idwab ★ cancelix

𖹭⠀࣭⠀cinco

Todo parecía muy engañoso para Félix, tenía sus dudas en cuanto a la confesión que Cancelo le había dado antes de besarlo nuevamente, por lo mismo, y obligando a su dominado cuerpo, se separó de ese beso y salió de esa posición para ahora ponerse a una considerable distancia del otro. 

—¿Qué intentas hacer Cancelo? 

—¿De qué hablas? —él también lucía desconcertado. 

—Me dices que quieres que sea tu amigo por mucho tiempo dejándome claro que no sientes algo romántico por mí, después me dices que me extrañas y ahora que te gusto. 

—¿Mis sentimientos deben tener alguna explicación?, solo sé que me gustas Félix. 

—Hasta hace tres días no te gustaba e incluso les dijiste a tus amigos que no te importaba que yo perdiera el interés en ti. 

Al escuchar eso, Cancelo palideció, y lo comprendió; así que fue eso a lo que se refería Ferran cuando dijo que Félix ya no pretendía intentarlo más. 

—¿Cómo sabes eso? —cuestionó acercándose a él. 

—Te escuché sin querer mientras te buscaba. 

—¿Para qué me buscabas? 

—Eso ya no tiene importancia, Cancelo. 

—Claro que la tiene, todo viendo de ti es importante para mí. 

—Quería darte una agenda —habló girando hacia otro lado. 

—¿Para qué? 

—Para enseñarte a organizar tus actividades y que pudieras ver que yo no te quitaría tiempo. 

—Félix... —sonó tan enternecido. 

—Ya no importa. 

—Aún así creo que no la necesitaré. 

—¿Por qué? —cruzó sus brazos tratando de ocultar el rechazo que sentía nuevamente por algo que quería hacer por Cancelo. 

—Tengo solo dos cosas que priorizaré de ahora en adelante, una, terminar la carrera y dos —fue hasta él para tomar su mano—. Tú. 

—¿De qué estás hablando? 

—¿Dejarías reivindicar las palabras y acciones de este pobre tonto? 

Era más grande la curiosidad que el temor, así que lentamente asintió, sintiendo en automático un apretón de manos por parte del alto y recibiendo un beso fugaz en los labios acompañado de una sonrisa acogedora. 

Caminaron tomados de la mano hasta el sillón que estaba cerca de ellos y tomaron asiento. 

—No quiero extenderme mucho porque todo ello quiero que lo conozcas en medida que salimos. 

—¿Qué? —preguntó el menor haciendo reír al contrario. 

—Amo mi carrera, la amo demasiado, mamá decía que yo nací para esto, tengo sueños y metas por cumplir, el tiempo siempre fue la excusa perfecta para no tener pareja. 

—¿Eh? 

—Mi última pareja, un chico de quien no vale la pena mencionar su nombre se la pasaba reprochando el por qué siempre me la pasaba haciendo tareas y dedicándome a muchas actividades que me hacían sentir bien. Él nunca entendió que este siempre fue mi sueño, convertirme en un gran arquitecto y solo se encargó de sembrar temores en mí que muchas noches me dejaron sin poder dormir. 

—Cancelo... 

—No sé si lo amé, pero estoy completamente seguro de que lo quise muchísimo, nuestra relación era buena, pero por lo mismo empezamos a tener problemas hasta que un día me enteré de que me había sido infiel con uno de sus compañeros, cuando traté de hablar con él me dijo que fue mi culpa por no prestarle la atención que necesitaba y que sinceramente era una basura para intentar tener una relación.