino, fue a la clínica por unas cosas y se encontró al trío en el lobby con un Chanyeol abrazando a Baekhyun y Jongin abrazándolos. La escena le pareció rara y se acercó para preguntar que pasaba, pero notó que en la mano del menor había un par de papeles y una ecografía, se acercó más hasta poder leer algo, sonriendo cuando vio los resultados.

+

— Hola, mi amor. — Chanyeol dijo en voz baja cuando se agachó al lado de Baekhyun.

El pequeño hombre sentado volteó su cabeza y una sonrisa se formó cuando vio a su esposo ahí.

— Llegaste. — Susurró feliz Baekhyun.

— Por supuesto, no podría perderme la primera actuación de Miyeon y Chanhyun.

Minki se asomó por el costado de Baek y saludó a Chanyeol con una sonrisa.

— Hola, papá.

— Hola, campeón. — Le devolvió la sonrisa a su hijo y volvió su mirada a su esposo.

— Sejeong va a grabarlo todo. — La hija adolescente de Jongdae y Sehun se había ofrecido a filmar todo. Resulta que cuando Baekhyun encontró a la pareja en las cabañas, Jongdae y Sehun estaban pasando un tiempo a solas mientras la madre de Sehun cuidaba de la niña.

— Genial.

— ... y ahora es hora de la actuación de la clase A. — Escucharon decir y dirigieron su mirada hacia el frente. La clase de sus mellizos de cuatro años.

Chanyeol se levantó y se fue a parar con sus amigos para ver la obra. Realmente no tenía ni idea de qué iba la obra, pero Baekhyun les había conseguido los disfraces, una hada para Miyeon y una cebra para Chanhyun.

Y al final no entendió nada de qué iba, ¿Qué relación podrían tener hadas, cebras, perros y árboles con cara sonrientes? Lo único que pensó es que la maestra de sus hijos se daba con la buena, pero quién era él para juzgar.

Pero eso no quita el hecho de que aplaudió fuertemente cuando finalizó. Sus hijos estaban felices arriba del escenario.

Cuando el evento terminó, toda la gente comenzó a pararse para ir a ver a sus hijos, para reunirse a las afueras y charlar de las obras. Baekhyun se acercó hasta dónde Chanyeol hablaba con Junmyeon de la obra y buscándole la lógica a lo que vieron.

— Yeol, toma a Sohee, voy a ir por los niños con mamá, vayan a fuera mientras tanto. — Dijo Baekhyun mientras le entregaba la pequeña a Chanyeol, que ya estaba despierta. Minki se colocó a un lado de su papá y Jongin tomó el bolso de bebé que llevaba el niño.

El padre de Chanyeol se acercó a ellos también y se unió a la charla sobre la extraña obra en la que estaban sus nietos.

En el exterior se encontraron con Jongdae, Sehun y Sejeong, quienes al verlos, les mostró emocionada la grabación de los niños. Minutos más tarde, Baekhyun y Minyoung aparecieron con los niños de vuelta a su ropa normal.

— Papá, ¿nos viste? — Chanhyun corrió a su alto padre y se aferró a su pierna, mirándolo hacia arriba.

— Claro que sí, amigo. — el hombre colocó una mano en la cabeza de su hijo y le revolvió sus cabellos. — Tú y tu hermana estuvieron increíbles.

Los niños recibieron halagos por partes de todos los presentes hasta que Baekhyun decidió que ya era hora de que se marcharan a casa e invitándolos a cenar al día siguiente.

Ahora solo quería volver a su hogar y pasar lo que restaba de la tarde con sus hijos y esposo.

+

Chanyeol dejó una bandeja con tazas de chocolate caliente sobre la mesa en el jardín de invierno.

Se sentó en una de las sillas y miró a través de los grandes ventanales hacia el extenso jardín, viendo a cuatro osos casi del mismo tamaño, pero aun así Chanyeol podía saber quién era quién. Algún día, sus hijos crecerían duplicando el tamaño de Baekhyun y ya se imaginaba a su esposo haciendo pucheros y quejándose de ser el más pequeño entre todos ellos.

El alto escuchó un pequeño quejido y giró su cabeza, sonriendo al ver a Sohee dormida en la cuna portátil a su lado.

La puerta corrediza del jardín se abrió y Chanyeol se volteó a ver a Baekhyun entrando, envuelto en una manta, lo vio colocarse sus ropas y volviendo a salir, esta vez llamando a sus hijos.

Cuando todos estuvieron cambiados se sentaron alrededor de la mesa a tomar chocolate caliente. Aún faltaba un mes para el invierno, pero los días se estaban volviendo fríos, así que estaban aprovechando los últimos días antes de que todo se cubriera de blanco.

El mayor observó con una sonrisa a sus hijos y luego miró a su esposo, que se reía de las ocurrencias del pequeño Chanhyun, con una mirada llena de orgullo.

Chanyeol admite que las cosas habían empezado, pero ahora diez años después, estaba felizmente casado con una persona hermosa y con cuatro preciosos hijos, a los que amaba demasiado.

Cuddle bear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora