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Ninguno dijo nada, pero sus almas se unificaron para no querer separarse.

Hyunsu, que había sido mandado a vigilar a Sangwook los vio a los dos dormidos uno encima del hombro de la otra con sus manos unidas sin sujetarse les sacó una foto y bajó con una sonrisa alegre por su amiga.

Bajó a informar y le dijo a Eunhyuk que estaba dormido.

— Y Minseo? Le andaba buscando.— Le preguntó.

— Estaba con él, parecía que le había tratado de antes y se quedó cuidándole.

— Ella es demasiado seca para mantenerle ahí y él demasiado cabezota para hacerle tanto caso.— Hyunsu le cerró la boca con la imagen de su teléfono haciendo que Eunhyuk se fuera de allí a la sala de cámaras con ira, tristeza y celos.

La mujer del gremlin entró llena de ira pero en parte pacífica a la celda con un cuchillo en la espalda.

— Qué haces aquí?— Le preguntó su esposo jugando con la mirada.

— Debería de matarte mientras sigues siendo humano, no te parece?— La esposa estaba ida de la cabeza en esos momentos, pero no actuó.

— Puta loca. — El señor se dio la vuelta y se tapó con su manta, dando por hecho que ella no le haría nada malo en esos instantes.

La mujer retrocedió y Seungjae le paró.

— Le parece que hace bien haciendo esto?— Estaba detrás de un poste, parecía estar acechando.

— Te parece que deberías estar aquí? Él ha subido arriba.— Refiriéndose a Sangwook.

El herido sonrió, pero no notó nada en los bolsillos. Se acordó de Minseo y de sus manos ágiles.

— Joder!— Ella salió mientras el herido seguía pensando estresado, lo que podría pasar si él viera todo lo que esa llave guardaba, sería horrible, fatal, para él.

Corrió y con un pedazo de hierro se cortó la mano para gritar como un desgraciado.

— No estoy infectado! Estoy curado! Chicos! Sacadme de aquí!— No tardaron mucho para venir en su busca y sacarlo para lamentarse.

Hwang Seungjae solo huía en busca de sus llaves.

— Oigan! Mucho lamento ahora pero se notaba que le habían metido una paliza, que gente más estúpida. — Eunyoo caminaba mirando con desprecio a los que le habían soltado.

Por parte de Sangwook, despertó y dejó a Minseo sola en la sala, dormida. Salió en busca de pruebas pero al cerrar la puerta ella despertó del susto y vio que no estaba.

— Mierda. — Se levantó y lo siguió.

— Déjame.— Ordenó.

— No. Buscas pruebas de la niña, yo las mías. — Afirmó.

— No las veré. — Él no quería que ella le siguiera.

— Pretendo eliminarlas.— no dijo nada más y ella se mantuvo a la distancia, no quería herirle.

Ella solo le seguía. Entró a lo que sería en la casa del vecino de Minseo, la casa de Sangwook al parecer, ella no sabía que eran vecinos tan cercanos.

Desde la puerta vio que lanzaba todo por los suelos y a las paredes. Salió de esa casa y la castaña tuvo que quitarse de golpe porque casi la lanza por los aires por su forma agresiva.

Ella sintió algo mientras ella se acercaba, provenía de una puerta roja, no era un monstruo, era una sensación incómoda.

— Sangwook. — Se dio la vuelta de golpe.

ᴅᴏɴ'ᴛ  ᴛᴏᴜᴄʜ ᴍᴇ [ᴘʏᴇᴏɴ ꜱᴀɴɢᴡᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora