Capítulo dos

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Terminé de poner mi cargador en mi mochila y me di vuelta para verme en el espejo de mi habitación. Tenía una coleta alta, para intentar no sufrir tanto el calor, y un vestido floreado. Un short debajo obviamente, si pensaba en ir en bici hasta el campo de los Walter tenía que pensar en eso.

Me perfumé, tomé mi teléfono y fui hasta abajo a avisar a mamá que ya me iría y volvería tarde. Le coloqué una luz a mi bici para cuando sea de noche, aunque a mamá no le agradaba la idea me dijo que la llamara cualquier cosa. Salí del garaje con la bestia rosada a mi lado, caminaria un trecho. Luego de dos cuadras vi como una camioneta doblaba por una cuadra viniendo detrás de mi y aunque el miedo me erizó la piel, divise la camioneta de Cole y el miedo se convirtió en confusión en un seguno. Bajo la velocidad hasta detenerse junto a mi cuando yo pare de andar, me miró y negó con la cabeza, como si lo que hiciera estuviera mal. ¿Pero y este de donde salió?

Frunci el ceño confundida. Él debería estar en su casa, no aquí. La ventanilla estaba baja y me oía bien, el lado del acompañante estaba al lado mío mientras él estaba del otro lado.

—¿Que haces, Cole?

Le hablé claro y fuerte, pero no contestó. Una manía que tenía. Se bajó y se paro frente a mi, levante la vista para verlo por la cercanía, aunque la bici nos separaba. Estaba de brazos cruzados y con el cabello mojado y con un jean azul y una camiseta blanca limpia. Se había bañado. Las botas que llevaba estaban sucias y contrastaban con mis crocs blancas que ahora estaban limpias.

—Danny aviso a mamá que ya estabas yendo y me obligó a que te llevara—dijo como si no le gustara la situación de ser mi remis y tomó mi bici antes de que dijera nada y la metió a la cajuela, yo lo seguí.

Suspire viendo mi bici ya encerrada. Puse mis manos en mi cadera y lo miré, él espero a que reaccionara.

-Yo no pedi esto, quería ir a en bici.

Bufó como si lo que dijera fuera absurdo—Apenas puedes pedalear, Grecia. Sube y vámonos, todos te esperan.

No esperó a que conteste y la verdad no iba a decir mucho, era verdad lo que decía. Pero prefería a alguien más que me buscara, no a él. Abrió mi puerta, subí y la cerro, dio la vuelta y subió él en su lugar. Cuando estaba por encender la camioneta miró sobre su hombro intentando ver algo de la parte de atras, sospechosamente y, cuando me giré para intentar ver, alguien salto gritando "¡Sorpresa!". Mi corazón dió un vuelco y la presión se me subio, sentí mi cabeza explotar en un segundo. Pero al otro vi a Parker con una sonrisa de punta a punta.

Me giré completamente y sonreí. Que feliz me hacia verla nuevamente, era como una hermanita pequeña para mi.

—¡Parker!

—¡Grecia!

Ambas nos abrazamos y con un poco de fuerza hice que pasara a la parte de delante, sentadole sobre mi. La agarre de la cara aplastandosela.

—Solo me fui un año, ¿por qué te ves como si me hubiera ido 100?-pregunté con ternura y ésta rió aún con la cara aplastada por mi.

—¿Me dices vieja? Tú eres la que cumplira 18 en semanas.

Me ofendí. Yo era una jovencita aún. Muy muy jovencita. Aunque a veces me sentía como si estuviera a un paso de la tumba.

—¡Hey! Yo también, asique eso me ofende a mi —intervino Cole y le revolvio el pelo a su hermanita, yo ya tenía mis brazos cruzados mirandola mal.

Parker me miraba con una sonrisa hasta que luego de unos segundos me abrazó.

—Te extrañe tanto, Cia. Convivir con 30 monos no es lo mismo sin ti—dijo mientras aún no me soltaba, Cole miraba a otro lado como si la escena no le moviera ni un pelo y yo ya estaba con lagrimas en los ojos.

sunflower ➳ cole walterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora