Había sido un buen día. Los tulkun regresaron y estuvieron pasando un buen tiempo en el agua, hasta que el sol se ocultó y parecían más peces que na'vi.
Se reunieron todos en los fuegos comunes y comieron juntos. Tsireya se sentó con su hermano y sus amigos, compartiendo risas, charlas y comida. Por primera vez en semanas, no estuvo pendiente de cada toque que Lo'ak y Spider se daban. Simplemente se relajó y disfrutó el momento.
A la hora de acostarse, nadie quería irse a su marui. Entonces propusieron una pijamada al aire libre. Desplegaron varias cobijas de algas, llenaron los espacios vacíos con almohadas plumosas y se acurrucaron juntos. Lo último que Tsireya vio fue el cielo estrellado y se sintió libre. Cuando cerró los ojos, el ruido de las olas la despidió.
Cuando los volvió a abrir, confundida, el mismo cielo lleno de estrellas la recibió. No entendía por qué estaba despierta. Su hermano a su lado seguía dormido y Kiri, en el otro, estaba roncando. Las olas seguían sonando, era el único ruido que había alrededor. Suspirando, volvió a cerrar los ojos.
Entonces lo escuchó. El roce de pieles y un suspiro profundo.
Sus orejas se irguieron inmediatamente, pero mantuvo los ojos cerrados. Apretó entre sus dedos la cobija de algas. Alguien respiraba agitadamente y el ruido de cuerpos rozándose se convirtió en golpes ligeros, suaves arrullos y chapoteos. Tsireya estaba tan tensa debajo de la cobija que comenzó a sudar, su cola le dolía de mantenerla quieta y quería torcer su cuello para ver si era lo que imaginaba. Y lo imaginó mucho.
Se escuchó una palmada demasiado aguda seguida de un gemido bajo, tembloroso.
"Shh, está bien," arrulló una voz espesa. Más espesa de lo que debería ser, pero Tsireya la reconoció como la de Lo'ak.
Eso confirmó sus sospechas y maldijo a Eywa por hacerle esto. ¿Por qué ahora? ¿por qué cuando ella está ahí, supuestamente dormida y no puede voltear? ¿Qué se supone que haga? Debe estar muy oscuro, ¿no? Las plantas alrededor y dentro del mar, y las pecas en sus cuerpos solo podían dar una cantidad de luz. Las fogatas ya no estaban encendidas, así que la iluminación no era fuerte. Si abría los ojos y volteaba, muy probablemente no se darían cuenta. Probablemente.
Apretando los ojos tan fuerte que le dolían, decidió girar todo su cuerpo hacia Kiri. Entrecerró los ojos, solo un par de rendijas en su rostro, y notó primero las pecas luminosas de Kiri, luego sus facciones. Los golpecitos no se detuvieron y las olas solo podían cubrirlos un poco. Envalentonada, miró detrás de Kiri el perfil dormido de Neteyam y, a su lado, la piel blanca y rosada de Spider. O su espalda blanca y rosada. Unas manos azul oscuro envolvían su cintura, grandes y de dedos largos, y lo jalaban hacia atrás. Intentó divisar la figura de Lo'ak sin tener que estirar el cuello, pero era casi imposible. Solo sus pecas resplandecían lo suficiente.
Lo que sí pudo ver fue la piel de Spider. De día o de noche, Spider resaltaba. Era por su piel, su cabello, sus ojos y la forma de su cuerpo. Toda Pandora era azul, pero Spider era una combinación de rojo, amarillo y naranja; un pequeño sol que bajó del cielo y decidió darse un chapuzón con ellos todos los días, tejer redes y, por visto, alzarle el trasero a Lo'ak y dejar que se la metiera. Muy descaradamente.
Justo como ahora.
Ambos parecieron agarrar confianza. El trasero de Spider estaba tan arriba como le era posible (si tuviera cola, la estuviera meneando y enrollando alrededor de Lo'ak), no podía ver su rostro desde aquí, pero Tsireya imaginaba su sonrojo y sus ojos con lágrimas. Lo'ak, que había estado erguido y con el rostro escondido en la oscuridad, ahora estaba encorvado, el cabello negro y algunas trenzas caían casi rozando la espalda de Spider, y podía escuchar los gemidos que salían de lo profundo de su garganta. El abdomen, los brazos y los muslos de Lo'ak estaban tensos y atraía el pequeño cuerpo de Spider a sus caderas fuertes.
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Inevitable
FanfictionSEGUNDA PARTE DE "LO QUE TSIREYA VIO". Tsireya sabía perfectamente que estaba mal. Una vez fue accidente, dos veces fue coincidencia, tres ya era un problema. O Tsireya reflexiona sobre sus pensamientos indeseados antes de verse en la misma situació...